Instagram Girl || Old Magcon

#68

-Elizabeth, ¿qué paso con Cameron?- preguntó Nash sentándose a mí lado en el sillón.

Suspire. No tenía ganas de acordarme de aquella escena traumática. Y, si, no tenía otra opción de que apareciera en mí mente cuando Nash la nombró.

-No importa.- dije sin darle tanta importancia, cosa que en realidad no hacía.

-¡Quiero saber! Necesito saber porque lo puedo matar.

Quería contarle la verdad, necesitaba hacerlo porque sé que cuando me fui él sufrió al igual que yo, ya que él me tenía confianza y demasiada, yo le hice una maldita promesa que rompí. Lo había dejado solo.

-¡Elizabeth!- grito alguien afuera.

Me levanté rápidamente, ¿quién gritaba? Me fije por la ventana, y ahí se encontraba el rey de Roma. Cameron Dallas, mí hermano que tanto asco le tenía en estos últimos días.
Lo miré fijamente, se notaba que estaba borracho y cuando Cameron esta así hace muchas idioteces, al igual que cualquiera y ahí me incluyó.

Me apoyé en la pared haciendo el torpe intento de esconderme, pero era obvio que Cameron ya me había visto. Nash noto mis nervios, no quería que lo viera, ya sabía que él iba a sufrir con solo verlo, pero no lo pude frenar, no había hecho nada para que no sufra y lo deje ver. Él había quedado perplejo, solo quedo ahí parado al igual que una estatua sin entender nada.

-¿Cameron?- preguntó casi en un susurro.- ¿Qué hace aquí Elizabeth?

Me quedé muda, parecía que algún ratón me hubiera mordido la lengua. Sí, sé que suena raro, pero mí madre me decía eso cuando estaba callada.

-¡Elizabeth!¡Sal de ahí!- volvió a gritar Cameron.

Pude oír unos golpes en la puerta que me hicieron asustar más de lo que estaba, ¿qué quería?
Nash me miró, él estaba igual de asustado que yo. Ambos no podíamos entender nada ni sabíamos que hacer, así que tome coraje y fui hasta la puerta. Mire hacia atrás, Nash me estaba siguiendo y cada vez estaba más cerca de mí.
Suspire, tenía que hacer esto yo sola. 

-Dejame hacer esto sola, ¿dale?- le dije a Nash.

-Voy a estar en el living, si necesitas algo dime.- dijo y se fue a sentar.

Abrí la puerta y ahí estaba él, sus ojos estaban rojos y debajo tenían ojeras, su pelo estaba despeinado. Wow, este sí que no es el Cameron que conozco.

-¿¡Como mierda te ánimas a dejarme solo, Elizabeth!? - grito y me agarró del brazo, mis ojos se abrieron como plato.

Estaba asustada, nunca había visto tan enojado a Cameron como el día en que su relación con Nash termino, pero a pesar de eso, yo no iba a dejar que esto me afecté. Él lo quería demasiado y eso fue un gran golpe bajo.

-No me grites primero que nada, no eres nadie para hablarme así. Segundo, sueltame, idiota. Tercero, nunca me contaste como te fue con Scarlett, ¿lo disfrutaste?- dije sin dar tantos rodeos.

-¡Deja de ser tan idiota!¡Sí me acosté con Scarlett, debes de aceptarlo!¡No eres mí maldita novia, eres mí hermana!¡Mí h-e-r-m-a-n-a!

Había gritado nuestro secreto. Nuestro tesoro escondido había salido a la luz de un momento a otro.
No sabía que hacer, igual ya no había nada, Cameron le había dejado más que claro a  Nash que eramos hermanos.
Miré a Cameron, no sabía que decir, así que sin pensarlo le di una cachetada y luego cerré la puerta en su cara. Sí, le había pegado a mí hermano, cosa que jamás me animé a hacer. Genial.
Me deje caer al lado de la puerta, había quedado destrozada, había perdido la confianza en alguien que quería demasiado. Lágrimas empezaron a caer por mis ojos. Cerré  ojos. Lo odiaba, lo odiaba, lo odiaba, lo odiaba. Pero los tuve que abrir, la presencia de Nash se notaba, aunque no quisiera hacerlo lo tenía que hacer, tenía que explicarle todo.
Estaba cien por ciento segura de que luego me iba a odiar.

-¿Es…?- lo interrumpí.

-Sí, es mí maldito hermano. - apoye mí cabeza sobre mis manos.- Ahí tenés la razón de porque me fui con él. Lo siento, lo juro -las lágrimas volvieron a caer.-

-¿Por qué no me dijiste?- preguntó Nash sentándose a mí lado.

-Tenía miedo de que la gente pensara que todo lo que tenía lo conseguí por Camero, mí trabajo, mis fans, ¡Todo! Que era por ser la maldita hermana de Dallas.

-Dios, Elizabeth, yo no iba a pensar eso, ni los chicos se les ocurriría eso, nosotros sabemos como te esforzaste por todo.

Nash paso sus brazos por arriba mío y me abrazo lo más fuerte que pudo. Sentía como ahí estaba a salvo, que él siempre iba a estar conmigo a pesar de todo. ¿Por qué Cameron tenía que ser mí hermano en lugar de él? Todo hubiese sido mejor, supongo.

-¿Le vas a decir a los chicos?

-Creo que es momento.- dije de mala gana.

Era el momento.