Sabio es Romano

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Disclimer: "El actual Fanfic participa en el reto long-fic ver. 02: Disney SoundTrack. Para el foro Anteiku."

Canción: Sabia es mamá. – Enredados-. 

-Fratello, ve~-llamó Italia, temblando.

-Shh. -su gemelo hizo un ademán con la mano, sin mirarlo. Se concentraba en la ventana del despacho, la más grande y que daba para el jardín de la mansión. Italia se sintió pequeño e ignorado por su hermano. No era la respuesta que él esperaba después de contarle lo que pasó la noche anterior con Alemania.

-Fratello, hazme caso. Ve~-dijo de nuevo, acercándose a él. Romano volteó a él con el ceño fruncido, bueno más que siempre, y le dio un golpe en la frente para alejarlo.

- ¿Me estás diciendo que la maldita olorosa patata quiere que seas... ugh... qué? -gruñó, paseándose a su lado. - ¿Quiere que "seas uno con él"? -imitó el tono dulzón de Rusia, con ojos soñadores. Después su cara cambio a una que invocaba al mismo infierno. -¿De modo no-país?

Italia se sonrojo contra voluntad. - ¡N-No, fratello!

-Shh. -lo abrazó bruscamente por los hombros. -Óyeme muy atento, hermano-bastardo. ¿Qué mierda le dijiste al macho patatas?

-Nada...-balbuceó, haciéndose pequeño. -Doitsu, ve~, se quedó en blanco antes de que pudiera contestar algo. Salí disparado de ahí, ve~.

- ¿Y tú que piensas contestarle? -Romano le mandó rayitos fulminadores con los ojos, esperando para aporrear a su hermano en cualquier momento.

-N-No lo sé.

- ¿Sabes porqué el vejete nos pidió no unirnos con nadie, verdad, bastardo? -comenzó, mirando un cuadro pintado en la pared donde se encontraba Roma, luchando. Un lienzo hermoso que Italia pintó cuando era pequeño.

-Pero... vee~

-Si te unes con el macho patatas comerás patatas todo el día. Cero tomates y pizza o pasta. ¡Cero pasta! -gritó alarmado, extendiendo los brazos al cielo. - ¡Harás ejercicio todo el día, no podrás dormir la siesta!

El pánico se extendió en la cara de Italia, poniéndose blanco. Mil años de ejercicios, sin pasta o tomates. Por toda la sagrada historia de Roma, no podría aguantarlo, jamás.

-Aun así, vee~ Doitsu me deja descansar de vez en cuando. -dijo Italia con una sonrisa. Romano volvió a gruñir, provocándole un saltito del susto. -Y-Y-Y me da comida buena.

- ¿TE GUSTAN LAS PATATAS? CHIGIIII!!!!-estalló retrocediendo varios pasos, sin reconocer a su gemelo. - ¡Traidor!

- Veee~-Italia entró en pánico, persiguiendo a su hermano por toda la habitación, hasta que logro apresarlo contra la pared.

- ¡No me toques! ¡Te has convertido en una patata bastarda traidora! -chilló, soltándole un cabezazo. Italia comenzó a llorar, aunque no se apartó de él. - ¡Déjame sólo, nunca volveré a hablarte!

-Fratello, escúchame, veee~ -suplicó, intentando abrazarlo. Romano pataleó, buscando una forma de librarse del abrazo de oso que le implanto su hermano menor. -Me duele, Fratello, no me golpees ahí.

- ¡Te lo mereces por traicionarme! -regañó tirando de su rulo con enojo. Veneciano se encogió ante él, sonrojado.

-Fratello!

-Seguro que él ya planeaba esto. -aseguró, soltándolo. -Por eso lo vi tocando tu jodido rulo aquella vez. Caíste enamorado de esos malditos músculos.

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