Un Corazón Reprimido.

Años Atrás...

ENERO 10, 2007

Una decisión difícil debía de tomar, si comprarme los Flips de dulce de leche o unos de chocolate. Ambos eran mis favoritos, pero eran deliciosos, opte por la opción de escoger el dulce de leche, me giré rápidamente y camine por los pasillos abarrotados de alimentos en el supermercado... Yo podría ser feliz en un supermercado como este hay de todo. Mi Venezuela mi querida Venezuela, cuanto te amo. 

Escuche lejos la voz de Ed, mi mejor amigo.

-¿Me ibas a dejar acaso Leonel?-me alcanzó, estaba empujando un carrito de del super,  lleno de muchas chucherías. 

Niños de 7 años, permiso concedido por nuestros padres, maratón de nuestra serie favorita... Es lo mejor que podía pedir.

-Iba a hacer la cola-respondí-, recuerda que adelante tenemos personas que tienen un mercado completo.

-Si, si, lo sé. Solo quería ser dramático-Ed me guiña el ojo, yo le zarandeo el cabello naranja rojizo que posee. Luego le golpeo con la caja de Flips. Él se queja, mientras que yo me río. 

Salimos del supermercado, eran las 10 de la noche, no había ningún peligro en ningún sitio. Caminamos por las calles solitarias mientras en mi meten vagaban los pensamientos sobre lo que sucedería en un futuro. ¿Me apartaría de Ed? ¿Conoceré a alguien mucho mejor que él? Es mi mejor amigo, nunca pero nunca lo perdería ni me olvidaría de él... Y me sentiría totalmente devastado si desapareciera de mi vida... Es como si Ed fuera mi respiración...

Okey, eso sonó muy raro, pero eso la realidad, Ed desde que tengo memoria siempre ha estado allí en los momentos mas importantes de mi vida, ejemplo cuando por primera vez me raspé la rodilla mientras bajábamos una colina de asfalto a toda velocidad de nuestro monopatines, que rodé, gire y quede todo enredado con el monopatín, parecía un cordón de zapatos amarrado al patín.

O como aquella vez cuando di mi primer beso, él estuvo presente en la graduación de Fabiana. Fue un viernes por la noche... Y no recuerdo si lo hice bien. Me supuse que no lo hice, por que la chica, mas nunca me volvió a escribir.

Eduardo, o como yo le digo "Ed", estudia conmigo en mi colegio. Ya dentro de 3 años nos toca la gran prueba que nos alborota a todos los chicos: El Test De Universidad; una prueba donde tienes que responder 100 preguntas inteligentemente y con tu decisión para saber en que universidad quieres quedar y que carrera quieres cursar.

Mientras caminamos por las calles solitarias de mi pueblo, cualquiera podría pensar que somos unos subnormales por caminar a estas horas, alguien nos podría robar o matarnos, pero vamos... Estamos en Venezuela eso no sucede. Las calles están iluminadas por los postes de luz anaranjada que nos reflejan nuestro camino. Al llegar a mi casa abro la única cerradura que tiene la puerta principal, Ed entra con el montón de bolsas llenas de chucherías con las que arrasaremos esta noche. Mi madre ve el momento cuando entramos al cuarto, y antes que cierre la puerta ella la detiene con la mano.

-¿Gastaron mucho dinero en golosinas? Por dios, las caries que le saldrán en los dientes no serán normales niños, les dije que en la noche no pueden comer tantas golosinas, se van a enfermar solo les advierto-nos regaña mi madre.

-Mamá, es solo una noche, ademas, es el maratón de "No le temas a la oscuridad", nuestro show favorito de terror juvenil, no sabes cuantos chicos del colegio y de todo el mundo están viendo esto juntos. Agradece que no hiciéramos como Deivis-dije mientras encendía el aire acondicionado.

-¿Deivis?¿El chico que me dijiste la otra vez, que quiso quitarte los apuntes y te llamo marica, al final terminaste con los dos ojos morados?-recordó mi madre.

-Mentiroso, me habías dicho que tu fuiste que le dejaste el ojo morado, y esos morados fueron por que no dormías-comentó entre risas Ed.

-Morado te dejare yo el ojo-dije avergonzado-, Mamá ya puedes dejarnos solos ¿Puedes?

