“Ahora si estaré cuando me necesites”
Suspiro mientras quitaba la última fotografía de Justin y ella de su habitación, la lanzo con dolor hacia la caja donde tenía todo lo anteriormente retirado y se sentó en su cama rosada matrimonial en la que ella y su antiguo novio solían pasar horas hablando, viendo películas e incluso estudiando. Tomo un plumón permanente color negro y se acercó a la caja para escribir: “A la basura” en una cara de la caja, sintió como una lágrima rebelde se resbalaba rápidamente por su mejilla y la quito bruscamente mientras un bufido se escapaba de su boca.
«No te atrevas a llorar por ese desgraciado» se recordó mentalmente.
Suspiro y tomo la caja mientras se levantaba, bajo las escaleras verificando que nadie la viese a donde iba con la caja y con un poco de dificultad abrió la puerta; al ver la puerta se sorprendió al ver a su ex-novio con un ramo de rosas y sus mejillas llenas de lágrimas. Este se sintió el peor humano del planeta al ver el ojo de su chica.
—¿qué quieres, Justin?—pregunto fría, incluso ella se sorprendió al escuchar el tono de su voz
—que me perdones—dijo directo mientras se acercaba a ella—no quiero que volvamos a estar juntos, sólo quiero que me perdones y aunque me duela... Quiero que seamos amigos—balbuceo mientras mas lágrimas se escapaban de sus ojos
—Justin... Sabes que por lo que hiciste será muy difícil que te perdone—dijo ella tratando de no derramar ni una sola lágrima—además te dije que no quería verte nunca más
Suspiro y vio como Justin veía la caja llena de cosas de ellos dos y cosas que el le había regalado, dirigió su mirada a la caja y se la entrego dejando caer finalmente las lágrimas en sus mejillas dando a entender que ya no quería aquellas cosas.
—ten—dicho esto, cerró la puerta y se dejo caer llorando directo al piso donde tomo sus rodillas abrazándolas y llorando desconsoladamente. Se detuvo al escuchar gritos del otro lado de la puerta, se levantó y vio a través de un pequeño hoyo como Justin le gritaba a un chico que estaba de espaldas a la puerta, después Justin se iba hecho una furia. Suspiro y se volvió a dejar caer, quería borrar todo lo ocurrido la noche anterior y se arrepentía por haberle rogado a Justin ir a aquella fiesta.
Seco sus lágrimas al escuchar el timbre de la casa y se levantó del suelo, se sacudió quitando el poco polvo de sus pantalones y la volvió a abrir.
Al ver a Jai frente a la puerta con una rosa, no le quedo de otra que hacer algo que enserio necesitaba y el era el único que podría brindarle: un abrazo.
—tranquila, todo estará bien, te lo aseguro—sintió como el chico besaba su cabeza con seguridad, no le quedo de otra que asentir
—¿cómo sabes que terminamos?
—Caitlin mandó un mensaje a toda la preparatoria—le confeso aún abrazado de ella, se separó de ella y se sorprendió al ver el ojo morado de la chica más hermosa del planeta, en serio le partió el corazón verla de tal modo
—¿ese maldito te hizo eso?—le pregunto mientras tocaba con la yema de sus dedos el ojo morado, ella asintió
—pero no hagas nada, no vale la pena—suspiro—¿has decidido ser un buen amigo?
—vine para quedarme querida amiga—bromeo haciendo reír amargamente a la chica—te prometo que ahora si estaré para cuando me necesites
