Cuando despierte

Despertando

Era de día, los rayos de luz comenzaron a vislumbrarse por entre las copas de los árboles, sentía una calidez rodeándome, una calidez que amaba, una calidez que me hacía sentir feliz con tan sólo sentirla. Recargue mi nariz contra algo brusco, pero suave y cálido que emanaba un dulce aroma, entreabrí los ojos un poco mientras sentía los rayos del sol tocando mi rostro, note la cara de él, el que tan feliz me hacía con tan sólo verlo, su cara vislumbraba entre los rayos de sol, podía apreciar su completa belleza, el pelaje de sus orejas brillaba, sus pestañas emanaban un brillo, dado por el reflejo de la luz del sol, él era hermoso, simplemente no podía dejar de apreciarlo, el hecho de estar entre sus brazos me hacía sentir un algo que no podía explicar con tan sólo pensarlo, sentía eso que llamaban felicidad, no lo entendía por completo, pero me sentía muy bien allí, estar sobre su pecho recostado sentir su lento respirar y oír sus lentos y rítmicos latidos de corazón muestra de que lo que estábamos viviendo era real.

Observé sus manos por un momento, sus manos eran grandes y de dedos largos cuando las tomaba sentía una gran calidez que procedía de ellas, después de observarlas decidí recostarme nuevamente sobre su cálido pecho, mientras apreciaba los rayos del sol inmiscuirse dentro del bosque cada vez más, quería seguir oyendo sus latidos y sentir su respiración, tomar una de sus manos y sentir la calidez que ellas tienen, nada me hacía más feliz que ése hecho.

Paso un poco de tiempo hasta que sentí una de las manos de él paseándose entre mi pelo, con un suave y cálido toqué, entre cada hebra de mi cabello lo sentía, sentía sus dedos atorarse entre algunos pelos enredados y sentir un pequeño dolor al momento de jalarlos, a estas alturas ya tenía el pelo un poco largo y se enredaba con facilidad, a pesar del hecho, sentía muy bien, muy bien que él me hiciera eso e incluso llego un momento en el cual llegue a la excitación. Él notó el hecho y sólo soltó un tipo sollozo burlón ante el acto al cual yo me sonrojé.

— ¿De qué te ríes?—Solté sin pensarlo, de pronto me levantó de hombros y sentí sus enormes brazos rodeando mi cuerpo.

—Estoy feliz—. Dejo salir esa expresión tan de repente a la cual no hice otra cosa más que sonrojarme un poco más de lo que ya estaba.

—pero... ¿qué dices?—. El acto fue tan rápido que cuando me di cuenta, nuestros labios ya estaban encontrados en un tierno beso, él tomó mi cintura y prosiguió acariciando mi cabeza y luego mi rostro de una forma tan tierna, tratándome como su más bello alguien.

—Jamás te vayas de mi lado—. Al final sentenció, separándose poco a poco de mi cara después de habernos besado por unos cuantos segundos.

Por qué razón sentía algo como esto, era la primera vez que me enamoraba, aún tenía muchas dudas sobre todo, pero no me importaba sólo quería estar junto a él. Después sentí su cuerpo, su hermoso y formado cuerpo encima de mí, lo observe menear la cola lo cual me provoco un poco de gracia, era lo lindo de él, el que fuera un hombre-gato, me hacía tan feliz, observar sus particularidades de él, las cuales me hacían enamorar cada vez más.

Comencé a sentir como sus manos recorrían poco a poco mi rostro, después una de ellas comenzó a acariciar las demás partes sensibles de mi cuerpo, era tan atento en ése momento que no podía desear nada más. Prosiguió con un tierno beso el cuál se prolongó por unos minutos mientras sentía el ataque de caricias invadir mi cuerpo, solté una pequeña lágrima de lo feliz que me hacía estar con él en ése momento.

Una vez más habíamos hecho eso, a pesar de que decía que ya no lo haríamos otra vez volvía a caer en eso, en medio del bosque sin ropa, puesto que el está dormido sobre ella y no me deja tomar aunque sea mi camisa, no puedo si quiera acercarme un poco porque al ver su sexy cuerpo me excito demasiado, es una situación reprochable más sin embargo estoy feliz por todo, por conocerlo, por estar a su lado nada más podría ser mejor que esto. Solté una pequeña sonrisa al recordar que estaba desnudo a la intemperie y que quizás alguien de la nada podría salir y verme, pero eso era algo que solo podría ocurrir si aún estuviéramos en la tierra, pero ese no era el caso.