A lo largo de la vida de Charlotte, su madre logró dejar las drogas y consiguió un trabajo decente para poder devolverle el dinero a Kevin aunque ya había discutido varias veces con su hija y con él:
-Mamá te he dicho que no se lo tienes que devolver, lo hizo porque quería ayudar, además el sólo quiere que seamos felices ambas.
Después de aquella operación lo difícil fue que aceptara a Kevin, incluso sabiendo que le pagó la operación, pero al final cedió y lo aceptó en la familia.
Charlotte quería descubrir algo y ese algo era saber quien le vendía las pastillas a su madre para poder llevarlo ante la justicia, no era tarea fácil ya que tenía que buscar más de lo esperado.
Y hoy empezaba su investigación en la que mejoraría el mundo un poco.
-Buenos días mamá, hoy saldré y volveré tarde, no me esperes despierta.
-Claro hija, disfruta del día.
No le contó a su madre que iba a buscar al narcotraficante ya que se pondría como una madre sobre-protectora,
Sabía que tenía que ir a la discoteca de Panda, el nombre era original pero más aún era que hubiera narcos vendiendo pastillas como el éxtasis,marihuana...
Tuvo que entrar por la puerta trasera ya que la principal estaba cerrada, antes de entrar vio que todo estaba asqueroso, basura por el suelo, latas o incluso preservativos usados.
-Buenos días, me gustaría hablar con Lucas, soy una cliente de ayer a la que le dijo que preguntara donde vive.
- Así que buscas a Lucas eh... Pues tendrás que darte prisa, ya que lo buscan muchos policías y está muy bien escondido pero de todas formas...- cogió una hoja y escribió la dirección- ve a este hotel, hay estaba alojado pero puedes preguntar por él en recepción.
-Gracias, hasta pronto.
Salió de la discoteca y se dirigió a el hotel llamado "La ostra dorada".
-Buenos días, deseaba ir a la habitación de Lucas Smoll.
Sabía que el narco no daría su apellido por eso debía fingir como ella sabía hacer.
-¿Es usted pariente o amiga de Lucas Smoll?
- Soy su hija, quería que cogiera algo que olvidó.
Le dio una llave con un papel en el que ponía: hab. 23.
Llegó a la habitación y al entrar vio que había mucha basura por el suelo y muchos papeles.
- Tendré que buscar por todos lados.- Cerró la puerta y empezó a buscar, se desesperaba porque no lograba encontrar nada.
Resbaló con una hoja y cayó.
-Me cago en... ¿Que es esto? Es... Un mapa donde tiene señalado el próximo lugar donde venderá pero lo mejor era que encontró una pastilla de eva.
-Esto será la prueba para que caiga.- Sacó la cámara y hizo varias fotos a la habitación.
Devolvió la llave y se llevó el mapa del narco y la pastilla.
Se fue a su casa y se encerró en su cuarto junto a Kevin planeando como cazarlo.
-No te dejaré ir sola, me importas y con ese tipo junto a ti no me puedo fiar, Charlotte sólo quiero estar contigo, por favor... Te quiero y si te pasa algo no podré perdonarme.
Charlotte le cogió la mano y sonreía con ternura.
-Siempre supe que estarias conmigo, no se como agradecerte que salvaras a mi madre, pero lo que sé es que te quiero y que sin ti no seré nada, si te dejo venir tendrás que soportar todo lo que me digan, quieras o no ya que no debe asustarse.
-Está bien pero- se acercó y la besó lentamente saboreando sus labios.- Pero si te hacen algo te protegeré y tendré que demostrarles quien es tu novio.
- Esta bien y por cierto. - lo besó y lo jaló hacia ella tumbadose encima de él y sonrió. -Te debo algo, pero mejor te lo daré cuando lo capturemos y ahora voy a prepararme, deberías hacer lo mismo.
Kevin se fue a su casa a prepararse y Charlotte se metió en la ducha pensado en una sola cosa: Acabar lo que empezó y eso sería hoy.
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La"Ultima Vida"
Teen FictionCharlotte, una estudiante de 4° Secundaria Obligatoria, con problemas de salud. Sufre a diario, ya que su vida no es tan admirable como la de cualquier alumno, pero un rayo de luz llega a ella, su vida podría volver a la normalidad... O tal vez no.