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- Hijo, ¿a dónde has ido?¿Por qué vienes así?- me preguntó mi madre cuando llegué.

- Me caí en el barro. No es nada.- respondí cansado.

     Ella asintió y volvió con lo suyo.

"Si te dieras cuenta..."

       Decidí darme un baño. Al volver a casa, me despisté y caí al suelo. Además, tenía restos de clara en las manos.

       Mientras estaba en el agua, observé las heridas y moratones de mis rodillas y manos. No me dolían a pesar de que me las acababa de hacer unos minutos atrás.

       Una vez absorbida el agua ya estaba limpio exteriormente. Al abrir la puerta, oí a mi padre hablando. Era raro verle, ya que su trabajo le mantenía ocupado.

      Bajaba las escalera cuando escuché a mi madre hablar.

- ¿No te han pagado?- parecía enfadada.

- Shhh, calla, a ver si nos oyen.

- Hoseok está en el baño, así que tardará y Jiwoo en casa de su novio porque seguramente es mejor que esta bazofia.

- Esta bazofia cuesta dinero.- masculló mi padre.

- Vaya, parece ser que alguien ya se interesa por su familia.- vi a mi madre que estaba de pie delante de mi padre y cruzada de brazos. A él no lo podía ver.

- Eso fue hace tiempo. ¿Por qué no olvidas el único error que cometí en toda mi vida?- parecía cansado, hablaba con hastío.

- Si no fuera por todos los problemas que se montan, me hubiera divorciado de ti hace tiempo.

- Lo sé querida, lo sé.

      Luego de eso, subí a mi habitación. Había oído suficiente. Parece ser que no soy el único que miente en esta casa.

[Por favor, detenme. Por favor, guíame. Por favor, déjame respirar.]

      Contemplé desde mi cuarto las escasas estrellas en el cielo. La noche me relajaba de alguna manera. Estaba cansado, pero, si fuera por mí, me quedaría todas las noches despiertos.

       Al girar mi cabeza, me encontré con la foto de mi escritorio. En ella estábamos Taehyung y yo cuando eramos más pequeños, cuando lo único que nos preocupaba era que no nos robasen las canicas los de cursos superiores.

      Él siempre ha sido un gran amigo desde antes de que tuviera memoria. Nuestras madres se conocieron, por lo que nosotros también. Siempre ha estado a mi lado, pero ha habido momentos en que nos hemos separado. Sin embargo, no hemos perdido el contacto.

       Miré de nuevo hacia mi ventana. Contemplé la silenciosa calle que se encontraba en diagonal; mi cuarto se ubicaba en el lado izquierdo de la casa. Hace poco nos habíamos mudado debido a que mis padres querían un cambio de aires. Pero al ver el nuevo barrio, inmediatamente sospeché que era por problemas económicos.

      Mis padres eran esos tipos de personas que mienten a sus hijos para que no se preocupen, solo que con buenas mentiras y, como yo no quería saber nada, todo era perfecto.

        De repente, una sombra se movió a la distancia. Parecía un hombre, pequeño y delgado. Se movía calmado pero atento a su alrededor. Era raro ver a alguien a las 2 de la mañana que no fuese la policía. Giró hacia su derecha y entró en la casa de al lado, sin haber podido observar bien su rostro.

[Estoy atrapado dentro de mi mismo y estoy muerto.]


❝Savior❞. jh&myDonde viven las historias. Descúbrelo ahora