Capítulo 20

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Desperté la mañana siguiente por la alarma. Cogí una sudadera con unos pantalones rotos y unas zapatillas simples para después ducharme y arreglarme, ahora a despertar a Thiago.

- ¡Dale despiértate!- salté en la cama escuchándole quejarse.- ¡Ahí que irse!

- Ya voy...- seguí saltando.- ¡Tarada pará!

- Nena dejá a tu hermano.- escuché la voz de mi madre detrás.

- Sí, mamá.

Sonreí bajándome de la cama y fui a desayunar, poco después Thiago ya estaba listo y desayunando junto a mí. Cuando acabamos nos montamos en el coche de mi padre, el único que teníamos, y fuimos a donde el hotel.

Los demás estaban montándose en un taxi que nosotros seguimos hasta el aeropuerto. Salimos del coche y nos acercamos a ellos, acompañándoles hasta donde había que separarse porque ellos se marchaban y los vería cuando volviera a España.

- Os echaré de menos.- sonreí abrazándoles.- Mucho.

- No te pongas sentimental ahora.- dijo Ariadna riendo.- Nos veremos en el trabajo.

- Espero que eso sea pronto.- sonreí y miré a Marc.- Mantenme informada de lo tuyo con Toni.

- Lo haré, Tania.- sonrió y me abrazó.- Te quiero.

- Yo también.- me separé de él y abracé a Pol.- A ti también.

- Cuídate, ¿Me oíste? Si us plau. (Por favor)

- Ho faré. (Lo haré)- abracé ahora a Bianca.- No te busques muchos novios por allí.

- No lo haré, tranquila.

- Dale, marchaos ya, que al final lloraré y os veré pronto.- reímos todos y se despidieron de Thiago.- Chao.

- Chao Tania, chao Thiago.

Todos se fueron despidiéndose con la mano hasta que desaparecieron entre la gente. Thiago y yo volvimos al coche y nos marchamos a casa. Al llegar recibí una llamada.

- ¿Hola?

- Soy Paulo, ¿No me tenés agregado o qué?

- Estaba despistada, ¿Qué querés?

- Vaya humos.

- Dale, no seas charlatán.

- Vale, vale, no me mates.- escuché su risa a través del celular.- ¿Podemos quedar?

- Los catalanes se han ido, supongo que quedaré con Óscar ya que podemos estar a solas.

- Dale, solo un rato, Antonella se marcha a una entrevista y yo me quedo aquí solo sin nada que hacer.

- ¿Querés que vaya a tu casa?

- ¿Quién quiere que vayas a su casa?- pregunta Thiago apareciendo por la puerta.

- Andáte a la mierda, Thiago, sos un cotilla.

- Vale, vale, ya me voy, pero vos sos virgen hasta el matrimonio.

- Dale, vete ya.- escuché la risa de los dos, de Paulo y de él.- No respondiste.

- No hace falta venir acá, podemos ir a un bar y...

- Volver a beber, a emborracharnos y hacer tonterías, después acabaré con millones de llamadas de Óscar y al decirle que estaba contigo se enfadará.

- Te montaste toda una historia en un segundo, nena.

- Cállate, Paulo, hoy no.

Colgué por fin y bufé cerrando los ojos. Todas las cosas que Pol me había dicho, quiera o no, se habían quedado dando vueltas en mi mente. Después de aquello quedé con óscar, que prefirió venir conmigo a trabajar.

Clarity (Paulo Dybala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora