Narra Michie
Dolor.
Lo que sentía en ese preciso momento era dolor, decepción. ¿Por qué había hecho eso? Quizás reaccioné de forma indebida, sin embargo estaba segura que no merecía aquello.
¿Por qué?
Sentía tanta decepción y tanto coraje que dolía. Una presión constante en mi garganta que sólo se iría con días y días de lágrimas y llanto. Lo odiaba. Pero lo que más me dolía de todo aquello era el saber que aún lo quería, tanto que llegaba a odiarme a mí misma, ya sabiendo que sacarlo de mi cabeza y mi corazón no sería tan fácil.
Es decir, ¿Cómo olvidar a quien creías que era el indicado? El primero que te hizo sentir cosas nuevas y lo que creías que era verdadero amor. Sentir que al verlo un vuelco en el estómago se generaba y ni hablar de cuando te brindaba una sonrisa, sólo a tí. Cada toque, cada mirada, roce y beso no se irían tan fácilmente.
¿Cómo olvidarlo si fue mi primer amor?
-Okay, ya estamos aquí.
Observé a mi alrededor el lugar. Aquél lugar donde tantas veces pasé mis noches con alguien a quien no le importo cuando yo recuerdo todos los métodos de escape que tuve que crear para sólo tener un tiempo para él. En este lugar.
Lo peor de todo es que él no me obligó a nada, yo sola me até. Yo sola armé este desastre llamado amor en mi cabeza. Y entonces es ahí cuando yo pensaba y me preguntaba porqué lo hacía si nunca fui relevante en su vida. Con qué necesidad de jugar conmigo e ilusionar con algo que iría a la nada.
Sólo fui un maldito pasatiempo.
-¿Qué es lo que quieres hacer?
Caminé decidida -sin pensarlo demasiado, realmente- hacia la cocina de Brady y lancé al suelo lo primero que alcancé. Era una pequeña fuente que parecía de madera pero al parecer el impacto contra el piso no fue suficiente para que éste se quebrara en pedazos. La presión constante en mi garganta no pudo ser contenida por más tiempo entonces sólo comencé a soltar sollozos.
-Se supone que esto debía romperse. -bajé mi mirada hacia el recipiente bajo mis pies mientras dejaba mis lágrimas salir.
Oí un par de pasos acercándose y luego un vaso de cristal cruzó por mi panorama visual.
-Ten. Quizás esto te sirva.
Llevé mis ojos hacia los de Chris, incrédula, por unos segundos y luego lo tomé haciéndole caso. El vidrio en mis manos sólo duró unos segundos antes de estallar en pedazos contra la pared junto al castaño.
-Muy bien, pero intenta hacerlo un poco más lejos de mí. -reí.
Luego de un rato me veía rompiendo todas las cosas de cristal allí con ayuda de Chris, quien me apoyaba e incentivaba a romper todo lo que pudiese. Creo que está demás aclarar que todo quedó hecho un desastre en la cocina, ya que admitía que no podía hacer más con la sala y la habitación, eso había sido un buen trabajo por parte de los chicos.
Me dejé caer sobre el sofá y contemplé bajo la oscuridad el apartamento. Creía conocer cada rincón de este lugar, tantas veces siendo yo quien pasaba tiempo aquí junto a Brady. Creía saberlo todo, conocerlo todo, conocerlo a él; siete meses deberían de ser suficientes para saber si alguien podría llegar a engañar luego de hacerte parte de su vida. O al menos hacerte creer eso.
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Un Plan Desastroso ©
Novela JuvenilA ver... ¿Cómo reaccionarías si, en un momento de sospechas decides seguir a tu padre y, en ese destino te encuentras con lo que será el encargado de arruinar tu vida? Y no, no hablo sólo del hecho de descubrir que tu padre tenía una novia secreta y...