Pronto llegó la noche, y cada vez se acercaba más la hora de ir a la fiesta. Era la primera a la que iba desde que me mudé a Japón y, por lo tanto, estaba algo nerviosa. Me maquillé lo justo, ya que no me gustaba ir con la cara que pareciera un cuadro de Picasso, y una vez arreglada me senté en mi cama a esperar a Itachi.
Mi conjunto era un pantalón vaquero color avellana corto, unas finas medias negras a juego con mi camiseta de tirantes bombacha y unos botines no muy altos marrones oscuro. En un bolso también marrón llevaba mi móvil, mi monedero y algo de dinero por si las moscas. Estaba absorta en mis pensamientos cuando llamaron al timbre. Tal fue mi sorpresa que incluso di un pequeño salto del susto.
Me dispuse a bajar cuando mi madre se hace adelantó y abrió la puerta. La escuché hablar desde las escaleras con Itachi e, inconscientemente, aceleré el paso porque tenía ganas de verlo. Llegué a la entrada saludando animadamente y al verlo me ruboricé por completo, ya que no pude evitar fijarme en su bien trabajado torso marcado bajo su camisa negra de manga corta. ¿Y cómo no mirarlo? Si el pecado tuviera cuerpo, seguro sería muy parecido al de él.
-Hola, (Nombre), estás muy guapa- sonrió Itachi mirándome de pies a cabeza
-¿Sólo muy guapa? Mi hija está preciosa- dijo mi madre fingiendo indignación
-Mamá, por favor- contesté ruborizada y volví a mirar al Uchiha -Gracias, Itachi. Tú también estás muy guapo
"Te digo guapo por no decirte que estás para comerte" pensé agachando la cabeza, porque estaba segura de que si lo miraba a los ojos se lo diría; Desde luego, hay que ser imbécil para dejar a un chico como él. De repente, el moreno cogió con delicadeza mi mano y le dio un beso, haciendo que, tanto mi madre como yo, nos quedáramos con la boca abierta.
-Ohhhhhh, ¡qué bonito!- exclamó mi madre riendo
-Es hora de irse, (Nombre)- anunció el Uchiha sin dejar de mirarme
-Sí, vámonos. ¿A qué hora vengo, mami?- pregunté mirándola suplicante
-Mmmm... Voy a ser buena y te dejaré hasta las cinco de la madrugada, pero no más tarde
-Gracias, mamá. No llegaré tarde
Itachi y yo salimos de mi casa para nos dirigimos a su coche, donde estaban esperando Pain en el asiento del conductor y Sasuke en la parte trasera. Me puse junto al Uchiha menor saludándolos a ambos y ellos me devolvieron el saludo añadiendo, además, que estaba guapísima. Otra vez sonrojada.
Durante el trayecto de ida, Sasuke me contó el por qué los habían expulsado a él y a Naruto, y simplemente fue porque Sakura llamó al jefe de estudios diciendo que ambos se estaban peleando y, al verlos discutir, el profesor la creyó a ella a pesar de las múltiples explicaciones que les dieron ambos chicos y los castigó por "armar escándalo en horarios estudiantiles". Sólo la frentona podía ser así de bruja, pero no le encontraba sentido a todo aquello. ¿Qué motivos tendría para que expulsaran a "su querido Sasuke"?
Entre charla y charla llegamos a la casa de Hidan, la cuál estaba llena de gente. Había buena música y mucho alcohol por todos lados. La mayoría de los que habían allí no los conocía y, al ser mayores que yo, me sentía algo intimidada. Pero escuché una voz llamándome que me tranquilizó mucho, se trataba de Hinata.
-(Nombre), por fin estás aquí- dijo tímidamente dándome un abrazo
-Me alegro de verte, Hinata. ¿Estás sola?- pregunté abrazándola también
-Sí. Mi primo Neji aún no ha llegado. Pero ahora que Sasuke y tú estáis aquí no importa
-Eh, chicas, ¿por qué no vamos a bailar?- propuso Sasuke indicándonos donde estaba lo que parecía ser la pista de baile
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El chico de mi instituto (Itachi x lectora)
Fanfikce(Nombre) es una simpática chica que llega a una ciudad dónde no conoce nada ni a nadie, puesto que sus padres se han divorciado y ella tuvo que trasladarse a otro sitio junto a su madre. Dispuesta a empezar una nueva vida, la chica empieza sus clase...