Ella era la chica más insegura, miedosa, complicada y tímida que alguna vez en mi vida había conocido. Me gustaba mirarle cuando no se daba cuenta, cuando estaba en su escritorio del club de escritura vagando entre sus sentimientos para saber que escribir.
Yo también soy parte del club de escritura solo que ella no se percata de mi existencia, y no precisamente porque sea yo un chico invisible o sea de los antisociales, simplemente éramos bastantes en el club, recuerdo el día que llegue aquí, nervioso y a la fuerza, mi madre me había obligado a venir, y no me lo tomen a mal pero, me gusta escribir, a decir verdad me encanta pero solo cuando siento la necesidad de hacerlo, deje de venir un tiempo pues todos se veían realmente en su lugar, y yo sentía que no encajaba, hasta que la vi a ella. Recuerdo el primer día que llego aquí, con una mirada llena de nerviosismo, analizadora y muy sonriente, se presentó con algo de timidez frente a todos pero no quitaba esa bonita sonrisa que tenía en el rostro.
Todos los viernes teníamos reunión, mostrábamos lo que habíamos escrito y si era muy bueno y nosotros autorizábamos el permiso, se publicaba en una página del periódico y en Internet. No les voy a mentir disfrutaba mucho los viernes por la tarde porque la veía a ella, sentada tratando de escribir con sus audífonos y su largo cabello recogido en un moño despeinado; no solo escribíamos ahí, también hablábamos de lo que nos pasaba, de cómo nos sentíamos y de lo que escribíamos.
Pero ella era muy reservada, cuando le tocaba hablar en ocasiones tartamudeaba y se sonrojaba, pero recuerdo que era una chica muy feliz, llena de alegría, ¡sí! tímida pero alegre, con una vibra bonita, fresca.
Aún recuerdo cuando sonreía, cuando hablaba con los demás, cuando se sentaba despreocupada con los pies arriba de la silla en flor de loto, ahora simplemente se ve más pequeña, más insegura, no sonríe, luce cansada, y el brillo de sus ojos desapareció dejando unas muy marcadas ojeras. La note semana tras semana así, hasta que comencé a investigarla.
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"El chico de las cartas"
Short StoryNada es coincidencia, ni casualidad en nuestra vida, todo pasa por algo , muchas veces no sabemos la razón por la que llegamos a las personas, tampoco sabrás cual es la razón por las que llegan a ti, simplemente hazlas sonreír, y mantén los ojos y e...