Los dos días establecidos por el mago pasaron, lentos y abrumadores.
El pequeño mago esperaba ansioso el reencuentro con el detective siendo acompañado por esos niños que insistían en investigar algún tipo de crimen.
—Conan, ¿Crees que Haibara quiera venir con nosotros? - la inocente voz de la pequeña llamó su atención.
Miro a los tres niños antes de responder.-No estoy muy seguro. - confesó.
—No es un no- hablo el mas flaco cuyo nombre había olvidado haciendo que lo otros dos sonrieran animados.
—Rápido, Conan - dijo la niña tomando su mano y echando a correr junto a los otros dos.
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Cuando llegaron a la casa del profesor Agasa, la pequeña Haibara los miro con curiosidad.
El hombre se acercó a los niños y saludó a cada uno antes de dirigirse a él.-Shinichi está esperándote en la sala.- dijo recibiendo una mirada curiosa por parte de los niños.
Él asintió y vio como el anciano le hacía señas a Haibara para que se acercara.
-Niños, ¿por qué no van a dar una vuelta? Necesito la ayuda de Conan por un momento.
-Pero queremos ir con él - dijo Ayumi.- No podemos ser la liga de detectives si nos falta uno. Mitsuhiko, dile
-¿Qué harán? ¿Podemos ayudar también? - preguntó el nombrado.
-¡si! Así terminará más rápido y Conan podrá ir con nosotros.- dijo el otro con ánimo.
-No. - habló al fin Haibara haciendo que los niños la miraran- Seguramente solo estorbaremos, no podemos intervenir. Ya Conan nos dirá que era eso tan importante. No se llevará el crédito esta vez. Oh, y como castigo llevará nuestras mochilas de regreso a casa - y como si sus palabras surgieran efecto, los niños abandonaron el lugar contentos.
—Que injusta, y yo que iba a agradecerle por su ayuda - susurró el niño al ver que no pudo negarse. La castaña lo miro sonriente antes de ir con los demás.
- Perdónala, supongo que es su forma de vengarse por no poder estar presente. Últimamente a estado muy interesada en su caso.
Asintió y sin tener más opción, se aventuró en ir a la sala. De inmediato identificó al detective quien luego de encontrar su mirada, dejo de dar vueltas a la sala para sentarse una vez más.
—Jii volvió anoche de su viaje- habló por fin.
Tras la mirada impaciente del ahora mago siguió hablando;
—La encontró. Kudo, Jii descubrió donde tienen la joya.
—¿tienen? - preguntó su contrario en medio de su felicidad.
—Lamento decir que mis sospechas estaban en lo correcto. Al parecer, la joya a sido enviada a uno de los maleantes más buscados. Jii cree conocer su ubicación, al menos hasta los próximos tres días.
—¿Qué? - el detective había perdido la emoción de hace un momento tras entender que el recuperarla no sería sencillo. —¿Qué sucederá en tres días, Kaito?
El ahora niño se mantuvo en silencio por un momento, intentando procesar las palabras dichas por el detective.
"Kaito" las únicas veces en las que lo llamaba así era cuando estaba disfrazado de su alter-ego Kaito Kid.
Pero estando así, jamas lo había llamado directamente por su nombre.—En tres días.. - susurró tras salir de su pequeño trance — Nozomi Ren , quien posee la joya en este momento, al tercer día la venderá. Y si eso sucede entonces volveremos a perderla. Y si la joya sale del país entonces encontrarla será como buscar una aguja en un pajar.
—Ya veo.. - susurró. Su expresión se torno seria, distante. Analizaba cada una de sus opciones pero no lo llevaba a nada concreto. La posibilidad de perder la joya lo frustraba más que dejarlo todo a manos del anciano sin poder hacer nada.
—¿Qué sucederá después? - preguntó el científico metiéndose en la conversación.
Ambos dirigieron su mirada al mayor sin comprender el sentido de su pregunta.
—Una vez que todo esto termine. ¿Qué sucederá entonces? Lo atraparás ¿no?
