8.- Un café (Él)

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Tengo que hacer algo para salir de este hoyo, no puedo desperdiciar mi vida metido en el trabajo todo el tiempo, ella me necesita, tengo que estar entero para esta mujer.

Estos últimos días he tenido mucho trabajo, aunque no puedo quejarme, hago lo que me gusta y mi paga es buena, he llegado lejos gracias a mi esfuerzo y eso me llena de orgullo, lo mejor de todo es que ella también lo está de mi.

Después de tanto estrés ya merecía descansar un poco, sábado, mi primer día libre en bastante tiempo, ella no está en casa, que raro, no me dijo nada.

Afuera esta haciendo un poco de frío, es el clima perfecto para un rico café, a decir verdad yo puedo tomar café con cualquier clima.

Camino a la cocina para encontrarme con la cafetera vacía, ¡Cómo es posible! Necesito un café ahora mismo.

Camino de regreso a mi habitación en busca de un abrigo, tomo el primero que tengo a la mano, mis llaves, móvil y mi billetera, camino hacia afuera sin detenerme.

A unas cuadras de aquí hay una autoservicio con un café delicioso, según recuerdo también hay un parque, es un buen pretexto para salir.

_Va por cuenta de la casa_  la chica del mostrador me toma por sorpresa, estoy tan inmerso en mis pensamientos triviales que no presto mucha atención, en vista de su evidente coqueteo, coloco el dinero cerca de la caja y salgo de allí sin voltear.

Es muy pronto para volver a casa, buscaré una banca para tomar con calma mi bebida, escudriño el lugar, a mi campo de visión entra una banca solitaria al final de una jardinera, esa es perfecta.

Varios niños corren sin sentido huyendo de otro con una pelota en la mano, éste mismo lo coloca en el suelo y le pega una buena patada tratando de atinarle a otro chico, en vez de atinarle a él, la pelota golpea mi café, todo pasa tan rápido que no logro evitar que se derrame.

Es terrible que mi café se haya desperdiciado cuando apenas empezaba a beberlo, pero eso no es lo peor, lo mas horrible es que cae justo sobre una chica en la banca junto a mí.

El líquido caliente sobre su cuerpo la exalta, de un brinco se pone de pie dejando caer el café que sostenía entre las manos.

_Disculpa, disculpa_ es lo primero que se me ocurre decir, me acerco y la tomo delicadamente del brazo para cerciorarme que este bien, el café estaba caliente.

Hace caso omiso de mi presencia, con ambas manos intenta retirar los residuos del líquido sobre ella, evidentemente es inútil. Mis manos hacen presión sobre sus hombros para hacerla salir del trance y escuchar de su voz que se encuentra bien.

_Fíjate la próxima vez que..._ su voz tiene un deje de furia, levanta el rostro para quedar frente a mí, por su estatura tiene que elevar un poco mas la cara... me quedo sin aliento por un instante al hacer contacto con dos enormes ojos marrones que me miran con un brillo asesino, se queda callada y su mirada se relaja al instante, sus mejillas se tiñen de un ligero carmesí, no lleva nada de maquillaje pero su rostro es el mas bello que he visto.

_¿Estas bien?_  pregunto de nuevo al ver su silencio, frunzo el ceño ligeramente, creo que la he visto antes, pero ¿Dónde?

_Si...si, estoy... bien_ dice casi tartamudeando, su mirada... esa mirada me desarma, su cabello esta recogido en un chongo desarreglado, pero a pesar de eso se ve muy linda, la ropa holgada que lleva puesta no me deja apreciarla como quisiera, pero no lo necesito, todo de ella me ha enganchado.

_No fue mi intención, iba pasando y aquellos chicos_ señalo a los niños corriendo por las jardineras _patearon la pelota golpeando mi café justo sobre ti_ sus enormes ojos me miran fijamente, como tratando de entender algo.

Amor DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora