Así pasaron los días con Michael y nuestro bebé, Prince. Con frecuencia me daban crisis y determinablemente, Michael me obligó ir a un psiquiatra, porque mi condición mental iba de mal en peor. Habían días en los que Michael me entendía perfectamente, y otros en los que realmente quería perder la cabeza junto conmigo. A veces me odiaba por sentir esto, me repudiaba y me sentía mal, porque sabía que Michael lo estaba pasando mal también.
En uno de tantos días por la tarde, Celeste ingresó a mi cuarto con el pequeño en brazos, para que pasara más tiempo con la criatura. Mientras tanto Michael estaba en su compañía arreglando todo para su próxima gira. Su disco había vendido muy bien y eso me alegraba demasiado. Era impresionante. Celeste se acercó hacía a mi, mientras me levantaba de una siesta que tomado previamente.
—Buenas tardes, señorita María. —Saluda la señora efusivamente y yo me siento sobre la cama mientras me estiro un poco.
La miro aún adormilada y la reprendo suavemente.
—Buenos días, Celeste. Celeste, llámame María. No quiero formalidades, sólo porque soy novia del señor Michael. —Indico y miro fijamente hacía el bebé.
Celeste asiente apenada y se acerca un poco más, para entregarme al niño.
—Mira que chulada, se acabó de despertar también. —Me dice mientras me lo entrega con mimo y éste empieza a palmear dulcemente sobre mi regazo.
—Es hermoso... Se ve tan guapo con ese minitraje... —Sonrío y luego miro a Celeste.— Creo que Michael hizo muy bien adoptarlo, ¿No crees Celeste?
La señora asiente amablemente y me mira con unos ojos muy maternales. Prince se ha dejado dar cariño por todos. Incluso de mi, ¡Claro, es mi bebé! pero aún así es inevitable no dejar de tener esas pesadillas y esos momentos de depresión. Es ahí donde me doy cuenta que mi vacío no está completamente lleno. Una vez que juego con Prince por un largo tiempo, llega Michael de trabajar y lo agarra en sus brazos mientras lo alza hacía el techo. Yo sonrío, él ha sido el mejor de todos. Lo adora demasiado. Luego que lo deja nuevamente en la cama jugando con sus jugueticos, se acerca a mi y me da un beso efusivo en la boca.
—¿Cómo estás hoy? Que milagro que te encuentro jugando con el niño.
Sentí una gran punzada en el pecho y ganas de llorar... otra vez... Pero suspiro y sonrío.
—Siempre hay una primera vez, ¿No crees? Además, ya casi es Navidad y quiero estar bien.
—Así me gusta oírte, me alegra tanto que digas eso -Se sienta a mi largo y me abraza por la cintura. Me mira fijamente y me atrae más hacía a él. Me besa con pasión y luego me deshago de su agarre.
—Michael, el bebé está aquí -Escucho una resonante carcajada de parte de él y vuelve a darme un beso.
Me pongo de pie, agarro el bebé y miro a Michael por un largo tiempo. Sonrío y él sonríe. Amo con locura a Michael, es el que mejor me entiende. Por otro lado, Janet está encantadísima con el bebé, cada vez que tiene oportunidad le trae un juguete nuevo y juega con el hasta altas horas de la noche. Sofía, mi amiga, también está muy contenta por ello, pero a la vez preocupada por mi salud mental. Todo marcha muy bien, Karla y Karlota, se dieron cuenta que en la vida de Michael siempre existiré yo y sólo yo; por lo tanto, ellas también han cambiado mucho de actitud... Katherine, la madre de Michael, también adora mucho a su nieto. sin embargo, le reprocha a su hijo, que siga con los planes de la boda y que en el cumpleaños de Elizabeth, nos casemos. Michael piensa demasiado, sólo quiere asegurarse primero de que yo esté bien. Y hablando de Elizabeth, ella también quiere mucho a Prince y Prince la quiere mucho a ella. Es reconfortante, tener apoyo de parte de todos.
Hoy tenemos una cita programada con uno de los fotografos de confianza de Michael, ya que Michael quiere hacerse algunas fotos conmigo y el bebé. Lo cual, me pareció una estupenda idea. Inmediamente me llevo a Prince para darle un pequeño baño y ponerlo guapo como su papá. Una vez que lo tengo arreglado, lo dejo con él y me organizo también. Me pongo un vestido color amarillo pastel, unos tacones bajos del mismo color, me dejo el cabello suelto y me hecho un poco de maquillaje. ¡Guau! cambio demasiado cuando me arreglo; me termino de acicalar echándome algo de perfume y salgo del baño finalmente.
