Welcome to Night Vale.

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      Cecil bebió de su café  y se ajustó la corbata. No me había dirigido la palabra desde que llegué a la emisora a rastras. Ni siquiera me había mirado. No sabía si se habría percatado de mi presencia, no hasta que comenzó a hablar.

- El tiempo pasa, pero no es lo mismo para todos. Escóndete bajo una tupida manta, vamos, intenta huir de él. Bienvenido a Night Vale. Hoy tenemos con nosotros a una invitada muy especial, a la nueva vecina de nuestra desértica comunidad desde hace tres meses, Grace Black, que se resistía a venir y ser entrevistada por mí hasta que, por fin, la policía secreta del sheriff la ha traído por la fuerza. Recuerden, estamos siendo monitorizados las veinticuatro horas del día, todos los días. Pero, por supuesto, Grace no ha estado aquí siempre por lo que nos es imposible saber quién es exactamente. Podría incluso ser una vendedora puerta a puerta, uno de esos odiosos seres, aquellos que llaman a tu puerta en el momento más inoportuno, ofreciéndote objetos completamente innecesarios, como un transplante de riñón o una cría de ñú, aquellos de los que ni siquiera la anciana Josie puede salvarse aún siendo protegida por los ángeles. Según ella... Bueno, Grace, procederé con el interrogator... Quiero decir, entrevista. La primera pregunta es; ¿qué postura adoptas al dormir?

- Yo... - tragué saliva. - Generalmente duermo en el suelo de mi caravana, me abrazo las rodillas y ruedo, hasta que me quedo dormida, salvo los días de luna llena, que prefiero colgarme del techo boca abajo y espero a que la sangre se me suba a la cabeza nublando mis sentidos y dejándome inconsciente. 

- Interesante. - dijo mirándome fijamente. - Y cuéntanos, ¿a qué te dedicas aquí en Night Vale?

- Trabajo en el parque para perros, aquel que no existe, aquel al que nadie debe acercarse. Oh, y, sobre todo, nadie debe mirar, durante ningún periodo de tiempo, a las figuras encapuchadas que vagan por él. No se acerquen al parque para perros. Las vallas están electrificadas. - dije repitiendo el ya conocido aviso.- Lo que hago es, básicamente, sentarme en mi sofá, encender la radio y poner ningún canal. Me quedo ahí y espero. La radio ruje. Y a las doce un hombre con un traje de color verde mar mezclado con turquesa llama a mi puerta, grita unas palabras en lo que debe ser un idioma del este de Europa y lanza una roca, que rompe la ventana de mi caravana y cae en frente de mí. Después el hombre sale corriendo a cuatro patas y yo solo tengo que abrir la piedra con mi separador molecular de bolsillo y sacar mi salario, que suele variar entre trescientos y tres mil dolares. 

- Bueno, no es demasiado espectacular, por el aura de misterio que te rodeaba y la expresión seria de tu rostro pensaba que tendrías un oficio más siniestro, como barrendera. Oh... Esos pobres barrenderos... Nadie sabe las cosas que pasan barriendo las dunas.... En fin, Grace. - le cambió el tono de repente, volviéndose un tanto meloso. - ¿Qué opinas del perfecto Carlos?

- Es un buen tipo, tiene un pelo perfecto y un semblante serio con esa mandíbula tan cuadrada, además de un aire cálido por su naturaleza hispana. Pero está demasiado obsesionado con los relojes. Llamó a mi puerta hará ahora una semana, exigiendo ver mis relojes. Le dije que no teníamos suficiente confianza como para que yo aceptara tal proposición, pero insistió y no me quedó más remedio que enseñarle mi colección de relojes, la cual cuenta con solo un reloj de pared que venía con la caravana. Lo observó durante unos minutos en los que reinó el silencio y luego se fue sin despedirse, murmurando extrañas formulas científicas, de las que creo que no puedo hablar. Me atrevería a decir que es un "cronofílico", o algo.

- Sí, tiene un pelo perfecto. - sonrió. - ¿Tienes algo que ver con la ciudad subterránea de debajo de la bolera? - preguntó volviendo a su tono de misterio.

- No.

- Muy bien. ¿Quién es tu mejor amigo?

- Stacy, seguro que la conoces, trabaja aquí.

- Oh, sí... Bueno, el caso es que murió hace dos meses.

- Ya decía yo que no la veía mucho.

- ¿Qué sueles hacer en tus ratos libres?

- Hago... Muchas... Cosas... - ambos nos quedamos en silencio por unos cinco minutos. - Me gusta mucho pasear por el parque Mission Grove, saludar a la figura de la que nadie conoce o habla. Mirar a la gente fijamente desde la lejanía. Tomar unas copas en el Arby's. A veces simplemente me siento en el tejado de mi caravana y observo las estrellas esparcidas por el cielo de color violeta oscuro... No sé.

- Entiendo, bien. Ahora pasaremos al tráfico. Un cuerpo yace en la ruta 740. No se mueve, pero respira. Tiene los ojos abiertos. Muy abiertos. Las pupilas dilatadas. Mira hacia el sol y emite in leve chillido. El suelo parece estar oscureciéndose a su alrededor. No pase por la ruta 740, acabaría chocando con el campo de fuerza que rodea a esta persona y destrozaría el coche y a sí mismo. Y esto ha sido el tráfico. Bueno, hablando de coches, ¿qué candidato a la presidencia tiene tu favor, Grace? 

- Difícil pregunta... La actual alcaldesa Pamela Winchell es cuanto menos intimidante... Pero la mujer sin rostro me intriga con sus búsquedas en Internet sobre el punto de ebullición de los pájaros e imágenes de lobos muertos... Luego tenemos a Hiram McDaniels, un gran pensador y mejor blogger, ¿pero de verdad queremos tener un dragón de cinco cabezas de alcalde? No sé, ¿por qué no elegir a los tres?

- Aquí soy yo quien hace las preguntas. Pasemos a un mensaje de los patrocinadores. Mentiras. Piadosas. Con maldad. Para confundir. Por confusión. Sean como sean siempre están ahí. Siempre. Siempre. Compra muebles de Ikea, no te mentimos, no los podrás montar.  Y ahora, el tiempo.

       Sonó de fondo la canción "Emotional Anorexic" de Svavar Knutur. Cuando terminó Cecil comenzó a hablar de nuevo.

 - Bueno, ha sido una agradable velada la de hoy junto a Grace Black, a quien ahora todo Night Vale conoce un poco mejor y cuya vida probablemente se vea afectada por esto. Como pueden ver, hemos ignorado las ordenes del sheriff de indagar en su pasado porque, ¿qué es el pasado si no una colección de arrepentimiento y de malas elecciones de las que intentamos huir? El presente es lo que cuenta, es ahora, cuando construyes tu futuro, y nosotros, estaremos ahí. Buenas noches, oyentes, buenas noches.

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