No puedo verte pero si sentirte

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Otro día caluroso, mientras ellos seguían debajo de esa gran roca, la cual los protegía de los dañinos rayos del sol, ahí estando en su rollo. Ella fumaba otro cigarro, rodeada por el humo de este y ahí el alejado de ella, con el bastón en su oreja derecha, esperando a que lo Crusaders hagan su aparición en ese desierto, con una gota en su frente, gota que también recorrió su mejilla y así estaba el ambiente, silencioso, sin nada que decir, solo se oía como la mujer aspiraba el humo del cigarro y el soplido al lanzarlo.

-Y ¿Bien? ¿Alguna noticia de Kujo y los demás?- Se notaba el desinterés en esas dos preguntas.

-No, Todavía nada, pero sé que falta poco para que pisen este desierto- Lo decía con total seguridad, ya habían pasado los dos días, significado de que el tercero era el día donde aparecerían el grupo ese.

El silencio apareció de nuevo, si fuera de noche aparecería el típico ruidillo de grillo, pero como era de día solo podían oír al viento arrastrando algo de arena a quien sabe dónde.

-Bien, creo que iré a pasear... por ahí- Se levantó de la arena para luego limpiarse el polvillo y la arena que tenía -¿Podrías buscar alguna botella o algo que contenga agua?- A lo primero consiguió un gruñido de parte de su pareja. No paso ni diez segundos que pudo ver como mediana cantidad de agua coloco una cantimplora en su mano -Okeyyyy... Ahora vuelvo, no me extrañes cieguito mío- Le guiño el ojo al ciego y comenzó a dar pasos hacia afuera de la roca, exactamente detrás, tomo una vara y hacia un rastro de arena para saber por dónde había venido.

Ya había pasado una hora, no justa pero paso una hora rondando por ahí, arrastrando una vara y llevando una cantimplora, como había dado demasiados pasos, así que como recompensa decidió dar un trago a la cantimplora, lo abrió sencillamente y comenzó a mojar su garganta con agua, caliente para ser exacto, primero lanzo el agua que ardía como el demonio y luego comenzó a maldecir a todo el mundo, desde el muerto que tenía esa cosa, hasta N'doul que le había dado esa cantimplora caliente, pero no sabía si se calentó en el camino o si ya estaba caliente por el tiempo que paso con el cuerpo del desconocido.

Para matar el tiempo comenzó a hacer pequeños dibujos en la arena, primero dibujo a ella muerta en la arena del desierto a la luz del sol, hasta un corazón con el nombre de su pareja y el de ella. El aburrimiento se hizo presente y decidió ir por el camino que marco ella misma, paso a paso, siguiendo la aburrida línea que marco aburridamente cuando decidió dar una aburrida caminata por el aburrido desierto. En su vuelta ella se percató de algo, sentía que alguien o algo se acercaban, solo mantuvo posición, pero sabía quién era. Era el stand de N'doul quien primero al acercase a ella comenzó a dar muchas vueltas en círculo, pero luego comenzó a moverse a diferente direcciones manteniéndose cerca de la mujer, para después quedar a un lado de lo que había, era una palabra. "Vuelve" y como decoración dibujo un corazoncito forzado, ella a lo primero soltó una risa por el "Corazoncito" que dibujo su pareja, pero luego soltó una sonrisa tierna y sincera.

Ya solo faltaban dos pasos para entrar a la roca, el primero lo dio, pero el segundo quedo en la mitad por el cansancio de sus piernas iba a hacer que se callera hasta que la misma agua la volvió a parar y ahí estaba ya dentro, acostada boca abajo en la arena, se arrastró con los brazo y consiguió llegar al lado de su compañero para luego acostarse en su brazo, soltó un suspiro y comenzó la charla.

-El agua estaba caliente- Se quejó ella con una sonrisa normal y con los ojos cerrados.

-Tú me pediste agua, no agua con hielo refrescantes, además mi stand no puede fijarse en la temperatura del agua, él es agua no un sirviente- Le respondió que además le agrego una queja.

-Se ve que no me quieres- Comenzó con un puchero y todavía no abría los ojos -Pensé que había algo entre nosotros-.

- S-Si te... te quiero, pe-pero no pued-o hacer t-t-todo a bien de nosotros- Hablaba sonrojado el ciego, hablar de esos temas de amoríos y relaciones, eran su punto débil -Ade-Ademas si te quiero ¿No vi-vi-viste la palabra que te escribir?- bajo su cabeza.