Sueños sin cumplir [Kuroko no Basket] continuación de "Realidad"

3-Contrato

—No quiero que le hagas daño a Tetsuya ni a nadie más, no mencionaras el contrato, será algo entre nosotros ¿entendiste? –

—entendido y anotado—Aki sonrió—ahora mi pequeña moneda de cambio ¿Cuándo quieres que llegue a tu mansión? Sé dónde es, solo dime cuando y a qué hora llegar—

—Llega a las 3 de la tarde, sin falta—dijo Akashi seriamente

—Antes que nada, mantén vigilado a Tetsuya, no quiero que este herido o muerto cuando lo vea—

Con eso, Aki termino la llamada, Akashi dejo el teléfono en su lugar pensativo ¿Había tomado la decisión correcta?

Miro hacia atrás, hacia la puerta de la habitación donde estaba Kuroko y sonrió, sabía que el peliceleste ya había sufrido demasiado, solo quería que fuera algo feliz y él no lo impediría, aunque tuviera que cambiar su propia felicidad.

~Horas después~

Akashi arregló la biblioteca, esa biblioteca que tenía una gran ventana que daba al patio, era el lugar más tranquilo en la mansión y el más seguro, colocó un sillón cerca de la ventana para que estuviera tranquilo y se aseguró que no hubiera nada en la biblioteca con lo que se pudiera herir para al final llevar a Kuroko allí mismo, el peliceleste se sentó tranquilo a ver el jardín.

Un poco más tarde, llegaron todos los de la generación, como siempre para visitar a Kuroko, Akashi los recibió con una sonrisa, explicándoles los cambios de humor de Kuroko, lo poco o más bien nada que comía y todos los otros problemas, sin decir nada de aquel albino o de contrato.

—Entonces ¿Esta en la biblioteca tranquilamente? —pregunto Aomine—¿Qué haremos para cambiar su estado? Los doctores dijeron que además de heridas físicas solo presentaba algo de amnesia, pero que era normal, nunca menciono nada sobre tendencias suicidas o agresividad, mucho menos el no querer comer—

—Tiene algo que no se detecta, ya he llamado a un doctor que ha detectado el problema—murmuro Akashi

—¿Cómo sabes que está bien si no le vigilas? —pregunto Midorima

—Le vigilo—Akashi encendió la televisión—coloque una cámara de seguridad en la biblioteca para ver todo lo que hace, muy apenas se ha movido, solo mira el jardín—

—Da miedo lo acosador que puedes llegar a ser—comento Murasakibara

—Es por seguridad—contesto Akashi

—Kurokocchi...—susurro Kise triste mirando a Kuroko a través de la pantalla.

—Es una tontería, sigue siendo el mismo—reclamo Aomine—iré a saludarle—

—ten cuidado, como dije, es agresivo—dijo Akashi

Aomine le ignoro entrando a la biblioteca, Kuroko le miro sin expresión y sin moverse.

—Hey Tetsu—Aomine le saludo levantando una mano y sonriendo—Estas bien, verdad, solo quiero saber cómo sigues y saludar—

—Vete de aquí—murmuro Kuroko

—¿Qué? —Aomine se detuvo

—¡Lárgate idiota! —gritó Kuroko con rabia—Traidor—

Kuroko apretaba los puños con fuerza poniéndose de pie, Aomine le miró con seriedad.

—Vamos amigo, yo...—

—¡Traidor! —gritó tomando un libro, estaba a punto de arrojárselo a Aomine, el cual ni se inmuto, cuando recordó a Aki, aquello que había sucedido, bajo el libro tirándolo al suelo, se giró sentándose de nuevo y mirando al jardín.

—Muy bien, si eso quieres...—Aomine se dio la vuelta abriendo la puerta

—Allá no podía, no se podía ver el exterior—murmuro Kuroko—solo en el cuarto de Aki-san y en una pequeña ventana de la cocina, eso te hacia saber, que no debías pensar en lo que había afuera, porque tú ya no pertenecías al mundo—

Aomine le escuchó antes de salir, pero no supo que decir, así que solamente se fue, llegó a el cuarto principal donde todos le miraron llegar, era obvio que todos habían visto lo que ocurrió por la pantalla del televisor.

—¿Esa cosa tiene audio? —pregunto Aomine frotándose la cabeza

Akashi asintió con la cabeza.

—Maldición—

—No tiene mucho sentido lo que le sucede—dijo Murasakibara

—Parece que se volvió loco—murmuro Midorima

—Kurokocchi sigue allí, solo debemos creer que puede cambiar y volver a ser el de antes—

—Tranquilos, Tetsuya volverá a ser el mismo, haré lo que sea para recuperarlo—dijo Akashi mirando su reloj

—¿Por qué miras tanto la hora? —pregunto Midorima sospechando de la actitud de Akashi

—Por nada, es por el doctor que llame llegara en un rato más—

—Hablando de eso ¿Cómo se llama ese doctor? Debe ser muy bueno para detectar esa extraña enfermedad—Aomine se cruzó de brazos

—Es verdad—dijo Kise

—Solo les diré, que es mi decisión y la única solución, chicos...—Akashi volteó a verlos a todos—confían en mi ¿verdad? —

Todos le miraron sorprendidos, se lo pensaron un momento por la extraña pregunta y después todos contestaron al mismo tiempo.

—Por supuesto—

El timbre de la entrada sonó en ese momento, Akashi suspiro.

—Llegó, tan puntual como creía—Akashi camino hacia la entrada abriendo la puerta dejando ver al albino alto, vestido con una camiseta blanca y pantalón negro y como siempre, sonriendo.