Era una vez una chica llamada Daniela, era una chica muy estudiosa y preparada para la secundaria, pero en su vida personal era un total desastre, no era una chica muy extrovertida, le encantaba cantar, pero ella lo hacía para ocultar el aturdidor silencio que la rodeaba. Al parecer Daniela tenía una especie de maldición que la hacía ser muy mala candidata para ser novia de algún muchacho, esta maldición también incluía aburrir totalmente a sus amigos, no saber romper el hielo y hacer que todo el reino se congelara con sus poderes de aburrimiento. Las amigas que tenia Daniela eran personas muy sociables, que hablaban con ella para que no se sintiera tan sola, pero Daniela siempre encontraba la manera de congelar las relaciones con su corazón de hielo y mirada atemorizante, de alguna u otra forma ENCONTRABA la manera de irse alejando poco a poco de las relaciones, Daniela siempre fue muy reservada y hasta parecía poseer un altar ego, era una chica desolada, que inspiraba paz cuando su intención era animar a la gente; mucha gente en el reino tenía el poder de despertar a la gente del maléfico aburrimiento al cual eran sometidos por Daniela, como era el caso de Rasputia una chica con dos grandes razones y una carisma envidiable, Rasputia tenía paso firme y a cualquiera le sacaba una sonrisa, claro que Rasputia y Daniela se conocían desde hace muchos años, a pesar de que Rasputia era muy sociable no buscó la manera de acercase a Daniela para evitar ese aturdidor silencio al cual era torturada todos los días de su vida, donde se encontraba, parecía haber mucho ruido, pero el silencio siempre se salía con la suya, Rasputia y Daniela eran amienemigas, no eran las mejores amigas, pero entre ellas había un lazo, un protocolo que debían seguir, dadas las situaciones, Daniela sentía Celos de Rasputia por siempre salirse con la suya,lograr tener al chico que quisiera, por tener esa espectacular forma agridulce de ser (que a veces la empalagaba o simplemente la hacia sentir desesperada) y respectivamente Rasputia de Daniela, la mejor forma de dejar salir ese veneno por parte de Rasputia era destruir a Daniela con las palabras, era una arma fácil que Rasputia sabía usar muy bien, toda su vida la había usado, estaba experta en la materia, mientras que Daniela no le gustaba el veneno en esa forma, prefería tragárselo, y aunque se muriera por dentro, siempre a Daniela la acompañaba una sonrisa como respuesta al arma de Rasputia.
ESTÁS LEYENDO
Maldita
Teen FictionDaniela una chica que sufría de una maldición, que ella misma causaba.