Sueños sin cumplir [Kuroko no Basket] continuación de "Realidad"

13-Mala noche

Kuroko miró a Aki paralizado, no había pensado rápido una forma de salir de aquello, Aki dio pasos lentos y largos hacia uno de los cajones que tenía sacando una fusta para caballos para después girar hacia Kuroko.

—Bien pequeño, vamos a repasar tus delitos—golpeo la fusta con su otra mano acercándose hacia Kuroko.

Kuroko dio un par de pasos hacia atrás, pensaba en sus líneas de escape ¿Y si saltaba por la ventana? No estaba en el segundo piso después de todo.

—Pero creo que primero necesitare una cadena—dijo Aki devolviéndose a los cajones para buscar.

"Ahora o nunca" pensó Kuroko corriendo hacia la puerta y abriéndola, no dejaría que le atrapara tan fácilmente.

—¡Tetsuya! Detente ahora mismo—Aki había escuchado la puerta abrirse, para cuando volteo vio a Kuroko salir.

Kuroko corrió hacia la puerta de salida, esta vez se iría, pero al llegar a la puerta e intentar abrirla noto que no podía, miró hacia la izquierda, ese largo pasillo con una puerta al final.

"Por favor, no entres a ese lugar, esa puerta lleva al segundo piso y está estrictamente prohibido, es una regla que no debes romper como la de no salir"

Recordó la petición de Hanamiya cuando le mostro la mansión o lo que pudo, resoplo, su corazón latía con rapidez, tenía que decidir.

—Quieto, no hay lugar a donde correr—

Aki estaba detrás suyo a unos cuantos pasos con la fusta en la mano. Kuroko se recrimino a sí mismo, maldita suerte tenía, corrió hacia el pasillo abriendo la puerta y corriendo por las escaleras, Aki no espero, al ver la mirada del peliceleste supo a donde correría ¿También pensaba tirarse de la ventana del segundo piso? Corrió detrás del chico casi atrapándole.

Antes no había querido atraparle, la puerta de salida estaba cerrada, no había manera que el pelicelesta saliera, pero no se le había ocurrido que el chico correría al segundo piso, allá estaba su estudio y un par de habitaciones.

—Vuelve aquí ahora mismo—habló cansado y molesto de tener que hacer todo aquello.

Kuroko llegó al segundo piso, había un pasillo, entro en la primera puerta que vio, un estudio con un escritorio y varias estanterías con libros alrededor, fue detrás del escritorio, su respiración era demasiado acelerada, necesitaba calmarse, Aki entro justo detrás de él hasta que el escritorio les separaba.

—A-Aki-san sé que dijo que no hablara pero yo...—

—¡Cállate! Estuve todo el día advirtiéndote, repitiéndote sobre no separarte pero aun así desobedecías todas mis órdenes y justo ahora no tienes derecho a hablar— 

Kuroko miro sus posibilidades, no había escapatoria, si corría le atraparía, como siempre estaba en un callejón sin salida.

—Ven aquí—

—Aki-san no, porfavor, yo solo quería...—Kuroko comenzó a suplicar.

—¡Ven aquí!—gritó Aki golpeando con la fusta el mismo escritorio de madera, había golpeado tan fuerte que dejo una marca en el escritorio.

Kuroko dio un salto al escuchar el golpe, miro la marca del escritorio, eso debía doler, quizás si se le golpeaba con suficiente fuerza lograría abrirle o desprenderle la piel, eso le aterraba.

—Porfavor no, no quiero pasar por esas cosas de nuevo, se lo suplico—los ojos se le llenaron de lágrimas de desesperación.

Aki se lo pensó un momento, esas palabras le habían endulzado un poco junto a esa miradita con esos ojos azules rebosantes en lágrimas, pero tenía una naturaleza horrible que no lo dejaría detenerse.