Lytos-(Déjame hablar contigo)

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Malditos sentimientos quien los comprendiera.

Son como un cuadro abstracto que no puede entenderlo cualquiera.

Muchos dicen saber quién soy tan solo con verme,

y yo llevo toda una vida intentando conocerme.

Ya desde niño sentía las cosas intensamente,

me enamoré inocentemente y lloré tantas veces.

Arriesgue mi vida por amigos y por gente,

que hace años que no veo por estupideces.

He roto promesas que para mi eran importantes,

por que deje de sentir las cosas igual que antes.

Como pude querer tanto y herir a esa persona,

a veces me siento un idiota por que el corazón no razona.

Siento cambios bruscos ahora hace sol y ahora llueve,

y eso que dicen que la regla es cosa de mujeres.

Mi estómago parece una montaña rusa sentimientos que se cruzan y crean una realidad difusa.

Y aún que suene a excusa soy humano,

hoy me quedo con lo bueno,

y aún que duela pues aprendo de lo malo.

Hermanos que me traicionaron por una noche de placer,

cicatrices que me recuerdan como no quiero ser.

Creí conocerme pero fue un error,

a veces la lógica es muy cómica y tiene una idea mejor.

Aún que crees que tu de ese agua nunca jamás beberas, te despertaras un día y querrás volver hacia atrás.

Dar lo bueno por hecho y ofuscarme con lo negativo, llegue a tocar techo a pesar de estar hundido.

Y es que el pesimismo es adictivo, siempre es el mismo castigo,

sólo un espejismo amigo, déjame que hable contigo.

Se que lloraste bajo la ducha y que cuando se habla uno a si mismo nunca se escucha.

Que tu siempre has estado cuando te han necesitado, pero te has ahogado sólo cuando has pasado un mal trago.

Es en esos momentos en los que descubres a los verdaderos amigos que en realidad valen la pena.

Y aunque hierva por dentro, en esas situaciones, acabas poniendo un muro y tu corazón se congela, 

y compungido lo lancé, y se rompió en tantos pedazos,que no fue posible recoger los ni con mil abrazos.

Creí que lo correcto era nadar con la corriente,

pero en su defecto aprendí como hacerle frente.

Pero no siempre fui autosuficiente,

la opinión de la gente a mi me hundía y me hacían sentir diferente.

Y cuanto menos me importaba más libre me sentía,

y mi mente volaba al convertirlo todo en poesía.

Hubo un clic en el que cambió toda mi perspectiva,

decidí dejar de creerme mis propias mentiras.

Entonces me mire al espejo y me grite despierta,

nadie va a venir a tocar a tu puerta.

Déjame hablar contigoWhere stories live. Discover now