HISTORIAS DE UN COMIENZO

¿Tu?

Y de pronto. El ángel empezó a llorar desconsoladamente, el demonio la vio de reojo, suspiro y dijo con un tono molesto: ¡ya deja de llorar no soporto oírte! El ángel lo vio y le dijo: déjame en paz, tú no sabes lo que es que te odien todos a los que alguna vez amaste, que te culpen de algo que no has hecho, no sabes lo que es que te quiten tus alas por un simple error... Son cosas que un demonio como tú que nunca ha amado, que nunca a sido traicionado por alguien querido podría entender. El demonio la miro con dolor y le dijo: ¿De verdad crees que a mí me gusta estar aquí? ¿Crees que no sé lo que es el sufrimiento? ¿Qué no sé lo que es que te traicione alguien a quien amas? Ustedes los ángeles son todos iguales, creen que solo ustedes sufren, no sabes quién soy ni lo que he vivido para venir a decir eso, he vivido encerrado en este lugar durante miles de años, he sufrido y he vivido lo que es el dolor, el sufrimiento, la necesidad, he visto como miles de ángeles como tú caen en este lugar y creen que son los únicos que sufren, son unos mimados, vanidosos y egoístas que solo sirve para lamentarse, por eso nunca permanecen mucho tiempo en este lugar. El ángel lo miro con dolor y le dijo: déjame sufrir en paz. El demonio la miro con una mirada de lastima y melancolía, se acercó a ella, limpió sus lágrimas y le dijo: odio ver a un bello ángel como tú llorar, odio ver como un lindo rostro como el tuyo es manchada por lágrimas, además este lugar se alimenta del dolor de almas como la tuya, entre más débil te pongas más se fortalece. El ángel lo miro sorprendido y le preguntó: ¿Por qué me dices estas cosas? Se supone que eres un demonio ¿No deberías alegrarte de mi sufrimiento? El demonio la mira y dice: ¿De verdad no te acuerdas de mí cierto? El ángel lo mira y algo confundido le responde: no ,lo siento. El demonio se ríe en voz baja y dice: me lo suponía, ¿Cómo el ángel más hermoso que alguna vez he visto se podría acordar de mí? Un simple sirviente con el que solo cruzo palabra una vez. El ángel lo  mira y dice: ¿¡Tú eres!? El demonio lo interrumpe antes de que pueda terminar y dice: sí, yo soy ese sirviente el cual ayudaste. El ángel lo mira sorprendido y dice: ¿Pero tú qué haces aquí ? No deberías estar en este lugar ¿Que te pasó? ¿Que le pasó a tus alas, a tus rizos dorados, a tus ojos azules? Eres uno de los guardianes del cielo, no deberías estar en este lugar.