Survivors - Glenn Rhee y Lexie Lutz (Glexie)

|19| - Woodbury

Chelsea me acompaña a la armería. Ella no sale de Pinan, pero es muy conocedora de armas, así que me ayuda a elegir lo que estaremos llevando con nosotros a Woodbury. Aunque Amy y yo estábamos un poco distanciadas, el habernos reunido con Rick y los demás nos había acercado un poco, y nunca en la vida la dejaría bajo las garras de esos hombres, ni a ella, ni a las demás chicas.

—Voy a traerla de vuelta —me prometo a mí misma frente al espejo.

Mi corazón esta tan acelerado que puedo sentirlo detrás de mis orejas. Mis manos están sudorosas y la cabeza me quiere estallar. He estado sintiéndome mal desde hace algunos días ya, pero ahora no podía soportar los síntomas del resfriado que estaba experimentando.

Tenía algo de fiebre, y de escalofríos. Voy a la enfermería antes de reunirme con los demás y tomo un poco de medicina. Me llevo la siguiente dosis en uno de mis bolsillos para tomarla más tarde.

Nos reunimos en el mismo lugar de siempre. Se repasa el plan y la estrategia que Blake ha propuesto y se discuten las órdenes que se estarán siguiendo. Emprendemos el camino a Woodbury cuando ya no hay dudas, y la forma de proceder ha quedado clara.

Aunque estoy sudando, tengo muchísimo frío, y un dolor fuertísimo en mis huesos. Intento ocultarlo lo más que puedo, pero Blake no deja de mirarme extrañado, y le sonrió para que no lo note.

Bajamos de los autos en un perímetro seguro. Nos acercamos caminando porque es lo mejor para no ser descubiertos antes de tiempo.

Marcos nos guía por la ruta de exploración que utilizo la última vez que estuvo por esta región. Nos detenemos cuando podemos observar la cerca rota que fue reparada por la tela metálica.

Escucho las risas de los niños que atraviesan los muros de la comunidad. Sabíamos que esta comunidad en específico, había tratado de mantener al máximo la esencia del mundo de antes, pero no me imaginaba que fuese hasta ese punto.

—Tienen escuelas, un supermercado local, un pequeño hospital y algunos restaurantes —menciona Marcos—. Están ajenos al mundo que les rodea.

—¿Estás bien? —Pregunta Blake frunciendo su ceño. Toca mi frente y me muevo para que no pueda sentir la calentura de mi piel, aunque ocultarlo es imposible—. Estás sudando frío —Blake da la orden para que avancen para romper la tela metálica.

—Estoy bien —respondo antes de que llame la atención de los que se han quedado—. Me encargue a tomar una dosis de medicina antes de venir. Me sentiré bien dentro de poco. Puedo soportarlo, Blake. Tengo que soportarlo —me mira preocupado—. Necesito que las niñas regresen a Pinan. Necesito que vuelvan a casa sin un maldito dedo encima.

—Lo sé, Lexie. Aun así eres una persona. Quédate con los de vigilancia. Deja que los chicos y yo nos encarguemos de traerlas de vuelta —me abraza.

Por un momento pienso en aceptar su propuesta. Los pies me pesan y el dolor en mi cabeza no me deja pensar con claridad. Pero no la acepto. No puedo arriesgarme a que salgamos lastimados de aquí porque Blake o alguno de los demás se niegue a halar del gatillo si es necesario.

—Gracias por la propuesta, pero puedo hacerlo. No. Tengo que hacerlo. Blake, yo prometí que cuidaría a Amy con mi vida, y no pienso faltar a mi palabra. Mis padres me enseñaron a cumplir mis promesas siempre, aun cuando el tiempo libre que tenía no era mucho.

Sus ojos color miel me analizan. Estoy preocupada. Quizás debí pensarlo un poco mejor y debí pedirle algo de ayuda a Rick y a los demás. Aunque suene egoísta, superar una pérdida del grupo de Rick, hubiese sido mucho más fácil para mí.

Me concentro y observo a Marcos y algunos otros cortar la tela. Esta comunidad esta tan patéticamente alejada del mundo en el que vivimos ahora, que sinceramente se puede esperar cualquier cosa. Seguramente las personas que viven ahí, no tienen idea de las porquerías que hace su líder mientras ninguno ve.