(Otra) Historia de amor

¿Diversión?

-Vamos Ota, te vas a divertir- decía Mila mientras se balanceaba en mi brazo
-Mila, no creo tener tiempo- dije algo serio, puesto que verla a ella haciendo pucheros se estaba convirtiendo en mi mayor pasatiempo
-Otabek, tienes 1 año viviendo en Rusia y lo unico que conoces es el camino de tu casa al hospital- y tenia razón. No me gustaba tratar con los turistas y mucho menos salir, prefería quedarme en casa arreglando mi moto o leyendo libros sobre la cultura celta -Mira... Habrá muchas chicas y chicos, además Sala me prometio que llevaría a unos amigos- decia mientras inflaba un guante y le pintaba ojos
-¿Cuándo dejaras de usarme como excusa para ver a Sala?-pregunte levantando mi mano -Deberias decirle lo que sientes por ella, Micky te ama como para dejarte acercar a su hermanita... Además el esta super concentrado en el embarazo de Emil como para armar una de sus clasicas escenas- intente quitarle el guante de las manos
-Es diferente Otabek- suspiró -Sala es una Alpha bastante popular, es famosa y puede tener a cualquiera a sus pies... Yo solo soy una omega que ama cuidar niños, además Emil dice que Sala habla demasiado de un tal Georgi, tal vez ya son pareja-se escuchaba algo triste y solo dejo desinflar el guante de látex.
-Esta bien-dije con derrota -Te acompaño, pero sin dejarme con personas raras y muy ruidosas- sentí como se lanzó hacia mi, intenté no caer al recibir peso extra.

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Era viernes en la noche, tuve que ir a mi habitación para cambiarme de ropa. Hace mucho tiempo que no usaba mi ropa normal y hoy volví a vestir como lo hacia en Kazajistán: jeans obscuros, playera blanca, unos converse negros y siendo el toque final una chaqueta de cuero negra.

Mila me esperaba en la puerta de aquel conocido bar a las orillas de San Petesburgo, era algo llamativo. Cuando entramos Sala inmediatamente llamo a Mila, dejandome abandonado a mi suerte, ese lugar olía a sexo. Omegas entrando en celo y alphas sudando exesivamente.

Mi unica salvación para esa noche era la barra, cerveza tras cerveza fui tomando ignorando por completo en donde estaba.

2 horas después de estar bebiendo se escucharon unos susurros a mi lado, 3 hermosas alphas saludaron y yo solo regrese el gesto, ganando chillidos por parte de las féminas. En ese momento empece a percibir ¿un olor?... Era imposible puesto que era beta, pero ese olor a frutos rojos y un toque de chocolate me hizo perder la cabeza, buscaba la fuente de ese olor, pero el alcohol hizo de las suyas haciendome ver todo borroso... Me deje guiar por el instinto hasta que uas suaves manos me tomaron por el cuello de la chamarra

-wow campeón cuidado- su voz se escuhaba algo suave
-lo... Lo siento- dije intentando calmar mi celo tardío. De aquella figura delgada salió un gemido, pues mi olor empezaba a emanar de mi cuerpo.

Se sujeto de mi y con una voz suavemente sensual susurro en mi oido
-te necesito- posando sus labios en los míos, iniciando así una guerra en nuestras bocas.

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Amanecí en un lugar desconocido,  mi cuerpo dolía y apenas podia ponerme de pie. Entre al baño de aquel hotel y revise mi cuerpo

-No hay heridas- dije en voz alta. Al menos tenia todos mis órganos
-Oh por Odín- grite al ver mi espalda, estaba llena de rasguños y unos de ellos formaban letras en Ruso
-¿Héroe? ¿Hada? ¿con quien mierda me acoste? -mi cuerpo aun dolia por el celo, pero los sintomas eran mas llevaderos.

Observé una pequeña figura en aquel colchón, finos cabellos rubios caían sobre sus hombros y su espalda estaba en las mismas condiciones que la mia, a excepción de que en su cuello, varios moretones se veian en el, inspeccione bien y no tenía ninguna marca (menos mal no me enlace con ella). Tomé mis cosas y me fui de ese lugar, mi chaqueta desprendía el mismo olor que habia desatado el celo.

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El hada se encontró con el héroe (*^_^*)