PROLOGO

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Era una noche oscura, como ninguna otra que haya visto antes. Mi mirada se encontraba perdida en esos ojos rojos sangre que me tanto aterrorizan, pero al mismo tiempo sentía como si eso ojos me llamaran obligándome a acercarme a ella.

Un paso, fue lo que di y ella se asustó un poco frunció el ceño lo que causo que su mirada diera más miedo.

Dos pasos, y ella dio un salto como si fuera a salir huyendo pero al darse cuenta de lo que estaba haciendo se retractó, coloco sus dos pies firmes sobre la tierra inclinándose un poco hacia mí y colocando sus ojos aún más rojo un tipo de rojo sangre escarlata.

Ella mirándome fijamente sin parpadear dio un paso hacia al frente quedando solo a un paso mío, sosteniendo aun su mirada cada vez más aterradora me mostró una pequeña sonrisa (que parecía la de una psicópata) me hizo salir del trance de su mirada esa fue la señal con la que me llene de valor y tragando saliva en uno de mis momentos más impulsivo me lance hacia ella, la abrace colocando mis brazos alrededor de su abdomen entrelazando mis dedos en su espalda y finalmente colocando mi cabeza sobre su hombro izquierdo. Ella al darse cuenta de lo que había hecho lo primero que se le vino a la cabeza fue torturarme, y lo digo porque creó un tipo de vacío alrededor de ambos y yo en vez de soltarme (que era lo que ella quería) la abrace más fuerte, Duro así como 15 segundos y al ver que yo no me soltaba se colocó brava y empezó a arder, literalmente porque me quemo en el pecho, tórax y abdomen para que yo la soltara pero yo terco (o muy enamorado) no la solté sino que la abrace más fuerte. Después de 20 segundos aguantando la respiración y 5 segundos forzando mi cuerpo a aguantar esa quemadura que ella me estaba causando, empecé a recaer mis piernas ya no daban más y se empezaron a doblar y justo cuando me estaba cayendo sentí como el vacío desapareció como mis quemaduras de tercer grado empezaban a curarse y aún más importante que eso sentí como los brazos de ella empezaron a moverse rodeándome y abrazándome, también acerco su cabeza a mi oído derecho y dijo "gracias por no abandonarme" con un gran sentimiento para luego decirme un poco risueña "nos veremos muy pronto" yo tenía los ojos cerrados y sentí como se disipaba aquella figura femenina que tenía entre las manos se empezó a disipar a tal punto que lo único que había era humo negro que se comenzó a disipar por todas partes.

Mientras la última nube de humo negro se disipaba yo me quede allí pensando en todo lo que había vivido con ella, lo mucho que me gusto la primera vez que la vi, las tardes que pasábamos junto, los pequeños momentos en los que mostraba su sonrisa perfecta. Mientras me imaginaba esto no pude evitar soltar una pequeña lágrima que me hizo reaccionar, me empecé a acordar de las torturas por la que había pasado minutos antes de la asfixia (de la que obviamente ya no padecía) y aun mas importan de las quemaduras de tercer grado, Me empecé a revisar el pecho, el tórax, y el abdomen en busca de una quemadura pero no la encontré tenía toda mi piel en perfecto estado, aunque, si es cierto que la camisa negra con un estampado de calavera estaba incinerada toda la piel de mi pecho, tórax y abdomen estaba perfecta.

Luego de revisarme se me vino a la cabeza un recuerdo, el recuerdo del día en que todo mi toda mi vida cambio (anuqué no sé si para bien, o para mal) el día en que la conocí.

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⏰ Última actualización: Jun 17, 2017 ⏰

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