Nada es como parece. (Niall Horan y tú)

Capítulo 35

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Me encontraba sentada en la taza del váter, pensando, aguantándome las lágrimas. Ver a Niall de pie, delante de mi, hablándome de sus sentimientos hacia mi, pidiéndome disculpas había sido demasiado para mi. ¿Por qué decía que me quería? ¿De veras sentía todo eso por mi? Hacía menos de una semana, me había dicho que no me quería, que yo nunca había significado nada para él y que yo era una puta, y ahora me decía que estaba enamorado de mi y que no quería perderme. ¿Le debería creer? Esto es demasiada presión para mi misma. 

La campana para ir al recreo no había sonado todavía, pero quedaría poco para que lo hiciera. Me levanté -todavía con la vista borrosa- y me miré en el espejo del baño. Mis ojos estaban rojos y aguados por todas las lágrimas contenidas, mis labios temblaban -al igual que mi pulso- y mi pelo estaba un poco despeinado. Parecía que me hubiesen pegado una paliza. Estuve aproximadamente unos cinco minutos respirando poco a poco -intentando tranquilizarme-. Una vez que las lágrimas desaparecieron y mi cara volvió a tener mi color de piel típico en mi, cargué mi mochila a mi hombre derecho y salí del baño.

El timbre acababa de sonar, y yo me encontraba caminando hacia la cafetería, donde allí seguramente estuvieran ya las chicas. Tenía que hablarles sobre el tema de Niall. Yo quería estar con él, pero mi subsconsciente me decía que él no era bueno para mi, que sólo eran problemas. Niall me había estado ¿engañando? No, no creo. Pero si que me había traído muchísimos problemas. Algo en mi, me decía que él me estaba diciendo la verdad, por la forma en la que sus ojos brillaban cuando me decía lo que sentía. Tenían un brillo como de esperanza. Tenían un brillo especial que había visto pocas veces en sus ojos. Sabía que a Niall le costaba hablar sobre sus sentimientos, él no es una persona muy sincera en ese tema, para que mentir, y que me dijera lo que sentía en público, me había hecho parar a pensar que tal vez él quería que todo el mundo supiera que él estaba enamorado de mi. ¿Pero y si no lo estaba? ¿Y si sólo me decía eso para después dejarme en ridículo? Lo único claro que tenía en ese instante era que mi cabeza iba a explotar. Estaba tan metida en mis pensamientos que no me había dado cuenta de que estaba en la cafetería sentada con todos, hasta que Sam pasó su mano por delante de mis ojos, varias veces. 

- ¿Estás ahí? Tierra llamando a ____. - dijo Sam acompañada de una sonrisa.

- Lo siento. - dije desviando la mirada mientras me ponía un mechón de pelo detrás de la oreja. 

- ¿Estás bien? - me preguntó Jackson. - Has estado muy seria desde que te has sentado. 

- Niall vino ayer a mi casa. -dije lo más rápido que pude.- Y ha hablado conmigo hace menos de una hora. -las chicas se callaron y me miraban fijamente. Tal vez debería habérselo dicho con un poco más de tacto pero estaba demasiado nerviosa como para pensar en lo que debería hacer en esos momentos. 

- ¿Qué, qué? - habló Ruth con la boca abierta. - ¿Habéis discutido? - negué con la cabeza a medida que notaba la mirada de todas mis amigas encima de mi. - ¿Y qué te a dicho? ¿Por qué fue a tu casa ayer?

- No lo sé. Yo estaba con Will en mi habitación y de repen... 

- ¿Quién es Will? - me interrumpió Maddy.

- Es el hijo de una "super amiga" de mi madre. Ayer por la noche mi madre y su madre prepararon una cena para que todos nos conociéramos. - expliqué jugando con los dedos de mis manos.

- ¿Y qué hacíais en tu habitación? - volvió a preguntar Maddy.

- Pues que mi madre me dijo que fueramos allí, para que nos conociéramos mejor y que nos hiciéramos amigos. ¡Yo que sé! Ese no es el caso. -las palabras se me trababan- Niall entró en mi habitación mientras yo estaba hablando con Will. Se pensó cosas que no eran y empezó a discutir con Will...