Capítulo 5 °^°

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Luego de la reunión ambos fueron hacia afuera para estar seguro de que el pequeño se encontraba bien... bien estaba, pero digamos que el patio no, Tsuna había tenido la maravillosa idea de utilizar sus llamas para jugar con Leon a la mancha, y bueno digamos que el patio trasero había sufrido unas "pequeñas remodelaciones".

Extrañamente el Hitman sonrió con complicidad, como si hubiese sido él el que le hubiese dicho que hiciera eso... y bueno pues el Noveno se encontraba casi desmayándose, eso seguramente implicaría mucha más papeleo del que ya tenía, y también tendría que pagar para arreglar todo eso.

Una vez Tsunayoshi noto que estos estaban allí observando apago sus llamas y corrió rápidamente hacia ellos, junto con Leon que se encontraba en su cabeza.

-¿te divertiste?- Pregunto el Hitman con una sonrisa un tanto sádica por alguna razón que el pequeño castaño desconocía totalmente.

-¡¡SIII!!!... ehh, ¿Reborn que le pasa al abuelito?- menciono el pequeño de ojos dorados mientras observaba como su abuelito tenía la mirada perdida en la nada.

-No te preocupes Tsuna, solo esta maravillado de lo fuerte que eres...- Dijo el Azabache mientras que tomaba entre sus brazos al pequeño y lo llevaba hacia adentro de la mansión.

-Reborn... Jugamos mucho, me gusta leon... Leon es mi mejor amigo ¿verdad?- dijo el pequeño, a lo que el pequeño camaleón respondió con una pequeña lamida en su cara y una sonrisa parecida a Reborn, como para no notar que este era su mascota y compañero.

-qué bueno, es raro que a él le agrade alguien, eso significa que le gustas mucho...- el Sicario soltó un pesado suspiro, realmente le era difícil decir lo que iba a suceder a partir de ese momento.

-...Tsuna, tengo algo que decirte, debemos de ir a otro lugar... no podremos quedarnos con tu abuelo- Por alguna razón el Hitman estaba intentando de ser sutil con lo que decía, sabía que lo de la familia era un tema "delicado" para Tsuna, y más ahora que había conocido a su abuelo que lo quería.

-¿Por qué?... ¿el abuelito no me quiere con él?- pregunto el castaño con unas lágrimas asomándose por sus ojos dorados, y su voz temblando al intentar hablar.... el solo pensar que alguien a quien él quería no le agradaba le hacía sentir un extraño dolor en el pecho y unas intensas ganas de llorar.

-no, no es eso a lo que me refiero... tu abuelo tiene muchas cosas que hacer y no puede cuidarte por ahora, así que tendrás que venir a vivir junto a mí- La respuesta del de patillas rizadas no se hizo esperar, cada segundo era clave... Tsuna podría ponerse a llorar en cualquier momento, y si eso pasaba no tenía ni idea de cómo calmar a un niño.

-¿Pero no, nos íbamos a quedar con el abuelito?- volvió a preguntar Tsuna con una suave voz temblorosa y con unas pequeñas lagrimas resbalando por sus mejillas, todavía no lograba comprender la razón del porque es que a pesar de acabar de conocer a alguien de su familia que lo quería debía irse de allí, algo lógico ya que por más maduro que pudiese ser aún continuaba siendo un niño y cosas como esas no las llegaba a comprender.

Reborn al notar como este se puso a llorar entro en un estado de shock, creo que así se lo podría llamar ya que a pesar de estar consiente no tenía ni la más mínima idea de que debía hacer, nunca había pasado por eso, así que ¿Por qué ahora?.

-Tsunayoshi-kun- La voz del noveno Vongola se hizo notar entre los llantos del pequeño castaño, nono se acercó y con una de sus manos seco las lágrimas del pequeño para luego mostrarle una sonrisa –No te preocupes Tsunayoshi-kun, es solo por un tiempo, y también vas a estar con Reborn que te va a cuidar... pronto volverás y vivirás junto a nuestra familia- dijo el noveno causando que el pequeño se calmase y rápidamente se limpiara las lágrimas que amenazaban con salir para mostrarle una sonrisa radiante las cual nono devolvió.

En manos de mi sádico Hitman - R27 OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora