Dos Lunas

Todos tenemos dos caras y solo mostramos una Tengo un vínculo secreto que se esconde tras mi Luna. Tengo una luna iluminada aunque también otra apagada Quien decida salir depende del mañana

Escondo mis secretos tras mi luna brillará Detrás de mí mentira, se esconde una gran verdad Conocerme realmente es conocer mi otra mitad

Porque tener algo escondido, es lo que me hace especial

-Christian Jimenez Bundo

Cuentan algunos Avas que en el límite entre el cielo y la tierra se encuentran las dos lunas, que solo unos cuantos las han podido ver, dicen que en aquel limite las dos lunas se complementan como si fuesen verdaderamente una sola, con la gran diferencia que a veces suelen mirar direcciones opuestas, pero que cuando ambas ven un solo horizonte se puede apreciar como una de las grandes maravillas que Tupa haya creado y puesto para el agrado de todos. Cuentan también, que ellas suelen bajar a la tierra como un humano más, haciéndose pasar más como

Ava que como cualquier otro ser, cada quien en su tierra correspondiente, ya que; tienen un cierto límite de tiempo y espacio.

Las dos lunas vivían en paz, sin necesidad de estar molestándose la una a la otra, sin estar cambiando de mundo, de rostro hasta incluso de color. Dos lunas tan iguales deberían de vivir en armonía y así lo hicieron, deberían de brillar ante tanta oscuridad, y así lo hicieron, cumpliendo cada parte de lo que su naturaleza les permitía. De vez en cuando Dolf, quien sería una de las grandes reliquias de la tierra, suele observar a las dos lunas sentadas juntas; observando todo a su alrededor desde lo alto de un Tajy, supuso de repente quedarse ahí, sentarse y admirarlas desde lo bajo, ya que había oído de ellas, sabía que solo los elegidos podían tener ese privilegio del cual está gozando.

El viento soplaba a favor de ambas, la brisa de aquel invierno era cálida, aunque suene raro era y seguirá siendo cálida, ambas disfrutaban de ese frío viento que provenía del sur, observando a las personas caminar de prisa, como si el mundo fuese a terminar, como si nada importase más que atender esas llamadas estresantes que lo único que lograba era fatigarlos más, ellas buscan a la misma persona, pero cada quien con un interés diferente; Luna lo busca con la intención de saciar su sed, el hecho de verlo la hacía feliz, en cambio ella; solo lo observaba por curiosidad,

tratando de entender a Luna y del porque el comportamiento de ambos siendo meros desconocidos.

-Sin importar la oscuridad, yo estaré brillando para ti.-Exclamo Luna.-Ya que se lo que se siente estar rodeado de tanta oscuridad, pero descuida, no te sientas solo. Existe mucha gente a tu alrededor, solo que no te has dado cuenta de su existencia, ni siquiera levantas la mirada para verme. Y si no puedes notarme a mí, que siempre he estado para ti, cómo podrás lograr que alguien se fije en ti. ¡Deberías dedicarme por lo menos cinco minutos de tu tiempo! –exclamó Luna, que siempre interpone la felicidad ajena ante la de ella, quizás tal vez por el simple hecho de no corresponderla, querrá estar con él de la forma que sea, haciendo hasta lo imposible por esa persona-