- ¿casarme? ¡No pueden hacerme eso!- grite golpeando el escritorio de Papá con mi puño, enojada.
No puedo creer que me esté pasando esto, ¿qué creen que es esto? ¿¡Una novela!?
-claro que podemos, somos tus padres.- exclamo con tranquilidad y juro que una pequeña parte de su voz reflejaba diversión.
- ¡no! No me digan-dije sonriendo irónicamente- no pueden decirme "Hey hija, mira te vas a casar, así que, bueno, solo eso, chao" ¡y que todo salga bien!-exclame agitando mis manos y
Mamá se rio al verme tan escandalizada, ¿es que perdieron la cabeza o qué? Recuerdo muy bien que cuando tenía doce y les decía que quería tener un novio me castigaban todo el día pero ahora, ¿me estaban diciendo que me voy a casar con alguien que ni conozco a los diecinueve años?
-hija tienes diecinueve años, te puedes casar- arquee una ceja.
-¡por eso mismo! ¡Porque tengo diecinueve años! ¡Soy una niña!-exclame y me jalo a que me siente de nuevo- Están locos, ¿quiénes son ustedes y que hicieron con mis padres?
-hija, no estamos haciendo que te cases, ni con alguien feo- dijo Papá como si fuera lo más obvio del mundo.
-si además es guapo, divertido, amable- interrumpió Mamá sonriendo y los mire horrorizada.
-¡Ese no es el asunto, estoy reclamando porque me están diciendo que me case!, no quiero casarme aun- me queje mirándolos estupefacta.
¿Cómo pueden estar tan alegres y tranquilos?
-se supone que deberían obligarme a casarme ¡cuando tenga treinta años! ¡No diecinueve años!-espete- no pueden, pensé que me amaban- ellos se miraron y pusieron sus manos sobre mis hombros
De acuerdo, Plan B: Llorar, vamos a ver si con eso se les regresa la vida al cerebro y ven que error están cometiendo.
-Y lo hacemos pero es por el bien de la empresa- rodé los ojos quitando bruscamente sus manos de mi hombros- además ya verás que con el tiempo de acostumbres, después de todo es un buen chico.
-¡el punto es que no pueden! ¡Quiero escoger mi vida con quien casarme! ¡Con la persona que amo!
-espera- espeto Papá mirándome serio y curioso a la vez- ¿acaso tienes novio y no lo sabemos?
-eh...-de acuerdo esa pregunta me agarro de sorpresa, porque no había alguien que me gustara y mucho menos novio así que no, trate de buscar el nombre de algunos de mis amigos rápidamente y una excusa, pero mi Mamá se me adelanto.
- no, no hay nadie- me miro tranquilamente, era obvio, era mi Mamá me conocía como la palma de su mano.
-me alegra saber eso, porque todo ya está listo-dijo Papapa suspirando y de alguna forma aliviado por saber que no tenía novio.
¿Se alegra de que no tenga novio pero quiere que me case?, por favor, ¿que hice yo para merecer esto?
-Papá... ¿qué quieres decir? ¿Que ya estoy comprometida?-dije atónita.
Me dolían los nudillos por la fuerza que ejercía en mi puño. ¿Cómo podría casarme a los diecinueve? Era como botar todo a la borda al menos así lo sentía, como si cortaran mis metas y la única que hubiese seria "la mejor ama de casa del mundo". Era una locura, era estúpida, era... ¡estamos en el siglo XXI! ¿¡Quién carajos compromete a sus hijos en estos tiempos!?
-cariño te amo mucho, enserio, no pienses que no, pero es por nuestro propio bien, no me malinterpretes, por favor- exclamo acariciado mi mejilla y me levante negando con la cabeza.
No puede hablar enserio y esperar que este feliz. Esto debe ser una puta broma.
-No creo poder perdonar esto.
Salí de su despacho y corrí a mi habitación como si fuera la única manera de escapar de la realidad. Me iba a casar... ¿yo me iba a casar? ¿Con alguien que ni conozco? Mi cabeza era un desastre, ¡ese matrimonio iba a ser un desastre! Ni siquiera lo conocía y jamás había escuchado algo como esto de parte de mis padres, lo peor es que solo faltaba un mes, ¡Un puto mes! ¿¡Donde mierda esta la cámara escondida!?
Cerré la puerta de un solo portazo y camine de un lado a otro por toda mi habitación
-okay, okay, calma Avril calma –dije pasando una mano por mi cabello- esto es malo, es horrible es horrendo, joder mierda mátenme ya, la puta madre, coño, ¿¡Porque me está pasando esto a mí!?
Soltó un grito lleno de fastidio seguido de miles de insultos.
- Maldito prometido, maldito matrimonio, maldita empresa, ¡odio esto!- dije y me deje caer en la cama.
Mire el techo y no pude evitar que pensar en cómo sería el estúpido con el que me casaría dentro de un mes, ¿muy idiota o muy asqueroso? Miles de ideas de como arruinar la boda o impedirla también pasaron por mi cabeza hasta que apareció una idea genial.
-¿y si lo hago gay?- exclame sonriendo- demasiada suerte para mí- me golpee con la almohada y sentí mi trasero vibrar, conteste al celular. Era Daniel, mi mejor amigo.
Genial, al menos algo bueno sucedía por ahora, diablo ¿cómo se lo diría? ¿Lo tomaría bien o mal?
- Hey princesa, ¿vas a patinar o no?-dijo del otro lado y suspire.
-¿adivina quién se casa?- me levante caminando hacia la ventana.
-¿tu hermanita?
-fuera bueno pero tiene quince, así que no.
Lo busque con la mirada y vi que estaba sentado junto a los demás chicos, vivir cerca de un parque tenia ventajas. Siempre salíamos a patinar ahí.
-¿quien? ¿Tú?- soltó una carcajada y vi cómo se daba la vuelta hacia mi casa.
No respondí esperando que su cerebro de chorlito lo procesara mientras mordía ligeramente la uña de mi dedo pulgar.
- es broma, ¿no?
-¿quieres ser el padrino?
Vi cómo se quedaba de piedra y empezaba a actuar como un idiota. Sonreí al verlo, eso era lo único que necesitaba ahora, que alguien me hiciera sonreír.
-¿¡estas bromeando, verdad!?- exclamo en shock y vi como todos los demás se amontonaban a escuchar la conversación.
-Quisiera pero no, resulta que Papá me comprometió con el hijo de uno de sus socios, su mejor amigo de New York, así que dentro de un mes me verán de blanco en un altar, frente a quien sabe quién.
-¿¡Eso quiere decir que ni lo conoces!?
-Exacto Dan-suspire- pero necesitaran algo más para hacer que me case no pienso hacerlo ahora y mucho menos por un matrimonio arreglado- sonreí maliciosamente- okay chicos necesitare ideas para que mi prometido me odie y no se quiera casar conmigo.
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Casados por obligación
Teen FictionPara Avril Douglas lo único importante en su vida era su escuadrón de amigos, su patinaje y sus padres. Hasta que es comprometida con James Scott sinónimo de arrogante, irritante, molestoso y orgulloso. Así viéndose obligada a casarse con el. ¿Podrá...