Me sentía totalmente adormecida de cualquier dolor o sensación física. Lo sé porque había estado corriendo toda la mañana sin parar un segundo. Solo escuchaba la música y miles de pensamientos se me venían a la mente; a veces me sentía feliz, otras, nostálgica y con rabia. Ya no entendía nada, es como si todo de repente hubiera sido arrancado de mí. Había luchado y había sacrificado miles de cosas, nada importaba, solo ella. Pero no fue suficiente.
La conocía de años pero ella nunca me vio, no como yo quería. Había tratado de encontrarla a ella en todas con cuantas he estado pero su recuerdo me rompía el corazón. Cuando las besaba, cuando las abrazaba, cuando lo estaba haciendo con ellas, su recuerdo se venía como una maldita bala y me explotaba. No podía amar a nadie más y eso me estaba matando cada vez más.
Llegué a mi apartamento hacia el mediodía. Me dirigí a la cocina para comer algo ligero mientras revisaba, mi celular. Ahí estaba:
"Hey! Anoche te fuiste sin decir nada. Me tienes preocupada, quiero hablar contigo. En realidad, no me atrevía decírtelo antes, no sabía cómo reaccionarias. Llámame o iré a tu apartamento."
Lancé mi celular al sofá. No me apetecía responder. No quería verla, ya no quería sentir más opresión en mi pecho. Ella se veía feliz anoche con su ex novio o novio o lo que sea que me dijo que pasaba.
Me fui al baño a darme una ducha, el agua me hacía sentir mejor mientras en los parlantes de la habitación la música sonaba a todo volumen. No quería pensar pero ella aparecía malditamente en cada verso. Debí haber terminado con esto hace mucho.
Estaba terminando mi sándwich cuando el timbre sonó. Abrí encontrándome con ella. Se veía furiosa, ella pasó por mi lado.
—Claro, pasa
—No me contestas las llamadas y los malditos mensajes de texto. Anoche te fuiste así de la nada. ¿Qué mierda te pasa?
—¿Hola?
—Contesta, joder
—Cálmate
—No entiendo, siempre te pones así cuando estoy tratando de volver a ser feliz
—Claro, porque volver con ese idiota es lo que te va a ser más feliz que nada.
—Tú no sabes nada
—¡Tú eres la que no sabe una mierda!
Prácticamente estallé en ese momento, de un solo movimiento estaba tan cerca de ella que podía ver claramente sus ojos cafés atravesándome con duda. Mi respiración de pronto se atascó.
—Perrie...
—No sabes una mierda. Maldita sea. Estoy molesta contigo por todo, por todo. Por esto. Por lo de anoche. Por todos estos años.
No aguanté más y la besé. La besé porque ya no soportaba la idea de que se fuera hoy sin que las cosas que yo sentía por ella se quedaran nuevamente estancadas. Mi beso era duro y con rabia y extrañamente ella lo correspondía igual.
—Enséñame —susurró ella durante el beso.
La acorralé contra la pared mientras ella enredó sus piernas en mi cintura. Mi cabeza solo daba vueltas. Después de tantos años de amarla, esto estaba pasando. Sus labios eran más dulces de lo que alguna vez pude imaginar, su cuerpo encajaba a la perfección, su respiración acelerada tenía a mi corazón a punto de salir de mi pecho. Metí mis manos dentro de su camisa y acaricie su abdomen ella gimió levemente, pasé mis manos ahora a su espalda y le acariciaba la espalda de arriba abajo mientras la calmaba y disfrutaba a pleno de su beso. El beso se fue disminuyendo hasta que ella lo rompió y pegó su frente con la mía, mientras me miraba fijamente. Solo podía tener una pregunta silenciosa en sus ojos mientras una sonrisa se dibujaba en mi rostro. Quité el broche de su sujetador despacio, mire sus labios y sin detenerme un minuto más retomé el beso. Mis manos se deslizaban a la parte delantera y apreté levemente sus senos. Ella gimió contundentemente. Mis dedos acariciaban sus pezones, sus manos se aferraron a mi cuero cabelludo. Ahora mis labios se concentraban en su cuello, lo besaba y lo chupaba en ocasiones.
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One Shots - Jerrie
FanfictionEstaré publicando OS de Jerrie. Si tienen sugerencias no duden en enviármela.