Capítulo 3

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Llevo 17 años madrugando y aún no me he acostumbrado a ello

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Llevo 17 años madrugando y aún no me he acostumbrado a ello. Y creo que nunca llegaré a acostumbrarme. Fui a la ducha y al menos el agua me despertó y me relajó un poco. Lo necesitaba. Salí con una toalla enroscada en mi cuerpo y una que me cubría el pelo. En estas fechas no debería de tener frío, pero como dije antes, no llegaré a acostumbrarme. Saqué lo primero que vi del armario y di media vuelta sintiendo un breve golpe. Me había chocado con Eric y este me miraba sonriendo. Llevaba raro desde el día anterior y no entendía el porqué.

—Buenos días, amiga. —le sonreí y me dirigí al baño de nuevo, preparada para pelearme con mi pelo. Odiaba secármelo y odiaba aún más cuando se me enredaba algunos pelos en el secador. Era totalmente un desastre.

Después de quince minutos, bajé y de nuevo no estaban mis padres. Llevaba tres días sin verles y joder, era un poco difícil vivir así. Prácticamente vivía sola en esta gran casa con Eric y más grande se me hacía al estar solos. Tomé una manzana y dinero para comer allí en la cafetería del instituto. Esperé a que bajara mi amigo  pero al ver que no había señal y yo llegaba tarde, salí sin ni siquiera despedirme. Fui a la parada de autobús y esperé allí tranquila al que el de las ocho y cuarto llegara. Y no tardó en hacerlo, me subí y me coloqué en el mismo sitio de siempre, al fondo a la derecha, no sin antes saludar a Billy, el conductor y a Beth, su esposa, hacen una pareja increíble y bonita, el amor que sienten el uno por el otro es totalmente envidiable, creo que no hay un ser en el mundo que haya amado más a una persona como lo hace Billy a Beth.

Me puse los auriculares y Bad Liar de Selena Gómez sonaba  por ellos. Llegué incluso a tararearla asegurándome que nadie lograría escucharme.

—Hola.

Me giré para ver de quién era esa voz y mis ojos se encontraron con unos ojos marrones y muy bonitos, vaya. Me quité un casco y vi que el me observaba ansioso por decirme algo.

—¿Hola?

—Estamos juntos en matemáticas y filosofía. Fui a tu cumpleaños, buena fiesta por cierto, aunque la música un poco cutre.—le miré un par de segundos y asentí. Hablaba muy rápido y casi me costó asimilar sus palabras aunque fueron simples. El estilo de música de Bridget era muy diferente al mío, así que, estaba de acuerdo con él. Le sonreí un poco confusa. No todos los días se te presenta un chico que dice conocerte y tú no sabías de su existencia.

—¿Te llamas...? Lo siento, es que no suelo estar pendiente de quién o no está en mi clase.— y es verdad, jamás he estado atenta a gente que no tenía ningún interés en mí. Me daba igual que este chico y yo compartiéramos clase.

—Ethan. —Nombre muy bonito, la verdad. —Eres Mía, ¿verdad?

Asentí y quite la música y el otro auricular. Parecía tener intención de hablar conmigo, ya que desde mi casa hasta mi instituto tardábamos media hora, contando las paradas y demás, y al no estar Eric, pensé en aprovechar la mañana con Ethan y hacerme amiga de él, al menos para conocer a alguien más a parte de Brid y Luke en esta gran escuela, aunque este dudo que me hablara bien teniendo en cuenta que el día anterior había pasado de él. Yo culpaba a Eric.

Mi amigo imaginarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora