Capitulo 1

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Todo comenzó hace un par de días atrás, cuando conocí a aquel dios patrón de mi amada ciudad, cuyas murallas pueden tocar el cielo. Recuerdo que esa noche, al no poder dormir decidí caminar un rato por una de las muchas playas que se encontraban cerca del palacio en el que vivía junto a mis padres y mis hermanos.

Luego de un par de minutos caminando llegué a mi destino. Lo primero que hice fue, al sentarme en la blanquecina arena frente a ese calmado mar que se encontraba frente a mis ojos... sacarme las molestas sandalias que llevaba puestas.

Me quedé apreciando por un buen rato esa espectacular vista, pero esto fue interrumpido por algo o alguien, mas bien, una presencia extraña que inundaba el lugar. De la nada sentí un calor intenso a mi lado

-Hermosa vista ¿No lo crees ?-dijo una voz que me era irreconocible por lo que me giré

Era un muchacho de cabello rubio oscuro, hermosos ojos azules y de piel un poco más oscura que la mía(teniendo en cuenta de que la mía es de un blanco cadáver, ya que no salgo casi nunca de mi habitación)...pero, volviendo al tema que nos respecta; era perfecto

-...-estaba helada ante semejante figura, sentía que mi cara ardía con violencia cuando me encontré con esos imnoptizantes ojos

-jajaja,eres encantadora,Cassandra-rió al notar mi reacción

-¿Cómo sabes mi nombre?-me paré de golpe, algo confundida o ¿será embobada?

-¿Dónde están mis modales?-estrechó su mano-Soy Apollo,un gusto en conocerte

-*Okey...uno de los más importantes dioses del Olimpo está frente a mi...es totalmente normal, creo*-pensé-¿A que se debe esta visita?

-Quiero darte un regalo

-Así que... ¿dejó sus importantes asuntos divinos solo para entregarme un presente?

-Jaja,de veras que eres graciosa-se paró-no es cualquier presente, es un más bien un don, es el don de la profecía

-Bueno, no se que decir...espera ¿así como así me lo entrega?

-Además de hermosa eres muy lúcida, claro que para que te lo pueda dar tendrás que hacer algo por mi

-*Esto no resultará bien*-dije para mis adentros-Si es por ofrecerle un sacrificio, con gusto lo haré

-No, no es nada material sinó algo mas ¿Cómo decirlo? Provechoso

-No entiendo-de repente sentí como el calor aumentaba en el habiente

Se fue acercó lentamente hacia mí, por lo que yo iba retrocediendo cada vez más lejos de él, creo que, en el fondo, conocía sus intenciones conmigo-Te deseó-no podía creer lo que estaba escuchando de sus labios

-N-no puedo corresponderle-llegué a pronunciar con dificultad

Su rostro cambió de repente-¿Cómo que no me corresponderás?-frunció el seño

-Me convertiré en sacerdotisa dentro de unos días-por alguna razón cada palabra que pronunciaba era como una daga en el corazón-no puedo, lo siento mucho-bajé arrepentida la cara, temiendo de que me lanzara alguna de esas extrañas maldiciones que solía escuchar de las muchas historias que me contaban de niña

En el instante sentí que una mano cálida levantaba mi rostro para encontrarme, envés de una apariencia furiosa con una pacífica-Solo piénsalo ¿Si?

-De acuerdo

El solo se dedicó a sonreír mientras sostenía mi rostro con sus delicadas y vehementes manos-Nos estaremos viendo pronto, hasta entonces-me besó la mejilla-procura solo corresponderme a mí-y ¡poof! se esfumó en un polvo dorado

No podía creer lo que estaba pasando, acaso ¿había captado la atención de un dios? Y si ese era el caso, entonces... ¿me amaba?

-Esto si que fue algo imprevisible o más bien...raro

Me enamoro de un diosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora