Preferences, Imagines and Smut. 7u7

☆Como sintieron atracción por ti.

James:
Fue en m una derrota que sufrió Gryffindor vs Slytherin en un partido de Quidditch. James estaba bastante furioso, si hubiera buscado más detenidamente la Snitch hubieran ganado. En toda su furia, volteó a ver a toda la casa de las Serpientes gritar y virotear. Entonces, tu captaste su atención. Te encontrabas igualmente gritando, festejando el triunfo de tu casa. James quedó algo...sorprendido. Hasta el momento no había visto una Slytherin demasiado bella que lo cautivara. Tu sonrisa era de tanta alegría, nada de arrogancia en ella. Tu cabello corto se movía con cierta perfección en el viento y tus ojos centellaban un orgullo auténtico. James perplejo en su descubrimiento te vio partir rumbo al castillo y de igual manera le encantó la forma en que caminabas tan femeninamente. Desde ese momento, James Potter se dio a la tarea de encontrarte. La chica que hizo que se olvidara casi de inmediato de Lily Evans.

Sirius:
El joven Black estaba muriendo de sueño durante la clase de Historia de la Magia. Lo habían separado de James, Remus y Peter porque: "Usted se distrae demasiado en mis clases, Señor Black"-había dicho Binns.
Pues claro era la clase más aburrida de todo el castillo. Y para colmo lo habían puesto junto a ti. Una Slytherin. Si eso ya era malo, Sirius recordó que ya te había visto antes. Durante los desayunos con Regulus.
Sirius recargo su cabeza en el escritorio mientras Binns daba un tema sobre cuando se hicieron posibles los derechos de los Squibs.
En su aburrimiento, Sirius ladeo la cabeza un poco y te observo. Tú igual estabas casi dormitando. El cabello largo te caía a ambos lados de los hombros, tus ojos negros dislumbraban tanto cansancio que se dilataban con frecuencia. Pasabas con continuidad la lengua por tu labio menor por la ansiedad y desesperación de estar allí. Sirius extrañado y divertido a la vez vio como te ibas quedando dormida, apoyando tu barbilla en tu mano derecha. Al fin quedaste dormida (como la mitad de la clase) y Sirius sólo se mantuvo al pendiente de ver tu rostro. Le habías parecido linda y mucho más interesante que los Derechos de los Squibs.
Al final de la clase, cuando todos se rascaban los ojos y bostezaban, Sirius volvió con sus amigos pero definitivamente te fue siguiendo con la mirada. Ahora que lo pensaba, no tenía una Serpiente en su lista de conquistas. Y tu definitivamente (aunque no quisiera admitirlo) eras la candidata perfecta.

Remus:
Fue en una clase de Astronomía. Este salón había sido transformado con un hechizo en un sitio completamente oscuro para que pudieran ver la proyección del Universo y hacer un boceto de él. Antes que nada Remus y tú habían chocado y él pidió disculpas cordialmente. Cuando miles de estrellas aparecieron en el techo y las paredes del salón, todos quedaron sorprendidos pues el lugar que antes había estado oscuro, ahora era una galaxia de estrellas luminosas. Remus comenzó a realizar su dibujo tratando de que su vista no chocara con la esfera redonda que estaba en la ala este del salón. La luna.
Entonces en ese momento volvieron a chocar, pues estaban uno alado del otro. Los dos rieron y fuiste tu quien pidió disculpas está vez. Bajaste la mirada para seguir en ti dibujo, pero Remus no hizo lo mismo. A la luz de esas estrellas tu rostro se mostraba entre un blanco platinado y tus ojos que el adivino eran cafés claros, tenían un brillo azul. Remus siguió, discretamente, observandote. Algo que le gustó era como te concentrabas tanto dibujando. Una arruga se dibujaba en tu frente y constantemente pasabas un mechón de cabello por detrás de tu oreja.
Tus labios rosados estaban semiabiertos y parpadeabas con cierta sutileza que le gustó aún más. Remus vio tu uniforme y quedó impactado al notar el símbolo del León bordado. Así que estabas en su casa...¿Cómo podía ser que no te había visto antes? Una chica como tu no pasaba desapercibida. Al menos no para Remus. Cuando comenzó la parte de la explicación, tú mordias la punta de la pluma con la que dibujante y el chico sonrió un poco, pues el solía hacer lo mismo. Remus trato de prestar atención a la clase, decidido que al final de ella, volveria a chocar contigo...y pedirte tu nombre.