Primera Primavera a tu lado.

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Jin amaba el olor de la primavera, y también sus sonidos.

Era agradable escuchar el cantar de los pájaros mientras caminaba, o simplemente sentarse a observar el paisaje lleno de flores de todos los colores. Pero, sobretodo, amaba cerrar los ojos, tumbado en el campo, disfrutando de la hierba acariciando su piel suavemente por el movimiento que el soplar del viento ocasionaba.

Notó un movimiento sobre él y a continuación un molesto dedo estaba toqueteando su mejilla.

-Jin, ¿Qué haces? - Jin abrió los ojos y se encontró con su sonrisa, la sonrisa que es capaz de quitar el aliento a muchas personas y que también quitó el propio.

-Oh, Suga... Estaba descansando. - Volvió a cerrar los ojos, queriendo que el menor le dejase en paz, pero no lo consiguió. Suga se sentó a su lado, observándole en silencio al principio, pero luego se cansó y buscó entretenimiento en recoger flores rosas para hacerle a Jin una corona.

-¡Jin! - Suga casi corrió hacia él cuando por fin acabó de hacer su corona de flores. - Para ti.

El mayor se incorporó un poco y cogió la corona con cierto reparo, no le gustaba mucho el rosa, por no decir que lo odiaba, y Suga lo sabía. 

- Póntela, pero con cuidado. - Mandó Suga - La hice yo.

Jin suspiró y obedeció los deseos del menor. Subió delicadamente la corona hasta su cabeza y se la colocó perfectamente, sin que se rompiera ninguna de las pequeñas flores. Miró a Suga con un leve sonrojo en sus mejillas, y este le dedicó una media sonrisa.

-Te queda hermosa. - Suga agarró a Jin de los mofletes y deslizó su mano, acariciando su mandíbula, hasta llegar a agarrar su barbilla para levantarla levemente. - Te sienta bien el rosa, Jin.

Un estremecimiento recorrió el cuerpo de Jin por las caricias de la mano de Suga en su barbilla y cerró los ojos, avergonzado. Entonces fue cuando sintió los labios cálidos de Suga en los propios, y un suspiro abandonó su boca antes de devolver el beso.

Cuando abrió los ojos, Suga ya estaba de pie, y su odio por el rosa había desaparecido. 

-Suga, creo que quiero una camiseta rosa. - Este comentario provocó una pequeña carcajada en Suga e inmediatamente Jin se contagió de su alegría.

Con la ayuda de la mano de Suga, Jin se levantó del césped, descalzo.

-Jin, ¿Qué te he dicho de salir de casa sin zapatos? - Señaló Suga al fijarse en ese detalle que antes se le había pasado. Enganchó el brazo de Jin alrededor de su cuello y colocó las manos en la parte trasera de sus piernas para levantarle a modo princesa. - Te tendré que llevar yo a nuestra casa, princesita. - Añadió, burlón.

- ¡Bájame! No necesito tu ayuda, estaba muy bien tumbado yo sólo... - Suspiró, golpeando suavemente el pecho de Suga.- ¡Además, no me llames así!

-Pero no quiero que estés sólo, princesa. - Comenzó a caminar hacia la pequeña casa que ambos tenían, alejada de todo y de todos. Sólo ellos dos.

Jin empezó a no parar de moverse entre sus brazos, haciendo que Suga resbalase y acabase en el suelo con él encima suyo. Una sonrisa de victoria apareció en la cara de Jin cuando se vio en clara ventaja.

-¿Ahora quien es la princesa? - Besó los labios de Suga rápidamente, bajando su mano hasta tocar la entrepierna de Suga, que no pudo contener un jadeo. 

-Lo sigues siendo tú. Y eres una princesa mala, Jin. - Suga miró a Jin con deseo pero este le dedicó una sonrisa inocente y se levantó de encima suyo, provocando que Suga soltase un quejido involuntario.

Jin miró, ahora de pie, como el sol se ponía lentamente, aunque la propia luz del sol le cegaba un poco las vistas. El contraste de colores era claramente asombroso: las flores coloridas ahora cogían un color más anaranjado y rojizo y las hojas de los árboles parecían de plástico bajo el color de esa luz.

- Me gusta la primavera. Fue la estación en la que te conocí, Suga. - Jin sonríe mientras recuerda con melancolía y cariño su primer encuentro un año atrás, en una cita a ciegas a la que sus amigos le obligaron a ir. Suga miró el rostro de Jin con secreta admiración, rodeando la cintura de su amado con un brazo y dedicándole una de esas muchas otras sonrisas que sólo le dedicaba a él, a su amado Jin.

Primera Primavera a tu lado - #BTSAwards17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora