Señor, he notado desde aquella esquina como usted se encuentra solo, justo como yo. Que dice, ¿le han dejado solo sus amigos? Pues vaya problema el que tiene, pero déjeme hacerle compañía y ser su amigo mientras le cuento algo.
Vera, sucede que llegue a estar en la misma situación en que usted se encuentra en este momento, yo solía tener amigos a quienes considere importantes, llegue a sacrificar cosas por ellos, y aun así no puede evitar el hecho de que me abandonaran.
Claro, como usted dice al final supongo que todos se van poco a poco, déjeme decirle algo, en su momento algunos prometían amistad, decían pues considerarme importante, pero al final esos también se marcharon, tenía entre ellos un amigo que a quien consideraba más que importante con quien charlaba todos los días. Sabe también hay otro tipo de amigos, aunque esos igual se van e igualmente me dejaron, pero esos tienen una diferencia, esos jamás prometieron amistad, jamás anduvieron por ahí repitiéndome que podía contar siempre con ellos.
En resumidas cuentas, todos quienes me prometieron amistad como quienes no lo hicieron, terminaron marchándose, note usted la diferencia, los primeros era a quienes más consideraba importantes y más afecto les tenia, les di mi más pura amistad, pensándolo bien era más que una amistad, a los segundos supongo que solo eran amigos simples, sin más profundidad y aun así en ambos casos algunos solo necesitaron un par de horas o días sin que les hablara para qué me desterraran de su amistad, para que me mandaran al olvido.
Si, como usted dice, tal vez no querían mi amistad, y en eso tiene usted algo de razón, pues no tarde mucho en darme cuenta que algunos no eran mis amigos porque ellos asi lo querían, sino porque yo quería, me di cuenta entonces que aquellos solo me hablaban porque yo les hablaba, pero por su cuenta no me hubieran hablado nunca.
Me pregunta que ¿a quienes considero peores? Pues es muy simple, los primeros, puesto que prometieron amistad y aun así me dejaron, todas esas palabras que tanto decían sobre la amistad y el afecto, mejor se las hubieran ahorrado.
Sabe amigo mío, yo nunca fui una persona muy sociable, al contrario, solía pasar mis días solo, hermético, encerrado en algún rincón y acostumbrado a la soledad. Hasta que un día comencé a tener amigos, imagínese usted a alguien como yo, un solitario y de pronto arrojarse al riesgo de tener amistades, vaya peligro pensaría uno, pero al final logre encontrar personas a las que tuve afecto.
Claro, como usted dice, me sentí feliz, experimentaba entonces por primera vez las sensaciones de la más pura amistad o eso pensaba, todo fue bien por algo de tiempo, pero bueno, como ya le había contado, me abandonaron, fue ahí que me encontré ante una barrera, ¿cómo reaccionaba ante tal situación? Aquel acto había sido el equivalente a subirme al cielo para luego dejarme caer desde lo más alto, ¿Qué hacía alguien como yo en una situación así? Había tomado aquel riesgo de tener amistades y que ahora se topaba de frente a su primer abandono, vaya tragedia llegue a pensar, me encontré inmóvil sin saber qué hacer, dolido ante tal hecho.
Si, justo como dice al final todo tiene que ver con los sentimientos, las emociones y la forma en como las prometemos al relacionarnos con los demás, es bien sabido que esas dos cosas son involuntarias, pero me viene a la mente algo, permítame parafrasear a alguien, pueden prometerse acciones, pero no sentimientos, porque estos son involuntarios, quien promete a otro a amarlo siempre u odiarlo siempre , promete algo que no está en sus manos poder cumplir, lo que se pueden prometer son actos, que si son consecuencia del amor, del odio y para nuestro caso, de la amistad, en ese sentido la promesa de amar a alguien o dar amistad a alguien, solo significa, que mientras dicha persona ame, lo demostrara o mientras alguien nos quiera como amigo, nos dará su amistad.
Bueno, aquí me detengo, querido amigo, he hablado lo suficiente y es hora de que me vaya a casa, me gustaría verlo por aquí otro día y seguir conversando un poco más. Ha sido un gusto hablar con usted.
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Persona
Historia CortaUn día un hombre comienza una conversación con un desconocido , es así como este comienza a contarle acerca de la desventura de su vida, tratando de explicarle las cosas mas esenciales de la vida.