El teléfono que Holmes sostenía en sus manos comenzó a sonar, empezó a buscar el botón para responder a la llamada entrante, cuando lo encontró, llevó el teléfono lentamente a su oído, parecía temer a la voz que estaba a punto de escuchar- ¿Y qué quieres decirme?
-Muy bien, yo me despido aquí querido Sherlock... pero no pongas esa cara, no será por mucho. Salúdame a John Watson- Dijo Jim dándose la vuelta, y saliendo de la habitación en la que ambos se encontraban.
-Sherlock... escucha con atención – la voz del otro lado del teléfono aclamó con voz seria y firme. -ya tienes el celular, tienes que ir a buscar lo que sigue en Baker Street.
Inhaló profundamente una vez más, debía mantener la calma, no podía caer en depresión solo porque una persona más lo había traicionado- vaya John Watson, finalmente siempre tuve razón. ¿Qué ganas tú con esto? ¿Algún día me lo dirás? supongo que no importa. Seguiré su juego, tu juego. Está bien, iré a Baker Street.
-Te lo diré, Sherlock, cuando todo esto termine- hizo una pausa y suspiró -hazlo pronto, la vida de alguien corre peligro, cuando llegues a Baker Street te llamaré
Sherlock despegó el teléfono de su oreja con desprecio. Decepcionado. Hacía tanto que no se sentía decepcionado... pero no podía sucumbir, eso era lo que James Moriarty y John Watson querían, no podía desconcentrarse, ya habría tiempo para reprocharse después el haber confiado en ese traidor.
Caminó despacio a la salida del hospital y al escuchar un taxi, levantó la mano para detenerlo
-221B, Baker Street- indicó absorto en sus pensamientos, importándole poco si el taxista o quien fuera lo miraban extrañados por ir descalzo y con ropa de hospital.
En cuanto llegaron, descendió con cautela, la sangre había dejado de fluir pero las heridas en las muñecas seguían ardiendo.
Los escalones estaban contados, los pasos también, no necesitó mirar para subir hasta su departamento y caminar a tientas hasta encontrar un pequeño objeto junto a su violín. -¿Dónde está tu llamada, John Watson?
No pasó ni medio minuto cuando el celular sonó nuevamente, era John.
-Sherlock... al fin estás en Baker Street. Lo que tienes en la mano son unas llaves, tienes que abrir una caja que está justo en la cocina, junto a tu microscopio- hizo una pausa –diviértete.
El detective se aproximó a la caja y la tocó cautelosamente. Dentro de la caja había un par de frascos idénticos a los del primer caso que John había subido al blog. Se estremeció de sólo recordarlo. Adentro de los frascos había dos papeles, cada uno con cuatro números. El del primero era 1006, le segundo era 870. Su cerebro no dejaba de trabajar a toda velocidad. "código braille, al parecer todo el mundo está enterado ya de mi ceguera... Dos combinaciones, cuatro dígitos para cada una, si John organizó esto seguramente deben ser fechas representativas, que deben ser de momentos de importancias similares, el día que nos conocimos no puede ser porque no hay equivalente, no podría ser el día de su boda porque no hay algo que me involucre directamente, ¡lo tengo!"
-Día seis de enero, y siete de agosto, equivalentes en importancia, fáciles de recordar, imposibles de olvidar.
-Excelente, Sherlock detrás de ti hay un panel que se abre con una de esas combinaciones... tienes que introducir la adecuada, si no lo haces, activarás un detonante y Baker Street volará en pedazos- John Watson hizo una pausa -piensa muy bien lo que vas a hacer, supongo que tú tampoco quieres que el juego termine aquí.
Sherlock respiró profundamente indicando que reflexionaba acerca de la opción que debía elegir- Sé la respuesta Watson, soy Sherlock Holmes, la contraseña es mi día de nacimiento- dijo tras colocar la contraseña.
-Muy bien, Sherlock. Guarda lo que encuentres adentro, lo vas a necesitar al final... lo último que necesitas está en donde solía vivir antes de conocernos. Recuerda muy bien esto: "el signo de los tres". Después de eso, ven a Nothumberland, voy a estar esperando.- finalizó el Dr. Watson.
Holmes metió su mano dentro de la caja, tomó lo que pudo distinguir gracias a su tacto como una grabadora, la cual coloco primero en la mesa, y tras terminar de vestirse nuevamente, la colocó dentro del bolsillo de su abrigo. Tomó otro taxi al salir de su apartamento, debía trasladarse al lugar en que John le había dado cita, pero antes debía hacer aquella parada indicada también por el doctor, sacó la grabadora durante su trayecto y escuchó el contenido de la cinta en varias ocasiones. Tal vez buscar muy por debajo ha sido de gran ayuda. Mi destino: una puerta por abrir ahora... - ¿Un acertijo? o ¿un código?, debe ser un código, debo encontrar algo más aquí. Veamos, veamos.- Sherlock puso sus dedos sobre sus sienes, pensando profundamente, entrando a su amado palacio mental- si separamos las palabras, no, no, si comenzamos de manera inversa "ahora abrir por puerta", no, no, si saltamos algunas palabras, de dos en dos, no no, tres en tres, tal vez, si empezamos contando de tres en tres..."buscar debajo de mi puerta ahora" ¡eso es!- Sherlock indicó al taxista que esperara, mientras él lentamente descendía y se dirigía hacia la casa, a tientas logró abrir la puerta, inmediatamente supo lo que debía hacer, tomó un objeto debajo de la puerta principal, entró de nuevo al taxi- Ahora a Nothumberland por favor.
En el camino no dejaba de pensar una y otra vez sobre el asunto. John Watson aliado de Moriarty, ¿desde cuándo?, ¿desde cuándo había tenido a su propio enemigo viviendo en su casa, confiando en él? Por eso él jamás confiaba en nadie, ¿cómo había podido cometer tal tontería?
Al llegar a Nothumberland, descendió más aprisa de lo que hubiera querido, no tenía ánimos de enfrentar a John, ni siquiera se sentía físicamente bien. Avanzó despacio y con cautela hasta donde debía estar la puerta del edificio y tanteó para encontrar la perilla.
Dio un suspiro y se concentró antes de entrar, no podía permitir que su lado emocional, el que aún quería confiar en John, se manifestara en ese momento, necesitaba estar completamente enfocado en sobrevivir. Entró y con cuidado caminó hasta donde estaban los escalones. Subió uno a uno a paso firme mientras apretaba la pistola que llevaba escondida, detestando tener que usarla en esas circunstancias.
En cuanto estuvo arriba, se acercó a cada una de las puertas, pegando el oído y tocando su superficie. La manija de la izquierda había sido abierta hacía no mucho, aún quedaba perceptible el sudor al tacto. La del centro había sido abierta antes y la primera en cerrarse había sido la de la derecha. Había un olor inconfundible.
-Y aquí estamos- murmuró abriendo la tercera puerta y cruzando con cautela
Ahí estaba John Watson, esperándolo.
-Sabía que lo harías, Sherlock- murmuró mientras la puerta se cerraba despacio -saca esa arma ahora, tienes que disparar- añadió sacando también una pistola y quitándole el seguro, pero sin apuntar a ningún lado.
-Muy bien- Sherlock sacó el arma -¿y qué se supone que haremos con esto?
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El Soldado Mentiroso
Fiksi PenggemarLas cosas entre Sherlock y John han cambiado desde que el doctor contrajo nupcias. El carácter de John ha cambiado de modo drástico ¿Está John mintiéndole a Sherlock? (Ubicado antes de la cuarta temporada de la serie)