-Pues no estarán del todo solos-dijo ella con una sonrisa. Intercambie miradas con el ceño fruncido con Ed, que ya se estaba quitando los zapatos-, ¿Te acuerdas de la vecina Ñaña?-asentí. ¿Que tiene que ver ella con nosotros?-, pues salió de viaje y no encontró con quien dejar a su nieta Dany-debajo del brazo de mi madre se asomo Dany. Una chica de cabello negro y ojos marrones, era muy bonita. Pero me daba risa, ya que le faltaban los dos dientes de al frente, mientras que Ed y yo teníamos los dientes perfectos, ya se nos habían caído todos pero todos nuestros dientes de leche.-Y me pidió el favor, para que la cuidara... Y Dany me comentó que también ve ese programa...

  - No se preocupen chicos- habló Dany. Esta niña siempre la había visto cuando caminábamos por las calles y llegábamos a mi casa. La veía jugando con carros, con montañas de tierra, con baldes de agua, pero nunca, nunca, con muñecas Barbie... Que extraña esta niña. La niña se colocó delante de mi mama y saco algo de su espalda-, yo también traje mis chucherías.

- Pero no sean malos y compartan entre todos. ¿Okey?-nos recordó mi Mamá a todos.

-Si Mamá...-respondí.

-Ya señora Ramirez, discúlpeme, pero puede retirarse del cuarto que ya va a empezar el programa- se levanto Ed haciendo una reverencia a mi madre. Mi madre y yo intercambiamos una carcajada. Y luego Dany... Que se río bajo, la miré y se sonrojo. ¿Que le sucede? Mi mamá se va, apaga la luz y cierra la puerta.

Mi habitación queda iluminada por la luz del televisor, me monte en mi cama, Ed como siempre su cabeza la cuesta sobre mis piernas. El opening del show comenzó, Ed y yo cantamos al unisonó mientras tarareábamos. El capítulo de hoy se titulaba "El Títere". Empecé a abrir el paquete de Ruffles, mientras que Ed el de Doritos. Habia algo que sentía en mi pecho, una incomodidad, miré a Dany, estaba levantada, aun parada, viendo el show desde allí, no se había movido desde que mi Mamá había cerrado la puerta.

-¿Te puedes sentar sabes?-le dije. Ed estaba ya acurrucándose en mis pies. Coloco su cabeza en mi entrepierna-, mira Eduardo López, tu me llegas a golpear otra vez en mi tesoro, y te saco a patadas de mi casa.

  - ¿Tesoro?- preguntó la chica. Ed estaba riendo, mientras le señalaba su entrepierna- oh... Ya. ¿Donde me puedo sentar?

-Ven, siéntate junto a nosotros, con tal y no grites. 

-Vale...

Dany se sentó, saco sus chocolates y comenzamos a ver nuestro programa favorito...

Me desperté y tenia a Ed durmiendo en mi pierna, abrazándola como si fuese un peluche, mientras que Dany estaba acostada en mi hombro, con su cabeza. Algo sucedió en mi, que anteriormente me había sucedido pero no tanto... Pero creo que ya se que es. Las envolturas de todas las chucherías están dispersadas por todo mi cuarto. Y pensar que gastamos solo 200 bolívares en mas de 100 diferentes chucherías... Mi país es el mejor, tiene la mejor seguridad, tiene el mejor gobierno, tiene las más hermosas playas, parques, todo, pero todo... No hay nada que pueda destruir mi país... Nada. Se consigue todo. A un buen precio para todos, nada alto simplemente justo. Un paquete de Pepitos 10 bolívares. Chocolates, 5 bolívares. Las universidades, según mis padres, dicen que son lo mejor, con la mejor educación y terminabas de graduarte muy bien. Recordé una conversación donde hablaban de que iban a conseguir todas las medicinas para mi abuela, que todas estaban en la esquina, que se sentían totalmente aliviados, pensaban que les costaría mucho trabajo. El salario, les alcanza para todos, tanto que cada vez tengo como los diez nuevos videojuegos  que se han estrenado, y cada año me compran las consolas de la actualidad...

Venezuela... Cuanto te amo. Esto si es vida... Leonel Ramirez... El chico que tendrá un gran futuro... Si...