Capitulo 24 Un huésped no deseado

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Narra Beck

Llevo días evitando a Sofia, no se como hablar con ella sin terminar discutiendo, necesito estar bien con ella y no de esta manera molestos los dos.

Quiero que ella este a mi lado, quiero verla sonreír, me siento tan molesto con migo mismo por haberla asustado con mi actitud, esa nunca fue mi intención y es por eso que no quiero acercarme a ella por el momento, no hasta encontrar el momento indicado para hablar y disculparme con ella ya que lo que menos quiero es que ella me tema y se aleje de mi, eso no podría soportarlo.

Por que tengo que ser tan imbécil, como pude ser tan brusco con ella, y ahora por consecuencia me teme, soy un idiota, yo la amo y no quiero que por mi actitud y actos me llegue incluso a odiar eso no lo soportaría.

Desde que evito a Sofia he estado de muy mal humor, no me gusta estar lejos de ella, mis amigos se molestan por mi actitud pero eso a mi no me importa, me desquito con lo que sea o con quien sea ya que necesito sacar toda esa rabia que siento por mi mismo, por ser tan idiota con Sofia y no saber tratarla, y por esa rabia que siento me desquite con Peter hace un momento cuando me dirigía de nuevo al aula por que había olvidado un cuaderno y el muy imbécil se cruzo en mi camino y me arrojo al piso de un empujón, aunque eso me molesto mucho y se lo merecía, así aprende de una vez que no es el Rey del mundo y que con migo no se mete, yo no estoy para soportar a imbéciles como él con complejo de superioridad.

Ahora mismo me encuentro en mi auto dirigiéndome a mi casa, a aquel lugar vacío y con falta de amor que se hace llamar mi hogar.

Llego a casa, el guardia al verme llegar de inmediato abre la gran puerta que abre camino a la mansión de mis padres y de inmediato entro en mi auto, lo dirijo al lugar donde lo guardo y una vez ahí lo apago y salgo de el para entrar en la mansión y dirigirme a mi habitación, pero lo primero que veo al entrar son unas maletas y al llegar a la sala me encuentro con una visita no deseada.

- Ian ¿qué haces aquí? - le digo fríamente al verlo sentado en uno de los sillones de la sala.

- Primo esa no es una manera adecuada de recibirme - me dice él haciéndose el ofendido mientras sonríe levemente.

- Responde mi pregunta - le digo serio.

- Mi madre me ha enviado a esta ciudad por unos días, ya hablo con mi tía tu madre para que pudiera quedarme en su mansión por esos días - me dice muy tranquilo.

- No te quiero aquí - le digo fríamente - toma tus maletas y lárgate - le digo para después dirigirme a las escaleras y subir a mi habitación.

Como odio que mis padres no se tomen la molestia de si quiera avisarme, para ellos no existo, ellos solo deciden y ya, sin importarles nada, pero eso a mi ya no me importa y mucho menos me afecta, solo espero que Ian haya hecho lo que le pedí, aquí no lo quiero, él y yo nunca nos llevamos bien, no es más que un envidioso que siempre deseo tener lo que yo tenia, temer mi vida, si tan solo supiera lo que eso significa aunque claro esta que eso no seria inconveniente para él, el que sus padres lo dejen de lado es lo ultimo que le importaría a alguien como él que solo le importan las cosas materiales, como odio ese tipo de personas.

Pero el asunto de Ian es lo de menos ahora, lo que realmente importa es arreglar las cosas con Sofia y tengo que pensar en como lo hare.

Después de unas horas llega la hora de cenar así que salgo de mi habitación y voy directo a la cocina donde me encuentro con el imbécil de Ian.

- Creí haber sido muy claro con lo que te ordene - le digo seriamente a Ian.

- Primo no te molestes, mi tía me ha permitido quedarme - me dice sin importancia.

- NO TE QUIERO EN MI CASA - le digo fríamente levantando la voz.

- Primo no seas envidioso y déjeme quedar aquí, la mansión es muy grande como para que solo estés tú en ella - me dice serio.

- No me importa lo que digas o lo que te haya dicho mi madre aunque no merece que la llame así, tú no te quedas en mi casa - le digo fríamente.

- Has cambiado mucho primo, eres muy frio, indiferente, hasta me atrevería a decir que alguien sin sentimientos - me dice Ian serio.

- Largo - le digo de forma fría.

- Beck, tu madre ya me ha concedido quedarme y así lo hare solo espero que me digan cual será mi habitación y ya - me dice relajado.

- No me retes Ian por que sabes quien ganara, podrás hablarle a mi madre y decirle que yo no te permito quedarte, podrás lograr que ella te vuelva a decir que te puedes quedar también se que lo haces con el fin de molestarme pero sabes algo Ian y como ya lo dijiste antes he cambiado, así que ten cuidado - le digo fríamente mientras lo veo directo a los ojos.

Después de eso tomo asiento en el comedor y la empleada trae la cena.

Comienzo a cenar he Ian toma asiento en el comedor.

- Trae mi cena empleada - dice en tono arrogante.

La empleada va directo a la cocina pero yo hablo antes para detenerla.

- Detente, si él quiere cenar, él hará su cena - digo seriamente.

- Si joven Beck, con su permiso - y dicho eso se retira.

- Bien Beck saldré a cenar - dice Ian molesto para después marcharse.

Unos minutos después termino de cenar y me voy a mi habitación donde me encierro como siempre y me preparo para dormir.

No permitiré que la estancia de Ian en la mansión me moleste, solo lo ignorare, el hecho de que se quede en la mansión no es lo que me importa ya que es de mis padres y ellos pueden hacer lo que quieran con ella, a mi nunca me han importado sus cosas, lo que me importa es que este cercas de mi ya que odio tener cercas a personas que no me agradan en absoluto y una de esas personas es Ian.

Me acuesto en mi cama y esperando poder dormir ya que últimamente con el asunto de Sofia no he dormido mucho solo unas cinco horas es lo que he logrado dormir ya que Sofia siempre aparece en mi mente y al hacerlo recuerdo que estamos distantes por mi culpa y eso me llena de furia y no logro dormir pensando en eso, necesito disculparme con Sofia y que todo vuelva a ser como antes, la extraño y no puedo sacarla de mi cabeza, la amo y quiero estar bien con ella, quiero que este junto a mi para siempre...

Amor, Locura y ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora