Shining Shade [CANCELADA]

Capítulo 1

- ¡Haylee, despierta, llegarás tarde de nuevo! .-gritó Anne, entrando a mi habitación.

Sobresaltada, me senté en mi cama. Anne, mi representante y amiga desde que comencé mi carrera, abrió las cortinas dejando entrar los rayos solares matutinos por mi ventana.

- ¡Ah! ¡Quema! .-grité, protegiéndome con la sábana. Anne me arrebató la sábana blanca de las manos, dejándome sin protección.

- Lo único que quema es tu mal aliento.- jaló mi brazo hasta que logró que me parase.-Ve, báñate. Dejaré un lindo outfit encima de tu cama. En el jet desayunarás. Muévete.

Comenzó a teclear en su celular y tomar notas en su agenda. Mientras yo arrastraba mis pies hacia el baño.

Luego de hacer todo al pie de la letra como había dicho Anne, bajamos al hall del condominio donde vivía. Recuerdo aún el día que me dijeron que debía mudarme, fue un año después de haber vuelto a la casa de mi tía, primero me negué rotundamente pero luego mandaron a Blake, el único con el poder de hacerme cambiar de idea, a que hablase conmigo y me dijo que la disquera y el estudio de grabación estaban aquí en Los Ángeles, además era mi responsabilidad como nueva artista y blah blah. Es muy bueno convenciendo gente.

- El chofer te llevará a la pista, allí estarán Christian y Loren para ayudarte a elegir outfit y maquillaje.- se sacó los lentes de sol y me sonrío.- Estoy muy orgullosa de ti, mi nominada a los Billboard.- dijo para luego abrazarme.

Oh si, luego de firmar contrato mi primera petición fue que buscarán a Christian ya que solo el estaba permitido para poner cosméticos en mi cara.

- Gracias por todo, Annie Winnie.- dije apretando sus cachetes, ella odiaba ese apodo pero desde que escuché salir ese apodo de los labios de su abuela no salió de mi cabeza.

- Te odio.- dijo con el ceño fruncido y haciendo un mohín.

Anne era dos años mayor que yo, pero psicológicamente era treinta años más madura, bueno cuando era necesario que lo fuera.

- Nos vemos allá.- me dijo cuando el chofer llegó.

- Hasta luego.- le dije, dirigiéndome a la salida.

Mark y  Big J, mis guardaespaldas, me hicieron espacios para que pasara de la entrada al carro blindado. Subí y luego lo hicieron ellos.

- Buenos días, muchachos.- dije saludando a mis compañeros de trabajo. Los de la disquera les decían empleados, pero odio decirles así.

- Buenos días, señorita.- dijeron en coro.

- ¿Qué tal los niños, Mark? .-pregunte al guardaespaldas que se había sentado en la parte de atrás del auto conmigo, el otro está en el asiento de copiloto.

- Muy bien, gracias por preguntar, señorita.- dijo un poco apenado.

- No me digan así,- pedí riendo.- me hacen sentir vieja.- dije burlándome de mi misma.

El camino fue corto, al llegar de despedí de ellos y les dije que los vería allá. Subí las escaleras del jet saltando como una niña, entre y salude al piloto. Me dirigí a la sala de estar, ya que además de eso había un baño y dos camas mas atrás, allí igual se encontraba una cocina improvisada. Sentados en los sillones individuales estaban Chris y Loren.

- Por favor dime que aunque sea te lavaste los dientes.- fue lo primero que salió de la boca de Chris, aunque ni esperaba menos.

- Yo también te extrañé.- exclamé tirándome encima de él, como si fuera mi cama. Chilló y bufó en respuesta a mi acción. Loren solo reía y grababa para su snapchat.- Dime que te la pasaste genial en tus vacaciones.