Capítulo 18

3.2K 139 0
                                    

- Así que vas a quedar con él ahora.

- Sí.

- ¿Va a ver sexo?

- No.- reí por lo que había dicho.- Amigos, Pol, amigos.

- ¿Y qué? También sois ex novios.

- Hace un año, mucho tiempo para volver a quererse.

- No hablo de quererse, hablo de acostarse con alguien y ya, un aquí te pillo aquí...

- Te mato.- le interrumpí.- Y no va a pasar eso, una vuelta y ya está, algo tranquilo.

- Está bien.- él suspiró, parecía desilusionado y sonreí porque no sabía cómo reaccionar a eso.- ¿Qué? ¿Por qué sonríes?

- ¿Te has desilusionado?

- No, claro que no...solo que...

- ¿Qué?

- No me tires de la lengua, Tania, no me gusta decirle esto a mis amigos porque no soy quién para decirlo.

- Eres alguien, di lo que piensas y yo diré lo que pienso y haré lo que yo quiera.

- ¿Segura?- asentí y le miré directamente a sus ojos verdes.- Óscar no me cae nada bien.

- ¿Otro igual?

- Primero te explicaré por qué, segundo, me vas a decir quién es ese otro.

- Ese otro es Paulo, a él tampoco le cae bien, dice que ve algo en él que no cuadra con la imagen de chico bueno.

- ¿Él también? Un poco más y somos hermanos.

- ¿Tú también piensas eso?

- Sí, Tania, cuando estamos con él no para de mirar el móvil, incluso Marc, que es gay, te hace más caso que él y eso que es tu novio. Tania, no se comporta como decías que lo hacía, como el novio ejemplar, el novio que debería poner celoso a Dybala, a mí, a Marc, a Cristiano, a Leo, a todos, porque formarías la pareja perfecta que ninguno llegaría a tener, así lo describías y así no es.

- Vaya, te has despertado con ganas de decir tu opinión a los cuatro vientos.

- Yo no quería hacerlo, ya te dije que no soy quién para decirte esto.

- Está bien, Pol, yo salgo con él y si me estoy equivocando, prefiero descubrirlo yo y que cuando os necesite estéis vosotros.

- Allí esteramos.

Me sonrió y abrazó, supongo que porque sabía que algo de sus palabras se había quedado en mi mente, atormentando mi relación con Óscar porque la verdad, parecía muy convencido de lo que me decía.

El timbre sonó y bajamos, Pol agarró a Lleò y yo abrí la puerta. Me sorprendió verlo de tal forma, con casi el mismo aspecto que aquella vez que vino a mi casa. Sonrió al verme, haciendo aparecer sus perfectos dientes que enamoraría a cualquiera. Llevaba una camiseta corta, sus pantalones vaqueros y sus zapatillas y no iba muy peinado, parecía que sabía cómo me gustaba su pelo.

- Hola Paulo.

- Hola Tania.

- Hola Paulo.- Pol apareció lentamente detrás de mí con Lleò en sus brazos, que miraba a Dybala con ganas de arañar su rostro de niño.

- Hola Pol, ¿Nos vamos?

- Claro, cuida de Lleò.

- Sí, sargenta.

Salí de casa y miré atrás un momento mientras me alejaba junto a Paulo, viendo a Pol sonreír y guiñarme el ojo antes de cerrar la puerta. Estábamos en silencio, supongo que era raro volver a vernos juntos en las calles sin reñirnos.

Clarity (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora