Corazón En Reparación.

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Capítulo 10: Nuevo comienzo.

En la mañana siguiente, y durante toda la semana restante, Ji Yong se había sentido la persona más despreciable que pudiese existir, -incluso aún más que el licenciado- Ji Yong había mentido al hombre que amaba, y esa sensación llegó perturbarlo durante cada mañana, después de batallar contra el insomnio nocturno, y mientras intentaba preparar el delicioso café que Seung Hyun tanto decía gustarle. ¿Cuál era la excusa que inventaria está vez? ¿Está era la manera de reparar el corazón de alguien más, a base de mentiras? Era probable que en lo que tardaba el agua del café en tomar color oscuro, tardaría su mentira en salir a flote, lastimando a la única persona que no debería ser herido de ninguna manera.

Sintió el aroma a Seung Hyun rodearlo, y su cuerpo le tembló cuando esos tan anelados brazos se enredaron por su cintura, presionando la espalda desnuda de Ji Yong contra el abdomen vestido con la fina camisa de Seung Hyun.

—Buen día, creí que habías escapado cuando desperté y no te vi.— Le beso cerca del oído, haciendo que el cuerpo de Ji Yong se pusiera incluso más tenso. —Luego sentí el aroma a café y quedé más tranquilo.

—Estas llegando tarde...— Se limitó Ji Yong a responder.

—Lo sé, pero eso no importa.— Seung Hyun apoyó su mentón sobre el hombro de Ji Yong, manteniéndose en silencio por algunos segundos que parecían eternos de ambos lados. —¿Estás bien?— Preguntó finalmente.

—Sólo estoy cansado...— Ji Yong dio media vuelta, enfrentando a Seung Hyun con una fingida sonrisa indescifrable.

—Descansa, mi casa es tuya.— Susurró Choi dejando un pequeño beso en el punte de su nariz, que le hizo a Ji Yong sentirse más aliviado. Seung Hyun continuaba bajo los efectos de una mentira que iba a destruirlo, Ji Yong sintió que una vez más su corazón se oprimía.

—Te espero en la tarde, ¿A que hora sales del edificio?

—A las cinco.

—Bien, cinco y media en la Torre de Seúl. Se puntual.

—Intentaré.— Seung Hyun se inclinó depositando ahora algunos besos en los labios de Ji Yong. Sus manos delineron su columna vertebral, hasta llegar al inicio de la ropa interior de Ji Yong. El tembló y sonrió ahora con una energía distinta, aliviando el corazón de Seung Hyun al esperar esa respuesta sincera. —Nos vemos a las cinco y media.

Seung Hyun se alejó dejando un dolor en el interior de Ji Yong, quien lo observó abandonar la cocina, sintiendo como volvía a abatirse su estado de ánimo con la ausencia de Seung Hyun. Tomó la taza térmica donde previamente sirvió el café, y acompañó los pasos de Choi al interior de la sala.

—Lo olvidas.

Seung Hyun lo tomó con ambas manos, devolviendo una débil sonrisa.

—Gracias.

—Ten un gracioso día.— Se besaron una vez más en la entrada, y Seung Hyun terminó por abandonar la casa siendo empujado por el reloj que anunciaba su retraso.

Ji Yong cerró la puerta, y se concentró en buscar su ropa. Se había acomodado lo suficiente como para sentirse libre de estar con su ropa interior durante las horas que compartía con Seung Hyun, en ocasiones incluso olvidaba lo abrigado que vestia por la comodidad de su desnudez.

El timbre volvió a sonar, poniendo alerta al joven Kwon dentro de la casa, ¿Quién podría buscar a Seung Hyun a esas horas de la mañana? Si alguien más veía a Ji Yong, sería un problema, cualquier persona podría reconocerlo, excepto Seung Hyun.
  Ji Yong alejó ese pensamiento negativo de su mente, y de puntillas se acercó hasta la entrada a observar por el rabillo de la puerta. Miró a Hyun Joong mover su mano en un gesto de saludo, haciéndose presente frente a los ojos de su jefe con una leve sonrisa y un fino traje de etiqueta en su segunda mano.