Capitulo 4

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Miré la nota y al vestido también.

Siempre había sido rebelde y un hombre nunca podría contrlarme , menos Black.

Me puse una sudadera grande y holgada, unos jeans y unos converse negros. Y caminé en dirección al bar.

Cuando entré me di cuenta que de "elegant" no tenía nada, era un bar de mala muerte con chicas bailando por el lugar en cada esquina. Hombres contemplando un pasarela de diversas mujeres con poca ropa, una de ellas en específico me miró, no se veía mayor que yo, ni siquiera menor.

Una mano grande y pesada tocó mi hombro.

-Mi jefe está esperandote - Dijo un hombre vestido de traje negro y gafas del mismo color.

Me condujo a travéz de distintos cuartos.

Finalmente llegamos a una oficina en el que estaba Black sentado.

-Puedes dejarnos a solas por favor. -Dijo con su voz grave que intimidaba. Aunque yo intentaba mantenerme firme.

-Veo que no te has puesto lo que te he regalado -Continuó diciendo.

-Detesto los vestidos -Dije con la voz mas cortante que tenía

-Creo que es algo que debo anotar, pero sientate querida. -Al mismo tiempo me ofrecía una silla.

Me senté.

-Quiera proponerte algo.

-¿Disculpa?

- Como lo oiste, trabajar para mi, te daría el mejor sueldo de todos, tendrías el mundo si lo quisieras. - Dijo mientras sonreia.

Me acerqué lentamente a él.

-Yo no sé con que clase de personas trates, pero te diré algo. Yo no soy puta.

Regresé a mi silla. Vi como hacía una mueca.

-Nadie dijo que lo fueras querida, pero verás. Puedo darte todo lo que tú necesites, lo que tu familia quiera, lo que Marianne y Erin necesiten. -Sonrió de una manera diabólica.

Me paré de golpe y apoyé mis manos en su escritorio.

-¿Cómo sabes de ellos? -Dije entre dientes.

- Se mas de lo que tú crees.

Me quedé callada y volví a mi asiento.

-Y bien -Continuó - Solo es una propuesta querida. Pero es algo que no deberías tomar a la ligera, no ha muchas le doy esta oportunidad tan grande.

Me paré inmediatamente y justo cuando abrí la puerta. Su voz resonó de nuevo.

- Solo piensalo.

Giré nuevamente hacia atrás y me marché.

Quería salir de ahi. Caminé llena de rabia e impotencia, no solo se estaba metiendo conmigo, si no con mi familia.

Llegué al hotel, lo miré desde fuera de el.

Entré y me recosté en mi cama, ya era tarde.

Intentaba conciliar el sueño cuando la puerta comenzó a abrirse y una figurilla pequeña apareció.

-Psst, Ali, Psst. ¿Estás despierta?

- Si.

-¿Puedo dormir contigo?

Sonreí

-Ven aquí cariño.

Abrazé fuertemente a mi hermanito. Cerré los ojos y me entregué al sueño.

A la mañana siguiente no fui a trabajar.

Solo me limité a esperar a que Marianne regresara del colegio.

-Necesito hablar contigo -Dije a Marianne.

- ¿Sucede algo malo?

- ¿Conoces a Amadeus Black?

Marianne abrió los ojos y palideció.

-¿Estás bien? -Pregunté con preocupación.

-¿Cómo lo conociste? -Dijo con la respiración entrecortada.

- Mas bien, él me conoce a mi

De pronto Marianne comenzó a palidecer.Finalmente se desvaneció.

Llame a emergencias, y en 10 minutos llegaron los paramédicos para subir en una ambulancia.

POSIBLE COLAPSO CARDIACO POR AUMENTO DE PRESION ARTERIAL

Fue mi culpa. ¡Mierda! Pensé.

Vi como la llevaban dentro de la sala y comenzaban a reanimarla.

Finalmente salió el doctor.

-No fue nada grave, esta fuera de peligro, todo lo que necesita ahora es descansar.

Suspiré de alivio.

En busca de venganzaWhere stories live. Discover now