Asesinato en Winderbrok

Capítulo 29

DÍA 27: 07:10 Am. "Una escuela nueva"

Santiago

Me echo una última mirada en el espejo del baño y salgo. Estoy listo. debo ir a esa escuela, hablar con esa tal Daniela saber donde vive la señora Hall. Que nos llevo a todos a esa cabaña. Necesito saberlo. Todos lo necesitamos. 

-Bien-dice Andrés, está terminando de desayunar como todos, deja la taza en la cocina y vuelve hacia donde estamos, estoy con Julio y Martín otra vez-llamé a Claudia y dijo que te podía llevar.

-Disculpa por la curiosidad-le digo-¿Qué le dijiste?

-Ya te lo dirá.

...

Unos diez minutos después llega Claudia en su auto junto con Laura y otra chica más, no voy a preguntarle. Me despido de los chicos y subo al auto, cierro la puerta y me acomodo en el lugar. Al instante Claudia voltea la cabeza y me sonríe.

-¿Así que eres familiar de Andrés?-que imaginación tiene, por Dios...

-Sí...perdón por no decírtelo ayer...eh, acabo de llegar a la ciudad y, pues, tenía miedo de...

-Pero si no tienes de que tener miedo-me brinda un abrazo y luego se da la vuelta para hacer que el auto ande-con nosotras nada te hará daño.-no sé que significa eso...-tengo dos alternativas ahora.

Llegamos a la escuela unos veinte minutos después. Me bajo del auto y respiro profundamente, este ambiente de una escuela con muchos más niños que solo veinte es nostálgico. Aunque solo estábamos veinte días, nos acostumbramos a ese clima en la nieve. Pues, aunque me parezco a Andrés...no soy él, podría aprovechar esto para hacer lo que siempre quise hacer en la otra escuela, después de todo, no soy un alumno...

Cruzo la puerta y veo el papel que tengo en la mano que me dejaron los chicos. "Daniela Varas, sala 7A. Física. Mediana, pelo café. Se sienta de los últimos para el lado de las ventanas" Levanto la vista y sonrío, camino lentamente por los pasillos. La cantidad de chicos es agobiante, pasan muchos a mi lado y algunos me miran raro. Claro, Andrés no tiene por qué venir si está castigado. Me dijeron más o menos por donde debía ir. Doblo a la derecha por un pasillo largo con casilleros a los costados y muchas salas repartidas sin orden. 87C, 42A, 36B, tiene que estar por aquí...

-Vaya Andrés-me dicen unos chicos que vienen por detrás mío-¿No estabas castigado?-lo dicen con un tono que demuestra que no se llevan bien conmigo, me tomo el momento de examinarlos, son cuatro. Tienen estilo de deportistas, el pelo bien peinado y son musculosos. Esta es la mía.

-Ay Dios...no puedo creerlo, ¿Es que no tienen un poco de creatividad? En todas las escuelas los mismos estereotipos. Espero que te ayuden las becas chicos, o que el gel te deje pensar. Porque me parezca a alguien no significa que sea esa persona. Me llamo Santiago, no soy ese Andrés. He visto muchas cosas que tu no, he pasado por mucho. He visto a una persona dispararse, hemos sido atacados por lobos y casi mato a un amigo-cambio las cosas a mi favor, me encanta hacer esto-espero que no seas amigo de Andrés, serían un típico caso más-empiezo a caminar para donde iba, con la adrenalina hasta el cuello-ah, y espero que ninguno haya estado enamorado de Karen. Porque no tendrán un felices por siempre. 

Paro un segundo y empiezo a pensar que lo último estaba de más, me arrepiento solo de lo último. Lo demás ha sido bien, esos chicos son iguales a los de mi otra escuela y han servido de apoyo psiquiátrico. 

Después de doblar unas veces más veo una sala con el número 7A. Al fin. Entro en ella y veo a un montón de chicos y chicas que conversan entre sí. Me quedan mirando. Veo un marcador en la mesa del profesor, lo tomo y escribo en la pizarra: "NO SOY ANDRÉS".  Camino hacia los últimos puestos y busco a la chica que concuerde con lo que me dijeron. La encuentro. Está escribiendo algo en un cuaderno. Me acerco y me siento en la silla que está en el puesto de adelante.