Habían pasado trece años exactamente. Lo había conocido en el jardín de niños y había sido mi "primer amor" aunque siendo una niña, no sabía nada de eso. No estaba en mis planes volvermelo a encontrar. Sin embargo, en mi destino ya estaba escrito que así fuera.
Cuando éramos niños, él me ganaba por una cabeza de alto, ahora me ganaba por tres,su cabello era más rubio, ahora se le había oscurecido, su voz era aguda y chillona, ahora era grave, tenía rasgos suaves y ahora masculinos y definidos. Había cambiado totalmente, pero yo... yo seguía siendo la misma ingenua de antes, un poco más alta y con más kilos encima, pero tenía la misma cara y mis hábitos no habían cambiado, seguía estando pérdida, y no tenía muchos amigos, era fría con la mayoría de la gente y muy desconfiada.
Pero por alguna razón, cuando volví a verlo, cuando volví a sentirlo, cuando mi corazón porfin pudo saber lo que era ese sentimiento, mis miedos habían desaparecido como por arte de magia. Me habían lastimado mucho antes, mi pasado me aterraba y temía que pudiera volver a ocurrir lo mismo. Pero él era diferente, no le importaba lo que dijeran los demás,no le importaba que lo vieran conmigo y empezaran a hablar,no le importaba en lo absoluto.
Y luego me di cuenta, que lo había encontrado.
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"—¿No vas a dejarme como todos lo han hecho? —le pregunté temerosa.
—No voy a irme a ningún lado ¿No te das cuenta de lo mucho que me importas? Voy a estar contigo por siempre."