Michael se encontraba jugando con Prince, le hacía cosquillas y lo alzaba frecuentemente al aire. Carraspeo la garganta y ambos voltean a verme en unísono. ¡Tan monos que se ven! Michael se acerca a mi y cuchichea.
—Mira Prince, que mami más guapa —Sonrío y cargo al pequeño en mis brazos. Michael le da un beso a Prince y luego me da uno a mi.— Vamos.
Salimos del cuarto y bajamos a la sala. Michael avisa a los de la casa, que saldremos por un momento, nos despedimos y finalmente salimos. Louis se acerca a nosotros, nos saluda con entusiasmo y abre la puerta para mi y Prince, me deslizo y después Michael entra por la otra puerta. Indica al chófer a donde ir y en segundos después ya estamos andando.
Michael comienza hacerle caras a Prince y sin duda, Prince se carcajea a la par con él. ¡Vaya dos! Llega hasta el punto de sacarme una risa a mi también. Lo miro y él me mira.
—Ya, parad... nos harás dar dolor de estómago. —Indico entre risas
Michael asiente divertido y recuesta su cabeza sobre mi hombro, mientras observa con ojos tiernos a Prince. Le doy un beso en su coronilla y Michael vuelve y me mira. Nos miramos fijamente por un largo tiempo, luego un sonido de palmadas nos saca de nuestro trance y ambos posamos nuevamente la vista hacía el bebé.
—Que bueno que ya estás mucho mejor —Murmura y sonríe con Prince.
—Quiero estarlo, Michael —Respondo a la misma vez que coloco mi mano sobre su rostro.- ¡Ustedes son mi vida completa! Lo digo enserio. Los amo demasiado.— Poso mi cabeza sobre su hombro y Michael pasa una mano sobre mi hombro.
—Lo sé... —Murmura- Gracias por darme esta felicidad. En verdad, muchísimas gracias.
Una vez que paramos cerca del edificio, Michael agarra el bebé con una mano y con la otra, ayuda a bajarme del auto. Le indica a Louis que de una vuelta mientras hacemos nuestras cosas y éste asiente. Cuando el chófer desaparece de nuestras vistas, nosotros entramos al edificio y nos vamos directamente al salón 107. Cuando ingresamos nos encontramos un gran ambiente lleno de cámaras, parasoles especiales, luces y un montón de artefactos para sacar fotografías. Michael saluda al fotógrafo con alegría nos presenta hacía a él y lo saludamos de la misma manera. Habla unos segundos con el fotógrafo, éste asiente y agarra su cámara.
—Bien, ya tenemos el ambiente preparado para ustedes.—Dice y el fotógrafo le indica a uno de sus asistentes que coloque una silla en forma de trono.
El fotógrafo me indica con gestos que me siente ahí junto con el niño y Michael se hace a un lado de nosotros pero de pie. Aquí empiezan las fotos. El hombre muy profesional, agarra la cámara y la posiciona de mil formas para sacar cientos de fotos que se ven ilustradas en el portátil que tiene al lado. Sacaron varias. En unas salimos los tres, luego Michael y yo, el bebé y yo y también Michael con Prince, las cuales son mis favoritas. Cuando las revelamos para lucir, el fotógrafo nos hizo entrega del material en un sobre y agradecemos por el servicio. Me quedé sentada en uno de los sofás del salón mientras Michael llamaba al chófer para recogernos de vuelta, en ese momento me dio tiempo para pensar que podré usar finalmente los portaretratos que compré hace unos meses atrás cuando salí con Janet.
¡Hooola chicas! Aquí está el capítulo, espero que les guste demasiado. No olviden comentar y votar, saben que eso me hace muy feliz. ¡Las adoro demasiado! Gracias por tanto :3 Besos y éxitos.
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Casados a la fuerza © [TERMINADA] #Sakura2019
Romance"No podía verlo, me daba ira máxima, con sólo sentir su presencia". Lo que ella no caía en cuenta, es que del odio al amor, sólo hay un paso. María, la criada mas joven de la mansión Neverland, donde actualmente vive Michael Jackson, el famoso c...