Después de la inservible y estúpida guerra mágica estoy viviendo mi vida.
Todos esos años anteriores en donde me creía más importante que el resto sólo por la sangre que corre por mis venas, manchan y mancharán para siempre mi reputación y la de mi familia.
Pero eso es lo de menos. Ahora lo más importante para mí son las personas que me acompañan en la vida.
¿Quién lo diría? A Draco Malfoy le importa otra vida que no sea la suya.
En realidad, son dos vidas, y me importan más que la mía.
Esas dos vidas, son las que me llenan de un sentimiento que yo creía que no existía: amor.
Esas dos vidas son las que con su mera existencia alegran la mía.
Esas dos vidas son las que llegaron a cambiarme rotundamente.
-Hola Draco-dijo mi vecino al tiempo que regaba las plantas de su jardín y yo trataba de abrir la gran puerta de mi casa para estacionar el auto
-Hola, señor Kodak ¿Cómo está?
-Bien, muy bien. ¿Y tú? ¿Y la familia?
-Muy bien. ¿Y la suya?
-Bien. Hablando de mi familia, la semana entrante es el cumpleaños de Ethan y quiero regalarle una camioneta. ¿Será...?
-Por supuesto. Cuando quiera pase por la empresa y lo atenderé yo mismo
-Oh, gracias. Lo haré
-Bueno, que tenga un buen día-dije abriendo la puerta de mi auto para estacionarlo dentro.
-Igual a tí
El señor Kodak es dueño de una importante industria de aviones en el mundo . Además, su familia paterna es dueña de empresas de cámaras fotográficas.
Yo, con lo que quedó de la fortuna Malfoy, compré todas las acciones de una marca de autos, y ahora soy el dueño. Y sí, de nuevo soy millonario. Viejas costumbres, supongo.
Entré a la casa y me dirigí a la cocina, de la cual se despedía un aroma exquisito
Y ahí fue donde una sonrisa boba apareció en mi rostro.
Ella estaba de espaldas a mí recostando su cintura por la mesada al tiempo que cortaba quién sabe qué vegetal. Yo sólo podía verla a ella y a sus suaves movimientos.
Hermione Jean Granger era la dueña de una de las vidas por las cuales yo sonreía.
Me acerqué, y la abracé por detrás. Le besé la mejilla y luego proseguí con su delicado cuello.
-Hola
-Hola.-contesté-estás hermosa
-Eso me lo dices siempre
-Porque siempre estás hermosa
Ella sonrió y después ensanchó su sonrisa
-¿Qué?
-Tengo 2 sorpresas para tí
-¿Ah sí?-dije mirándola-¿Cuáles son?
-Ahora no te las puedo decir
-Okay...¿Dónde está...?
-Durmiendo-me interrumpió-Ve a bañarte primero
-Bien, mamá
-¡Draco!
Sonreí y luego fui a bañarme.
Y la respuesta a la pregunta de si soy un dominado, es sí. Estoy completamente dominado.
Después de darme una ducha, recorrí la casa buscando la habitación que quería.
Entré a ella, y lo primero que vi fue a un bebé rubio como yo durmiendo en su cuna.
Él, es el dueño de la otra vida por la cual sonrío. Mi hijo, Ossian Malfoy.
Me quedé observándolo durante unos minutos hasta que se movió y volví a la realidad.
