Capítulo 6 °^°

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Reborn se encontraba en su cuarto tomando algo antes de dormir, "un buen licor ayuda a dormir" es lo que él decía... una vez tomo el último trago de su vaso con desgana se dirigió hacia la cama, y allí rápidamente se durmió.

Lo raro comenzó después, una vez que entro en el mundo de los sueño, allí se encontró con alguien que parecía tener características parecidas a las de Tsunayoshi, pero en cambio a su castaño este tenía una cara de enfado, o algo así.

El azabache analizo con sumo cuidado todo a su alrededor... extraño, no parecía haber nada más que ellos en ese lugar, el cual estaba vacío, y parecía enorme... una vez volvió a ver al rubio noto que había algo detrás de este, era Tsuna... ¿Qué demonios hacia allí con ese tipo?. Una cara de enfado se hizo notar en la cara del de patillas rizadas, al parecer eso le agrado al rubio ya que este al ver como se ponía esbozo una sonrisa como de victoria.

Pero bueno, eso no duro mucho ya que Tsuna rápidamente se acercó a Reborn para darle un abrazo y un beso en la mejilla como saludo, causando celos en su "padre"... Reborn cambio su cara por una de triunfo y felicidad.

Una pelea bastante infantil por la atención de Tsuna, podríamos decir... Tsuna que estaba en los brazos de Reborn, tiro de la camisa de este para llamarle la atención y que lo escuchara.

-nee... nee, Reborn él es Giotto-san- dijo el pequeño con simpleza, en un intento de presentación... el Hitman no era tonto, estaba seguro de que ese era el primer jefe de la Vongola... ¿pero qué demonios se suponía que hacia allí?.

-¿podrías bajar de una vez a Tsunayoshi-kun?- menciono con desagrado Primo Vongola... se notaba que no podía ni verlo, ni siquiera quería estar en el mismo lugar que él, pero debía hacerlo para dejar en claro que se aleje de Tsuna, y más que nada que no se atreviera a hacerle algo indebido, porque por más Hitman que este sea lo mataría.

-¿y que si no lo hago?- menciono el Hitman con una sonrisa sádico en su rostro, desafiándolo como solo él podía... nadie podría mandarlo, nadie.

-maldito te voy a...- dijo Primo mientras que entraba en modo Hyper, con guantes y todo... ya estaba decidido a matar al desgraciado ese.

-Giotto-san no, lo prometiste- menciono el pequeño mientras que se bajaba de los brazos del Hitman para acercarse a su "padre".

El rubio agacho el rostro y poco, a poco fue disminuyendo su llama de la última voluntad, es verdad que había roto su promesa... pero ese maldito, como se atrevía, realmente quería matarlo.

-bueno vamos al punto de una vez, no tengo intenciones de respirar el mismo aire que el por tanto tiempo- dijo el rubio volviendo a su porte original, pero con la misma muestra de desagrado que en el principio... bueno puede que no la misma, pero si una más fuerte.

-bueno entonces explícame qué demonios hago aquí, porque Tsuna está aquí, y porque tu estas aquí- dijo de manera cortante el Sicario, buscando el porqué de esta situación tan desagradable... era obvio que ninguno de los dos se soportaban mutuamente, pero debían de hacerlo por Tsuna, al cual parecía agradarle ambos.

-yo y Tsuna nos encontramos aquí porque es la única forma en la que puedo hablarte, y tu porque estas dormido y por esa razón podemos estar aquí...- explico sin nada de ganas el primer jefe de la Vongola -de lo que quería hablarte era acerca de si te podrías alejar de una vez de Tsuna... es decir, quien te crees que eres para tomarte esas confianzas cuando hace nada que lo conociste, y yo soy el que hace años que lo viene cuidando- El tono de voz con el que dijo esto, era rasposo y para nada agradable... era obvio que quería hacer notar la seriedad del asunto, no era un juego... para nada podrías tomar eso en broma.

En manos de mi sádico Hitman - R27 OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora