Todo remonta a la historia de un pequeño niño de 5 años, cabellos verdes, sus ojos iguales a las esmeraldas y piel pálida como la nieve; en un mundo lleno de super héroes donde tu "Quirk" será la clave para cumplir tus metas y sueños, los de aquel pequeño era ser el mejor super héroe del mundo y salvar a las personas con una gran sonrisa.
Su nombre era Midoriya Izuku, Deku era su apodo, brindado por su mejor amigo de la infancia Katsuki bakugou "kacchan" como él le decía, un pequeño de pelo rubio y ojos color rojo escarlata, hipnóticos para casi cualquiera, con una personalidad tenaz frente a otros, pero para el de cabellos verdes se reservaba una cálida compañía, esos dos pequeños eran inseparables y el cariño que se tenían era inmenso.
- Kacchan, siempre quiero estar a tu lado – Decía el de ojos esmeralda
- ¡Así será Deku! Seremos tu y yo contra el mundo – respondía siempre entusiasta el rubio
Estos dos pequeños siempre los ibas a encontrar juntos jugando en el parque, explorando zonas más allá de sus casas, pero siempre juntos, las madres de ambos estaban entusiasmadas con la amistad tan hermosa que veían florecía entre ellos.
Era lunes y como todos los días entre semana, deku esperaba calmado cerca de la esquina donde se encontraba con kacchan para ir juntos a la guardería
- ¡Kacchan! Por aquí – agitaba la mano el de ojos verdes
- Disculpa la demora Deku, no encontraba mi maleta – se excusaba el recién llegado
- No tienes porque Kacchan, aún tenemos tiempo - sonreía el menor mientras lo tomaba de la mano
- Está bien, andando – respondió el de ojos escarlata
El día pintaba bien, lo mejor del día que pudo suceder fue cuando de repente Kacchan empezó a generar "explosiones" de sus manos y Deku maravillado lo observaba, todos en el colegio estaban asombrados con el hecho de que Katsuki tuviera un "Quirk" Tan esplendido
- Mira Deku, ¡mira! Podre defenderte ahora de cualquier problema – Hablaba el rubio mientras hacía pequeñas explosiones con sus manos
- ¡Es increíble Kacchan! Tu "Quirk" es genial, espero saber cuál es el mío pronto – Respondía emocionado el peli verde
De vuelta a casa Kacchan llego contento a contarle a sus padres sobre su quirk los cuales estaban realmente emocionados por el quirk tan maravilloso de su hijo, seria digno de un héroe. Pasaba el tiempo y deku aún no manifestaba su quirk, el pequeño estaba algo deprimido cuando ya todos en la guardería tenían sus quirk y lo molestaban, pero su amigo rubio nunca lo dejo solo, siempre lo defendía y le recordaba que estarían juntos pasara lo que pasara, el colapso llego a el de pelo verde cuando en una visita al médico le aclaro que él no tenía ningún quirk
- No puede ser posible – decía deku con la voz quebrada
- Discúlpame pequeño mío, perdóname mi niño hermoso – Hablaba entre lágrimas la madre del menor mientras lo abrazaba fuertemente
La noticia fue devastadora para el menor, que al día siguiente decidió no asistir a la escuela.
- Hijo, Kacchan te está buscando – Le decía la madre del pequeño de cabellos verdes
- Dile que estoy enfermo por favor – respondía con la voz rota el menor
No le gustaba mentir y menos si era a Kacchan, pero el simple hecho de escuchar su nombre y pensar que no tenía derecho estar al lado de alguien tan maravilloso porque ahora era un "Quirkless" hacia brotar lágrimas en el menor que salían con dolor desde el fondo de su corazón.
- Perdóname Kacchan, yo solo no sé que hacer – lloraba el menor mientras se cubría con su almohada
Deku, sentía una presión inmensa en el pecho de imaginar el rechazo que tendría por parte de su único y gran amigo cuando él se enterara que era un inútil Quirkless, le daba miedo pensar como estaría a tan corta edad sin su amigo. Kachan estaba muy preocupado por la actitud tan distante de la mama de Deku, no lo dejo pasar a verlo aun habiéndole pedido muchas veces el favor, extrañaba al peli verde, siempre que Deku se enfermaba él estaba ahí para jugar con el, pero esta vez fue diferente y el de ojos escarlata no sabía cómo reaccionar, en su muy corta vida nunca había pasado eso.
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Amor y Vida
FanfictionNo vivas esperando algo. Eso no es vivir, es esperar. Míralo, el chico más dulce del planeta, pero las decepciones lo hicieron perder las esperanzas en cumplir sus sueños. Ya no quiere besar más labios con sabor a falsas promesas, ya no quiere tocar...