SIMPLEMENTE NO FUNCIONÓ.

El comienzo

Un joven de 18 años, alto, de ojos color café, cabello del mismo color, piel trigueña y fisionomía delgada llamado Sebastien Schneider luego de culminar sus estudios secundarios, se encuentra viviendo sólo en un departamento en la ciudad de Encarnación - Paraguay, comenzando sus estudios en la carrera de medicina dentro de la Universidad Nacional de Itapúa.
Se trata de un muchacho bastante peculiar, ya que en ocasiones, en la universidad se sienta al fondo, y con los auriculares puestos pasa largos ratos haciendo dibujos de garabatos y cosas poco normales.
Bien, ahora que ya saben básicamente de quien hablaré quiero decir que a lo largo de esta escritura se volverá muy tedioso escribir su nombre completo repetidas veces por lo que en ocasiones lo llamaré (Sebastien) y en otras sólo (S).
En fin, luego de pasar ya varias semanas yendo a clases, logra hacer amigos en el aula, por lo que comienza a salir y hablar con los demás con mayor frecuencia.
Luego de unos días, cierta compañera está de cumpleaños y decide festejarlo en una disco renombrada de la ciudad, a la cual invita a unos pocos amigos incluyendo a Sebastien. Llegada la noche, ansioso por saber que sucederá, viste su mejor atuendo esperando que algo interesante suceda en la fiesta.
Ya en la disco, previo al baile comienzan con una serie de rondas de tequila, entre otras bebidas, por lo que varios minutos más tarde Sebastien ya está un poco ebrio, lo que hace que ría y baile con más facilidad, así que trancurrido un largo rato S. comienza a fijar su mirada en una joven de cabello casi rubio, piel blanca y alta estatura que había pasado un buen tiempo cerca de él, formaba parte del grupo de invitados, pero no se había dado cuenta sino hasta entonces. Moría por acercase y preguntarle cuál era su nombre, pero aunque había bebido ya bastante, aquello todavía era algo que normalmente S. no haría, además el alcohol no mejoraría su capacidad de conversar con alguien, más bien la empeoraría, por lo que prefirió no hacerlo y seguir divirtiéndose con dos de sus compañeros que lo habían acompañado y olvidarse de aquella casi perfecta chica que estaba parada a tan sólo unos centímetros de él, hasta el punto que la perdió de vista.
Apenas unos minutos después, siente dos manos en su cintura, como si alguien desde atrás se estuviera sosteniendo para bajar un escalón, pero estas manos más bien lo acariciaban, así que se dió vuelta para ver quien estaba detrás suyo, y resultaba ser la chica por la cuál minutos antes las pupilas se le dilataban, y tan sólo se quedo allí, viéndola ir al baño sin mirar atrás.
Durante la noche, eso de tomarle la cintura por detrás para bajar o subir el escalón se repitió un par de veces por lo que S. ya había notado que ella también se estaba fijando en él, pero nuevamente decidió hacer caso omiso a esta situación y seguir bailando sólo.
No paso demasiado tiempo hasta que una compañera la trajo hasta él, e insistió en que bailaran y se conocieran, así que Sebastien ocultando la emoción y los nervios la tomó de sus caderas, y se pegó a ella. Mientras sus cuerpos se movían a la par, en varias ocasiones sus labios casi se pegaban, y no tardaron demasiado en besarse.
De lo poco que habían hablado durante el baile logró averiguar algunas cosas, como por ejemplo que su nombre era Sabrina Monnin, tenia también 18 años y vivía en la ciudad, también consiguió su número telefónico. Todo estuvo bien hasta que se sentaron a descansar, y le mencionó que tenia novio, por lo tanto lo que hacían estaba mal, así que S. sólo se despidió, y volvió a su departamento. Durante el camino hasta llegar no pudo dejar de pensar en aquella mujer, de verdad le había sacudido la cabeza.
Al día siguiente despertó, y lo primero que hizo fue escribirle un mensaje, ella respondió y conversaron casi toda la tarde, pero eso fue todo, luego de eso no volvieron a hablar hasta que 3 semanas más tarde Sebastien la llamó, y le sugirió ver una película en casa de ella, invitación que con gusto aceptó. Así comenzó esta relación entres dos chicos que solamente buscaban pasar el rato pero no sabían lo lejos que llegarían en tan poco tiempo.