Por la mañana nos vinieron a despertar los monitores, pero por un momento me costó situarme, no sabía dónde me encontraba, pero no tardé mucho en acordarme del campamento, de Laia y de los chicos.
-¡Buenos días! -gritó Laia bajando de la cama.
-Buenos días -le respondí yo aún medio dormida.
No entendía cómo podía tener tanta energía a esas horas y con lo poco que habíamos dormido.
Laia se dedicó a molestar a los chicos para que se levantaran e yo aproveché para ir al lavabo a cambiarme.
Cuando volví a salir ya estaban todos levantados. Fue entonces cuando me percaté que todos habían dormido sin camiseta. Intenté disimular mi asombro lo máximo posible y admirar un poco las vistas. Si durante todo lo que quedaba de campamento había de ver esas vistas cada mañana tendría que acostumbrarme, ¿no?
-Ita-kun... -empezó a decir mi amiga -Me duele mucho la nariz... -sollozó.
-¿Y recien ahora te das cuenta? ¿No te podrías haber dado cuenta antes de torturarnos? -se quejó su hermano sobándose la nariz.
-Ita-kun... me duele mucho... -volvió a quejarse.
Entonces Itachi se acercó a ella y la abrazó.
-Ahora vamos a desayunar y vamos a pedir a un monitor un ibuprofeno para tu nariz, ¿de acuerdo? Venga, que eres valiente y puedes aguantar el dolor. Ve al baño a cambiarte y luego te acompañaré a pedir el medicamento.
Laia asintió y las dos fuimos al baño (obviamente yo también fui, no podía quedarme a la habitación mientras los chicos se cambiaban).
La escena de antes de Itachi y Laia me había dado mucha ternura. Era impresionante la facilidad con la que Laia cambiaba de actitud y la forma que su hermano la trataba, supongo que por eso era tan sobre protector.
Cuando Laia y los chicos se acabaron de cambiar salimos al vestíbulo. Entonces Itachi pasó un brazo alrededor del cuello de Laia y se fueron a buscar un monitor. Si yo no hubiera sabido que eran hermanos hubiera pensado que eran novios. Supongo que me los miré demasiado porque Loki se me acercó.
-Si tienes celos o te sientes sola yo te puedo hacer compañía. -dijo el mujeriego intentando agarrarme de la misma forma que se agarraban los dos hermanos.
No sé cómo, logré esquivarlo.
-Muchas gracias por preocuparte, pero voy a rechazar tu oferta.
Me senté al suelo igual que la otra gente esperando que nos dieran permiso para ir al comedor. Los chicos se sentaron alrededor mío, pero justo a mi lado se encontraba Luffy.
-Nury... tengo mucho sueño... -dijo el azabache colocando su cabeza encima de mi hombro.
-Bueno, ya sabes, la próxima noche a dormir temprano.
-¡Ni hablar! Me gusta pasar tiempo todos juntos, fue divertido. -dijo sonriente.
-Tienes razón, fue divertido. Pero la próxima vez deberíamos intentar ir a dormir más temprano, sino por la mañana no nos aguantamos, bueno, Laia si, pero los demás no. -dije causando una risa en los que me estaban escuchando.
-Habló la única a quien lo ha molestado... -se quejó Killua.
-Bueno... eso es porque yo me he levantado rápido. -me excusé.
-Pues me la apunto para el próximo día. -dijo Luffy.
Hablamos un poco más hasta que nos dieron permiso para ir al comedor.
Cuando llegamos nos encontramos a los dos hermanos ya sentados en nuestra mesa.
-¿Te encuentras mejor? -le pregunté a mi amiga.
-Aún no me han dado nada. -me contestó -Dicen que primero coma algo y que a medio desayuno alguien ya me llevara una pastilla.
Tal y como le habían dicho a medio desayuno le llevaron la pastilla.
Después de este nos dividimos. Los chicos fueron a jugar a alguna cosa y nosotras fuimos a buscar a esa chica que Loki nos había comentado el día anterior, esa que se había preocupado por Laia, Paola creo recordar que se llamaba.
La casa de colonias era enorme, así que nos costó un buen rato encontrarla. Finalmente la encontramos sentada en un banco con un chico de pelo rojo. Cuando le chica nos vio se levantó rápidamente y corrió hacia nosotras.
-¡Lai! ¿Cómo te encuentras? -dijo al llegar -Ay, lo siento, no me he presentado, me llamlo Paola, pero puedes llamarme Pao. -dijo dirigiéndose a mí.
-Encantada Pao, yo me llamo Nuria, pero siéntete libre de llamarme Nuri. -me presenté.
-Ahora si, ¿cómo te encuentras Lai?
-Mejor, por la mañana me dolía, pero he me tomado una pastilla y ya estoy mejor. -explicó Laia.
-Entonces me alegro. Me gustaría pasar algo de tiempo con vosotras, pero voy a volver, que he dejado a Gaara solo, ya nos veremos más tarde chicas.
Y de la misma forma que había venido, volvió con ese chico.
-¿Es ese Gaara? -pregunté a mi amiga.
-Sí, es el novio de Pao. Llevan juntos prácticamente dos años.
-¿En serio? ¿Dos años? Eso es mucho tiempo...
-Lo mismo pienso yo...
-¿Puedo preguntar de que conoces a Pao?
-Es el tercer año que coincidimos en el campamento, pero no fue hasta el segundo año que nos empezamos a hacer amigas.
-Entonces, ¿cómo es que Loki no la conocía?
-Porque es la primera vez que Loki viene en el campamento. Los únicos que hemos venido más de una vez somos Itachi e yo.
-Es decir, que todos os habéis conocido este año, ¿verdad?
-No, negativo. Loki es compañero de clase de Itachi. Pero los demás si que los acabamos de conocer.
-Entiendo... pues para acabarse se conocer se llevan muy bien, ¿no crees?
-Mi hermano hace amigos muy fácilmente, es una especie de don. Pero es algo raro porque o se lleva muy bien con la gente o se lleva muy mal, no tiene punto medio...
-Mira quien fue a hablar, la que solo el primer día se buscó enemigas.
-Shhhtt... ellas no cuentan... son tontas...
Decidimos ir a buscar a los chicos, pero antes de encontrarlos nos avisaron que empezaría la actividad de la mañana.
Al llegar a la plaza principal, los encontramos ya sentados así que nos fuimos a sentar a su lado.
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Amor de verano
Novela JuvenilA veces el verano se hace largo... por la mañana duermes, al mediodia hablas con tus amigos, a la tarde quiza quedas con ellos, o miras la tele o juegas con el ordenador... al final todo es muy monotono. Pero... ¿y si vas a un campamento?... Los pro...