Sueños sin cumplir [Kuroko no Basket] continuación de "Realidad"

11-Mala suerte

Dio vuelta en la esquina corriendo, escuchaba a sus amigos correr detrás suyo hasta que alguien lo tomo por el brazo torciéndoselo en la espalda y cubriendo su boca con una mano, le arrastraron hasta un automóvil metiéndolo a la fuerza y cerrando la puerta.

Kagami, Hyuga, Himuro y Mitobe pasaron corriendo por el mismo lugar y continuaron, Kuroko los vio pasar para después mirar a sus captores, eran otros dos tipos diferentes, igualmente apuestos pero distintos.

—Por poco—suspiro uno

—Pero tenemos el encargo—dijo otro sonriendo

¿De nuevo? ¿Cuántos tipos estaban detrás de él? Maldita la suerte que tenía, mordío al sujeto que le sujetaba, el sujeto grito soltándole, con agilidad, Kuroko abrió la puerta de automóvil saliendo del mismo y corriendo justo antes de que el otro le sujetara el brazo.

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—¿¡Lo perdieron!? ¿¡Como!? —grito Akashi al teléfono

—¡Él se fue corriendo! —reclamó Kagami—Estamos por la sexta avenida, no debe de haber ido lejos—

—Vamos para allá—con eso termino la llamada—Escuchaste todo, verdad—

Akashi se dio la vuelta para ver a Aki, parado detrás de él.

—Ese maldito mocoso piensa que es mejor que no le busquen, es mejor desaparecer, quiere dejar de sufrir y quiere huir de todo, pero no puede, solo quiere morir—arrastró cada palabra con odio

—Tenemos un trato, si Tetsuya muere se cancela—

—Lo sé estúpido mocoso, cállate y deja de recordármelo—respondió Aki, estaba de brazos cruzados y la mirada perdida intentando pensar o simplemente calmarse.

—Estas demasiado alterado—comento Akashi

—¿Alterado? Estoy furioso, deja que tenga al pequeño demonio entre mis manos para demostrarle lo molesto que estoy—

—No puedes hacerle daño, recuerda el trato—

—Pues entonces ruega y busca, porque si yo lo encuentro primero te aseguro que olvidare todo y le daré la lección que se ha estado buscando todo el día, le daré de aquellas lecciones que yo se darle a mis mascotas cuando saben sacarme de quicio, pero no te preocupes, no le haré nada permanente o nada que dure mucho—

—Te asesinare si le haces algo—amenazo Akashi dando un paso hacia Aki

—Tú, pequeña escoria, no tienes palabra para mí, muy pronto te convertirás en una mascota igual que Tetsuya, porque ya te tengo dueño, se llama Liam Russel, recuerda ese nombre, porque ese tipo es mucho peor que yo ya que le gusta las mascotas tenaces y orgullosas como tú—

—No cumpliré el trato si le haces algo a Tetsuya—

—Eso ya no importa, te iras quieras o no, él vendrá por ti cuando vea la oportunidad y si no quieres que le haga daño—Aki se dio la vuelta dándole la espalda al pelirrojo—mejor corre y encuéntralo antes que yo—

Akashi no se lo pensó, corrió en dirección opuesta, nadie podía, él debía encontrara a Kuroko primero, era demasiado riesgo y por más fuerte que fuera no podía contra aquel sujeto.

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Kuroko corrió cruzando la calle, miro a su alrededor desesperado para toparse con un autobús deteniéndose, se subió en el mismo.

—Cierre la puerta—dijo asustado al entrar

—¿Qué sucede? —pregunto el conductor

—Me están persiguiendo, cierre la puerta porfavor— suplico Kuroko

El conductor cerró las puertas, aquellos dos tipos se acercaron golpeando la puerta frente a Kuroko gritando para que abriera, el autobús comenzó a avanzar y Kuroko suspiro de alivio.

—¿Estas bien muchacho? ¿Por qué te persiguen? —pregunto el conductor

—No lo sé, ni si quiera sé quiénes son—contesto recuperando el aliento

Pasaron varios minutos hasta que Kuroko se asomó para ver el camino, conocía las calles por primera vez, miró al conductor.

—¿Puede bajarme aquí? Porfavor—

—Claro, pero ten mucho cuidado—

—Muchas gracias—Kuroko espero hasta que se abrieron las puertas y se bajó, miro los alrededores, si, conocía el lugar.

No sabía que haría ahora, solo quería estar tranquilo, debía correr pero ¿A dónde? Su mente estaba confundida ¿Su decisión había sido la correcta? Quizás lo mejor era volver con Akashi y los demás, pedir disculpas y enfrentarlo todo o seguir huyendo, irse de ese lugar, lejos del peligro al que sometía a todos, lejos de todo lo que le lastimaba, si tan solo pudiera preguntarle a alguien para saber que debía hacer.

El único camino que reconocía lo llevaba a la mansión de Akashi, ni siquiera podía recordar su propia casa, ni el departamento de su madrastra, era tan lamentable, giró en una esquina para chocar con alguien y caer al suelo.

—P-perdón no estaba mirando por donde...—comenzó a decir Kuroko frotándose la cabeza

—¿Tetsuya? —

Kuroko levantó la mirada, deseando que aquella fría voz no fuera de la persona que se le vino a la mente, enfrente suyo estaba Aki, casi igualmente sorprendido pero con unos fríos ojos grises, su semblante cambio a aquella mirada de crueldad que le mostraba cuando lo conoció.

—A-Aki-san—tartamudeo Kuroko, su cuerpo temblaba quizás por instinto ¿También debía de huir de él?

—Tetsuya—volvió a repetir, con una voz más gruesa y temible, cambio su rostro a una mueca de enojo.

continuara...