Es gracioso como las personas se llegan a conocer, en un parque, paseo por las calles, escuela o tal vez en un baño...
Londres, una ciudad hermosa, lugar donde viven las familias más adineradas de todo Reino Unido.
Pero sólo eran máscaras, todos en aquella comunidad mantenían unas enormes máscaras. Por dentro deseaban tener otras condiciones, vivir otro tipo de vida. ¿Cómo es eso posible? Porque aquel que narrará la historia y será personaje principal es uno de ellos.
Harry Styles, un joven hermoso por el cual todas las chicas desean tener y padres mueren porque sea su yerno.
Utiliza máscaras todos los días, cuando está en reuniones de trabajo con su padre, en citas arregladas por su madre y con aquella rubia la cual detesta. Siempre tenía una máscara para cada ocasión.
Quería ser libre, tener control de su propia vida. Anhelaba, dejar todo y correr con el viento. Deseaba tener libertad.
-Harry.- llamó su madre.
-¿Qué ocurre?- preguntó, bajando las escaleras.
-Empaca tus cosas, en tus vacaciones estarás con tú futura familia.- sonrió la mujer.-
-Como órdenes madre.- aceptó.
Harry sólo tenía diecinueve años, pero seguía obedeciendo las órdenes como un niño de seis. Él era así, esa era la manera en que lo educaron.
-Otro vez a usarlas.- murmuró.
[...]
-Bienvenido Harry. Nos alegra mucho tu estancia en nuestro hogar.- tomó al joven del brazo y caminó con el a la entrada.- Lottie está terminando de arreglarse, decidió recibirte con una estupenda cena y terminó ensuciandose.- rió la mujer. El rizado, por educación, tuvo que seguirle la risa.
Quién lo conociera, sabría que era la más falsa risa que pudo dar.
-Disculpe el atrevimiento, Jay, pero ¿Dónde está su sanitario?-
La mujer indicó el camino y le ofreció una mucama para que lo acompañe, a lo que él se negó. Quería, necesitaba estar solo.
¿Por qué las personas usas máscara? En especial personas con un poder y riqueza enorme. Simplemente porquese cansan de todo lo monótono en su vida.
Recordaba cuando iba al parque por peticiones de Lottie y observaba como pequeños de cinco años les enseñaban modales y etiquetas.
A veces envidiaba a los de clase media, porque ellos no eran prisioneros de esos modales, ellos podían salir, divertirse. Ellos podían ser libres.
Bajó su pantalón a una altura propia para hacer sus necesidades. En ese momento la puerta fue abierta.
¿Alguna vez viste la mezcla de azul y verde? Es hermosa.
Sus esmeraldas se perdieron en los zafiros de aquel individuo. Se perdieron en aquella perfección.
-Oops.-
-Hi.-
Ese seria el comienzo de su, historia.