Una buena pregunta. Una a la que creía ninguno tenía la respuesta.
¿Seguirían con sus vidas como si nada? ¿Qué pasaría entonces? El detective le aseguró que no lo delataría a la policía, pero ¿y si era por qué no tenía pruebas? ¿Qué pasaría cuando las consiguiera? Estaba seguro de que lo seguiría y es por eso que, cuando todo acabara, debería asegurarse de ser más cauteloso.
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—¿De verdad serías capaz de hacerlo? - preguntó el niño. Era la segunda vez que se colaba en la que ahora era su habitación.
Lo miro sin comprender, ¿qué quería decir con eso?
—¿A qué te refieres? - quiso saber en lo que se sentaba en la cama.
El niño seguía en la puerta, mirándolo seriamente.
—¿me entregarías a la policía?
Cruzó sus piernas sentándose como un indio sobre la cama, le hizo una señal al infante para que se acercara, y algo indeciso, después de unos segundos por fin se acercó a el.
Lo miro antes de tomar sus manos y tirarlo hacia si. Había logrado una posición algo incómoda al ponerlo encima suyo, tal vez no debió hacerlo.
—Me has dicho.. - comenzó a hablar de forma costosa, se había puesto nervioso sin razón alguna y quería salir de su situación, aunque haya sido él quien la haya provocado. — tus razones para seguir con esto, tal vez no sean tan buenas como para que las autoridades las acepten, pero tampoco no son suficientes para que no lo hagas.
—Eso no responde a mi pregunta - habló el niño, no lo había mirado en ningún momento, se mantenía inquieto, dirigiendo su mirada a un costado.
—Si no es suficiente no solo no te intentaré atrapar, aunque tus acciones te conviertan en un criminal, cuando todo esto acabe no te dejaré solo con esta carga. - sus palabras parecieron sorprender al mago. Dirigió una de sus manos a su rostro y lo giró con delicadeza haciendo posible el contacto entre sus miradas.
—¿Qué.. Qué quieres decir con eso? - lo miró por unos segundos aún con su mano en su rostro y sonrió.
—Eh dicho que... Quieras o no, ya soy parte de esto. - Habló dedicándole su sonrisa más inocente. —te lo explicaré. Tu lado es el malo y el mio el bueno, a la vista de la policía así son las cosas. - dijo tomándose unos segundos para pensar como decirlo.
Y al ver que su contrario iba a hablar, lo interrumpió colocando su dedo en su boca para que hiciera silencio, cosa que hizo sin rechistar.—El "lado de Shinichi", "el lado de Kaito"... - dijo tomando ambas manos del menor y simulando que cada mano era un "lado"— Ahora eso ya no existe. ¿Sabes? Si no puedo hacer que dejes esta vida, llevarte a "mi" lado, entonces iré al "tuyo". - finalizó cerrando la mano que simulaba su lado de forma que le hiciera entender que ya no existía.
—No tienes que hacerlo- dijo con sinceridad anteponiendo los ideales del detective, estaría en constante peligro si descubren que tiene relación con el mago.
—Adivina Kaito, ya lo he hecho
Algo en su interior se removió al oír una vez más su nombre, algo que no podía explicar, se sentía raro, como si tuviera en su estómago un mal o algo así que no lo dejaba tranquilo. Algo debía ir mal con el cuerpo del detective.
Pero era reconfortante de alguna manera el oír esas palabras de él, le transmitían tranquilidad y confianza, toda la confianza que depositaria en el detective.*
*
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Fin del capítulo
Perdón por la tardanza, pero aquí esta <3 el KaiShin camuflado
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Cambios de papeles
Random-¿¡Por qué estás en mi cuerpo!? -¿¡Y tú en el mío!? -Gritó el famoso ladrón de guante blanco al detective de secundaria Shinichi Kudo. -Está bien, está bien, tranquilicémonos y empecemos a recordar cómo fue que termine en tu cuerpo y tú en el mío ...