If you don't like the way I talk, then why am I on your mind?
If you don't like the way I rock, then finish your glass of wine.
- No entiendo cómo puedes estar despierta a estas horas.
- Teo, la vida es aquello que pasa mientras duermes -respondió Anna bajando la música de su portátil, que estaba apoyado sobre la encimera de la cocina.- ¿Quieres una tortita?
- No, gracias, con un café voy sobrado.
- Como siempre -la chica resopló y siguió cocinando su desayuno, aunque más bien era comida debido a la hora del día.
- No te enfades, caraespinaca.
- Me gusta más carapasa.
Los dos se miraron de manera cómplice y no pudieron evitar acabar riéndose.
- ¿Qué tal ayer? -preguntó Mateo sentándose en una silla junto a la barra que separaba la cocina del salón.- Espero que te trajera a casa Jaime, An.
- No tuvo otra opción. En medio de la noche escapó su presa y tuvo que resignarse conmigo. ¿Tú has tenido mucho follón?
- No fue nada comparado con lo que me espera -soltó con una sonrisa amarga.
- ¿Por qué? -inquirió Anna apagando el fuego de la cocina de gas y sirviéndose un plato bien sabroso de tortitas acompañadas con mermelada de manzana.
- No sé por dónde empezar. Al parecer voy a ser como un tutor provisional de una niñ... -se autocorrigió- de una chica durante todo este verano.
- ¡Hala! Parece extraído del argumento de Castle, aunque tú no estás tan bueno como Kate Beckett.
- Y ella va a ser más pesada y problemática que Richard Castle.
- De todas formas piensa en positivo. Vas a embarcarte en una nueva aventura y quién sabe cómo acabará. A lo mejor te ascienden... ¡Mejor! Te echan y así pasas más tiempo conmigo.
- Me encantan tus consejos. ¿Te lo he mencionado ya?
- Alguna que otra vez, bombón -le respondió pícara.
Sobre las cuatro de la tarde recogieron la cocina entre ambos y decidieron que se quedarían disfrutando de la compañía del otro el resto del día viendo una maratón de capítulos de Homeland.
***
Salió de la ducha envuelta en una gran toalla mientras que con otra más pequeña se secaba su larga melena rubia. Lo primero que hizo en su habitación fue dirigirse hacia su escritorio y encender su iMac para buscar en sus playlists de Spotify el grupo de música PVRIS. Abby era de esas personas que no soportaba el silencio y necesitaba recurrir constantemente a la música para acabar con él, además, gracias a ella se relajaba y despejaba.
No tenía ganas de mirar su teléfono, ya que sabía que tendría mensajes y llamadas perdidas de sus amigas, pero tampoco quería preocuparlas. Se sentó sobre su cama y alcanzó el aparato de la mesita de noche. Efectivamente tenía unas cuantas perdidas de Tamara y Laura. En vez de conectarse al Whatsapp, envió a cada una un SMS diciéndoles que todo se había solucionado y que mañana podrían verse para hablarlo.
A continuación, se dirigió a su cómoda para sacar un conjunto sobrio compuesto por unos shorts rotos y una camiseta negra. Con el calor que hacía a mediados de junio en Madrid no necesitaba secarse el pelo con un secador, simplemente se lo peinó y se puso unas gafas de sol para ocultar sus ojeras. Agarró una mochila pequeña y guardó en ella el monedero y las llaves mientras se ponía sus auriculares y buscaba en su móvil Ghost de Halsey. Finalmente, salió de su habitación y bajó trotando las escaleras sin hacer el más mínimo ruido con sus converse blancas.
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Entre Policías
Novela JuvenilCumples dieciocho años y el verano acaba de empezar, ¿cuál sería la mejor manera para estrenarlos? ¿Celebrar una fiesta de cumpleaños por todo lo alto e invitar a Rihanna para un concierto privado? ¿Qué tus padres te compren un coche de gama alta o...